Qué es el Cártel del Cigarro y por qué es clave en el mapa del narcotráfico en CDMX

Los nexos de la organización fueron identificados desde Tepito, centro de contrabando en el país; al menos una decena de facciones se dedican al mismo giro con cajetillas de marcas “pirata” en la capital

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Los nexos de la organización fueron identificados desde Tepito, centro de contrabando en el país; al menos una decena de facciones se dedican al mismo giro con cajetillas de marcas “pirata” en la capital

El Cártel del Cigarro en la Ciudad de México sería ejemplo de cómo supuestos comerciantes de contrabando establecieron vínculos con el narco, crecieron en sus actividades y llegaron al punto de la disputa territorial contra la facción que les permitía operar.

La diversificación es clave para que células delictivas obtengan ganancias al saltar de un ilícito diferente al que los constituyó en el negocio criminal y así como pueden abarcar la venta de mercancía ilegal pasan a mercados más peligrosos como el narcomenudeo, con la ola de violencia que ello implica.

Si bien, el tráfico de cigarros no es nuevo en el país, en los últimos años se han reportado vínculos de esta actividad con grupos del crimen transnacional como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en estados de la zona centro y norte.

Ante el aumento de precios en cajetillas, una opción viable para fumadores o quienes se inician en el consumo pueden ser productos de contrabando de menor costo en comparación con marcas establecidas. Algo aprovechado por contrabandistas para cubrir la demanda.

Datos de la Comisión Nacional contra las Adicciones indican que la Ciudad de México encabeza las entidades con mayores fumadores en el país, pues registró al menos 1.9 millones de consumidores. La prevalencia persiste entre personas de 12 a 65 años. Pero de este sector, solo 691 mil fuman diariamente. La mayoría, un millón 164 mil 65, son hombres adultos.

El ascenso del Cártel del Cigarro se dio en medio de una disputa entre grupos internos de la Unión Tepito (Foto: Cortesía)
El ascenso del Cártel del Cigarro se dio en medio de una disputa entre grupos internos de la Unión Tepito (Foto: Cortesía)

“A pesar de existir una prohibición para su elaboración, distribución y publicidad, se observa un uso elevado atribuible en el mercado informal”, alertó la CONADIC en un reporte de 2020.

Por su parte, la Secretaría de Salud capitalina informó en 2019 que la prevalencia en el consumo de tabaco aumentó de 23.6% a 27.8% entre 2011 y 2017, lo que supera la media nacional que fue de 17.6%.

Los nexos entre el actual llamado Cártel del Cigarro se han identificado desde Tepito, en la colonia Morelos de la alcaldía Cuauhtémoc. Por décadas, este barrio se ha caracterizado como un sitio donde opera la venta de productos robados, de contrabando, así como el narcomenudeo. Ahí también coinciden grupos que lo mismo se dedican al secuestro, el cobro de piso y la trata de personas.

Luego de 2010, cuando se conformó la Unión Tepito, la capital del país tuvo mayores indicios de violencia. Por años, en ese barrio de comerciantes operaron familias que vendían mercancía ilegal, pero que después incursionaron en la venta de drogas hasta que se consolidaron con la dinámica de un Cártel.

De ese tiempo es que datan las relaciones entre el narco y los llamados contrabandistas de cigarrillos en la Ciudad de México. Presuntamente, el lazo con la organización fue a través de Yahir Altamirano Galicia, el Yahir.

(Foto: Secretaría de Salud)
(Foto: Secretaría de Salud)

Este último es ubicado como capo de la Unión Tepito que fue encarcelado por homicidios, liberado, atacado a balazos en enero de 2018 y recapturado por presuntas extorsiones a inicios del año pasado. Supuestamente, el Yahir sería primo de las hermanas Andrea Cristina, la Takeshi, y Viridiana, la Chata.

En mayo pasado fue reportado que las dos mujeres encabezan el contrabando de cigarros de origen chino desde Tepito. Ambas fueron asociadas a robos de camiones que transportaban cajetillas. Sus alcances incluso se identificaron al interior de la república y desde entonces se les atribuyó la venta de drogas en el barrio de la colonia Morelos, junto con el comercio de tabaco ilegal.

Sin embargo, a inicios del mes pasado, las autoridades capitalinas identificaron a uno de los supuestos cabecillas del Cártel del Cigarro que había pasado desapercibido.

