El presidente Andrés Manuel López Obrador ya dio su veredicto sobre la Consulta Popular: los 6.6 millones de ciudadanos que participaron “son ejemplares” y, a pesar del fracaso, este proceso fue una “enseñanza” para continuar formando la democracia en México.
Los resultados de estas votaciones extraordinarias no sólo dieron de qué hablar a nivel nacional, también generaron eco en la comunidad internacional. Por ello, el diario británico Financial Times le dedicó una durísima crítica en su editorial.
Esta publicación, realizada el pasado 4 de agosto, catalogó como “del terror de Robespierre” la manera en la que se decidiría el futuro ante la justicia de los cinco ex presidentes que antecedieron a López Obrador: Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari.
Sin embargo, este ejercicio democrático resultó ser un “chorro de agua en lugar de fuegos artificiales revolucionarios”, pues sólo participó cerca del 7% del padrón electoral, porcentaje que no fue suficiente para que la Consulta Popular sea vinculante.
Este método no es nuevo durante la gestión de AMLO, pues el medio británico recordó que en 2018, una de sus principales decisiones fue detener la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco gracias a una consulta popular. Además, la fábrica cervecera de Constellation Brand también tuvo que ser suspendida por un método similar.
Gracias a ello, se está construyendo el aeropuerto Felipe Ángeles en Santa Lucía, por un costo aproximado de 250 mil millones de pesos, mientras que la inversión de 28 millones de pesos por parte de la cervecera se cayó gracias a una votación de 36,781 personas en una ciudad de 1 millón.
Parte del fracaso de la Consulta Popular del pasado domingo se debió, aseguró el Financial Times, por “la redacción tortuosa de la pregunta”, realizada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), situación que pudo evitarse con la propaganda desplegada a lo largo y ancho del país.
“Pero cualquier duda se habría disipado con los carteles de ‘buscados’ producidos por los defensores del referéndum. Estos mostraban a los ex presidentes Carlos Salinas, Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón con los ojos vendados rojos detallando sus presuntos delitos bajo el lema ‘¿Quieres que Salinas, Peña y Calderón vayan a la cárcel?’”, se lee en la editorial.
Sin embargo, se destacaron las críticas realizadas por la oposición, que durante todo el proceso de este ejercicio democrático alzaron la voz y dejaron una frase insertada en la mente de las personas: “la ley no se consulta, se aplica”, pues las legislaciones mexicanas ya permiten el enjuiciamiento por corrupción y otros delitos realizados en el cargo de presidente. Debido a este hecho, el medio británico aseguró que AMLO simplemente persigue a los enemigos de la 4T.
“Tales argumentos ignoran la lógica política del veterano populista. López Obrador usó el referéndum para movilizar a sus partidarios y recordarles que está persiguiendo a los enemigos de su autodenominada ‘cuarta transformación’ de México, un cambio de época que inmodestamente equipara con la revolución mexicana de 1910 o la independencia de España. Fiel a su estilo, elogió el referéndum como un éxito porque la gran mayoría de los que votaron lo apoyaron”, resaltaron.
Por ello, catalogaron la búsqueda de justicia de López Obrador como “curiosamente selectiva”, pues decidió colocar más de 500 millones pesos, medios de comunicación y declaraciones en las “mañanera” para promocionar la Consulta Popular en lugar de consolidar y terminar los procesos judiciales que ya tiene en las manos.
“En realidad, la búsqueda de justicia de López Obrador parece curiosamente selectiva. A pesar de haber extraditado a Emilio Lozoya, exjefe de la petrolera estatal Pemex, desde España hace un año por cargos de corrupción en un escándalo que involucró a Peña Nieto, Lozoya aún no ha comparecido ante el tribunal y no se ha iniciado ningún proceso judicial contra Peña Nieto”, indicó la publicación.
El narcotráfico tampoco pasó desapercibido durante la crítica, la cual se centró en la política “abrazos, no balazos” que pareciera cuidar a los traficantes y sicarios en lugar de encarcelarlos. Dichos que ejemplifican con la liberación de Ovidio Guzmán, en el llamado Culiacanazo, o cuando se reunió y estrechó la mano de la madre del “Chapo” Guzmán y se disculpó públicamente por usar el apodo del narcotraficante.
Asimismo, rescataron la infame campaña realizada por los cárteles de la droga durante las elecciones de junio pasado, cuando, de manera directa e indirecta favorecieron a candidatos de Morena “secuestrando y amenazando a candidatos de la oposición”.
Finalmente, el Financial Times aseguró que Joe Biden, “ansioso por mantener a López Obrador como aliado”, se arrepentirá de no emitir ninguna opinión sobre estas crisis mexicanas.
“Los ex líderes de México se han librado de los tropiezos de la revolución de López Obrador por ahora. Pero la afición del presidente por la presunción de sustancia oculta un preocupante desprecio por las instituciones y el estado de derecho. Los inversores deben tener cuidado”, sentenció el medio.
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