Bennety “N”, supuesto operador de la Ronda 88, fue detenido por Policías de Investigación de la Ciudad de México con apoyo del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) tras un cateo en la alcaldía Álvaro Obregón.
De acuerdo con las investigaciones, este sujeto es conocido como el Venado y sería fabricante, así como distribuidor de drogas para el grupo criminal.
Los agentes adscritos a la Fiscalía General de Justicia de la capital obtuvieron una orden de cateo para un departamento y un cajón de estacionamiento localizados en la colonia San Pedro de los Pinos. Trabajos de inteligencia ubicaron que el Venado se resguardaba en este domicilio y fue así que se presentaron datos de prueba ante un juez, quien otorgó el mandamiento judicial.
“Realizaron la inspección del domicilio donde encontraron un arma de fuego, diversas cantidades de lo que podría ser cocaína y detuvieron un hombre, señalado como posible integrante de un grupo delictivo dedicado al control, venta y distribución de drogas en la alcaldía Cuauhtémoc”, destacó la fiscalía.
El sujeto de 29 años estaba en posesión de un kilo de polvo blanco, dos bolsas de 200 gramos con la misma sustancia, así como una pistola calibre 9 mm y 46 cartuchos útiles, además de dinero en efectivo en dólares, una báscula gramera y una computadora portátil, así como un vehículo con placas del Estado de México.
Apenas el pasado 30 de julio, las mismas autoridades arrestaron a Javier Isidro, el Comandante, acusado de brindar protección a la Ronda 88. Según los reportes, este sujeto cayó tras un cateo en la colonia Sindicato Mexicano de Electricistas de la alcaldía Azcapotzalco, donde probablemente operaba.
Poco más de una semana antes, el 22 de julio, los efectivos de la fiscalía capitalina detuvieron a Mayra “N”, la May y/o la Gorda, y dos de sus presuntas cómplices del grupo delincuencial.
De acuerdo con el reporte de la Fiscalía General de Justicia de la capital, fue ejecutada una orden de cateo en departamentos de un inmueble localizado en la colonia Peralvillo, alcaldía Cuauhtémoc.
Las otras dos mujeres detenidas fueron identificadas como María de la Luz “N” y Gabriela “N”, aunque la May sería una de las principales operadoras del grupo delincuencial dedicado al control, distribución y venta de narcóticos en la zona.
Estos arrestos fueron en seguimiento a la aprehensión de Fabián Solís Vega, alias el Fabián de la Ronda 88, asegurado el pasado 6 de abril en Acapulco, Guerrero, por agentes de la Secretaría de Seguridad (SSC-CDMX) y de la Fiscalía de la Ciudad de México.
Solís Vega es identificado a su vez como Fabián de Peralvillo. El grupo delincuencial que dirige, conocido como la Ronda 88, registra sus ilícitos en las alcaldías de Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc.
Aunque la movilidad de esta facción también abarca el municipio de Tecámac, en el Estado de México. Tanto en Peralvillo como Ex Hipódromo Peralvillo, la banda se dedica al narcomenudeo, la extorsión, el secuestro, los homicidios, así como el robo y venta de autopartes.
Fabián de Peralvillo es conocido en la colonia homónima como el hombre que cobraba protección a comerciantes y vecinos para evitar que un grupo delictivo los despojara de sus casas, les extorsionara o robara mercancía.
Fue ubicado como cercano a Carlos Villafán, líder del grupo de Los Villafán de Tepito, a quien intentaron ejecutar cuando iba con su esposa por la zona de Azcapotzalco en diciembre del año pasado.
El Fabián estaba vinculado a La Unión Tepito, el cártel que domina en la Ciudad de México, pero decidió operar de forma independiente al punto de confrontarse con su vieja facción.
Solís Vega nació y creció en una unidad habitacional de la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo. Su ficha delictiva detalla que ha estado preso cuando menos en dos ocasiones, una en 1998 y otra en 2001, ambas por homicidio. Sin embargo, en las dos procesos quedó en libertad a pesar de que fue señalado por asesinato.
Le dicen el 88 porque vivía en ese número de la calle Calzada la Ronda, en la alcaldía Cuauhtémoc. Ahí inició su carrera delictiva apropiándose de las áreas comunes, despojando a los vecinos de sus departamentos y extorsionándolos bajo amenazas. Se sabe que construyó un pequeño cuarto en el patio central de la unidad y que puso una mesa de billar y un asador.
Comenzó a crecer en el mundo del hampa cuando decidió que era buena idea vender “protección” a los vendedores de la Calzada La Ronda. Según les prometía el Fabián, él y sus hombres le harían frente a la Unión de Tepito para protegerlos, siempre y cuando le pagaran una cuota de 500 pesos. A cambio, Solís Vega cometió varios crímenes contra miembros del cártel capitalino.
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