La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) en México reiteró este viernes su llamado a la reparación integral de las víctimas tras el fatídico derrame de tóxicos en en ríos del municipio Arizpe, Coahuila.
Por el séptimo aniversario del accidente, el organismo emitió un comunicado en el que pidió fortalecer los procesos de reparación integral para las víctimas y el emprendimiento de acciones concretas para la recuperación del medio ambiente.
El 6 de agosto de 2014, la falla en una válvula de una mina de Grupo México generó el derrame de 40,000 metros cúbicos de una solución cargada de cobre y otros metales procesados con ácido sulfúrico que contaminaron los ríos Sonora y Bacanuchi, dejando sin agua para consumo humano y actividades productivas a más de 22,000 habitantes de siete municipios.
Jesús Peña Palacios, representante adjunto de la ONU-DH México, recordó que ante la llegada de una nueva administración en el norteño estado de Sonora “la responsabilidad del Estado, a nivel estatal y federal, incluye asegurar medidas transparentes, participativas y accesibles para todas las comunidades afectadas, en línea con los estándares internacionales en la materia”.
Asimismo, expresó que la responsabilidad de las empresas de respetar los derechos humanos “no depende de la capacidad o la voluntad del Estado” y señaló que ellas también están obligadas a observar “una debida diligencia en sus procesos y remediar sus errores”.
Reiteró que es fundamental lograr una reparación adecuada y asegurar la no repetición “para garantizar efectivamente los derechos a las víctimas.”
Según un reciente boletín de la ONG Poder, a pesar del desastre ambiental, Grupo México ha argumentado que “ya cumplió” con el resarcimiento de los daños a las víctimas por el derrame, mientras los damnificados piden al actual Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que tome medidas al respecto.
El año pasado, el Gobierno mexicano reconoció oficialmente que “pozos que abastecen de agua a miles de personas contienen metales en cantidades peligrosas para la salud” y estableció un plazo para tener un “diagnóstico ambiental”, el cual concluye el próximo 4 de octubre.
Germán Larrea, el hombre detrás de Grupo México
Germán Larrea Mota Velasco es el segundo hombre más rico de México, solo por detrás de Carlos Slim Helú, el “magnate de las telecomunicaciones”.
De acuerdo con la última edición del ranking “Millonarios Mexicanos” publicado por Forbes, posee una riqueza estimada en USD 27,110 millones, cifra que también lo coloca en el puesto número 61 de la lista de los empresarios más ricos del mundo
En el último año, su riqueza se incrementó un 146.5% con respecto a lo registrado en el periodo 2019 a 2020, siendo uno de los magnates que más ganancias tuvieron durante el contexto del COVID-19.
Según la revista, Larrea logró duplicar su fortuna debido al alza que hubo en el precio de los minerales, principalmente del oro, la plata y el cobre.
El también conocido como el “Rey del Cobre” fue el heredero de una de las familias más acomodadas de México durante la época del llamado “milagro mexicano” y que Grupo México, una de las compañías productoras de cobre más importantes del mundo fue fundada por su padre, Jorge Larrea Ortega. La fortuna del patriarca incrementó exponencialmente durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, ya que en 1988 logró apropiarse de la mina de Cananea, actualmente llamada Buenavista del Cobre, por la cantidad de USD 475 millones, muy por debajo de su precio en el mercado.
Grupo México está considerada como la tercera productora de cobre más importante a nivel mundial, solo por detrás de las corporaciones chilenas “Minera Escondida” y “Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi SCM”.
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