Junto con la Takeshi, la Chata y el Homero, se ubicó la participación de Martín Aja, quien exigía cobro de cuotas acompañado de supuestos policías y se jactaba de parentescos en altos mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

La mayoría de los fumadores en el país están en la CDMX (Foto: EFE/Jeffrey Arguedas)
La mayoría de los fumadores en el país están en la CDMX (Foto: EFE/Jeffrey Arguedas)

El Aja, presunto líder del Cártel del Cigarro, operaba con un grupo de supuestas patrullas o agentes de la policía local. Una denuncia en su contra fue porque exigió hasta 700 mil por un punto comercial en el barrio.

Los reportes indican que su célula criminal se extendió a seis de las 16 alcaldías en la Ciudad de México. El Aja ganó terreno en la venta de drogas y extorsiones desde el bastión de la Unión Tepito.

Como se ha informado sobre la Takeshi y la Chata, su base criminal fueron los cigarros de contrabando. Estas mujeres habrían empoderado sus actividades ilícitas tras invertir ganancias por la venta de tabaco al comprar armas, narcóticos y pagar sicarios.

De esa manera, la familia de los Galicia y el Aja obtuvieron margen para consolidar parte de su poderío desde Tepito.

Sin embargo, el ascenso del Cártel del Cigarro se dio en medio de una disputa entre grupos internos de la Unión Tepito, en específico, de aquellos que operan en el Centro Histórico contra quienes mantienen su base en el barrio.

El Cártel del Cigarro ha perdido a uno de sus líderes, pero más operadores están libres (Foto: SSC)
El Cártel del Cigarro ha perdido a uno de sus líderes, pero más operadores están libres (Foto: SSC)

Esa batalla desencadenó una ola de ejecuciones en los últimos meses y llevó al cártel capitalino a un debilitamiento y fragmentación más agudas, aunque sin mayores signos de que la organización esté erradicada del mapa criminal.

Cabe destacar que en las últimas semanas, la narcoguerra interna sigue mostrando ejecuciones. A finales de mayo, uno de los protagonistas fue detenido: José Luis Méndez Ríos y/o Víctor Hugo Vega Ríos, el Chila. En tanto, su enemigo, el Chori, sigue en libertad.

Antes de que el Cártel del Cigarro terminara por consolidarse, las autoridades de la Ciudad de México actuaron para arrestar al Aja, quien cayó durante un operativo en la madrugada de este 4 de agosto.

El sujeto de 58 años se encontraba en un domicilio de la colonia San Juan de Aragón Segunda Sección de la alcaldía Gustavo A. Madero que se usaba como almacén de drogas y cigarros ilegales. El Aja se encargaba de distribuir narcóticos, así como las cajetillas en la zona centro. También exigía dinero a los comerciantes a cambio de no dañarlos ni a su patrimonio.

En la casa de la avenida 563 se aseguraron dos pistolas, siete cargadores, 100 cartuchos útiles y 20 dosis de cocaína. Si bien es considerado importante cabecilla de la agrupación delincuencial, los otros operadores siguen prófugos y operando.

La Ronda 88 también habría incursionado en la venta de tabaco ilegal (Foto: SSC-CDMX)
La Ronda 88 también habría incursionado en la venta de tabaco ilegal (Foto: SSC-CDMX)

Aunado a ese arresto, el pasado 14 de julio fueron decomisadas cinco toneladas de cigarros “piratas” que presuntamente pertenecían a la facción del Aja. Las cajas quedaron aseguradas en la colonia Janitzio de la alcaldía Venustiano Carranza. El producto estaba en un camión de redilas, listo para ser distribuido.

Cabe mencionar que el Cártel del Cigarro no sería el único dedicado a este negocio en la capital, pues la Ronda 88 también habría incursionado en el mismo giro. Pues el pasado 18 de junio, tras el arresto de Daniel Solís Vega, hermano del Fabián y quien era líder de esa célula, las autoridades le decomisaron alrededor de mil cajetillas de cigarro de supuesta procedencia ilegal. Otros informes indican que 10 grupos criminales venderían el mismo producto en la Ciudad de México.

De esa manera, el llamado Cártel del Cigarro ha resaltado como un actor de relevancia en las pugnas del narco capitalino. La clave de su permanencia está en que se consolide en el grupo que tome las riendas de lo que ahora son restos en la Unión Tepito. Aunque ello tenga por obstáculos enfrentarse o pactar con operadores como el Chori, el Elvis, el Manzanas, el Mi Jefe y el Perro. Además, porque la base de su poder tiene altas demandas entre uno de los estados con más fumadores en el país.

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