Cárteles Unidos amenazó a pobladores de Buenavista por no votar en la Consulta Popular

Los habitantes de la zona han señalado que su temor a participar en procesos democráticos es, en gran parte, por las amenazas de las organizaciones criminales

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El México, los cárteles se han apropiado de todo hasta del derecho a votar. Es terrible, real y urgente que los grupos criminales se estén adueñando de la voluntad de las personas.

En Buenavista, ubicado al oeste de Michoacán, los pobladores aseguraron que la amalgama de grupos criminales locales conocida como Cárteles Unidos los amenazó por no votar en la Consulta Popular del pasado domingo, que pretendía procesar a los presuntos políticos corruptos del pasado.

A través de una nota, los criminales hicieron llegar su advertencia. “Para toda la gente de Buenavista que no quisieron ir a votar a la Consulta Popular, se les estará pidiendo 7 mil pesos por casa y al que no pague tendrá que ir”, se lee.

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En la Consulta Popular para enjuiciar ex presidentes sólo votó el 7 por ciento del padrón de electores (Foto: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO)

Los habitantes de la zona han señalado que su temor a participar en procesos democráticos es, en gran parte, por las amenazas de las organizaciones criminales. En las pasadas elecciones se dijo que sicarios de Cárteles Unidos retenían las credenciales para votar de los electores, y así poder decidir el futuro de la votación.

El proceso de consulta para enjuiciar a ex presidentes resultó anticlimática en Michoacán y en varios puntos del país. La consulta fracasó pues sólo votó el 7% del padrón de electores, cuando se necesitaban 40 por ciento.

El poder de CU en Michoacán

En 2015, cuando la organización criminal Jalisco Nueva Generación (CJNG) logró desbancar al Cártel de Sinaloa como la más poderosa, los grupos delictivos en el país sabían que se enfrentarían a un nuevo dolor de cabeza.

Poco a poco, según advierten los expertos, las organizaciones criminales fueron comprendiendo que si las huestes del CJNG llegaban a controlar más territorios, terminarían perdiendo sus bases de operaciones principales. Fue así como surgió Cárteles Unidos (CU), que no es más que una alianza de varias células delictivas para enfrentar el avance de las tropas del CJNG.

(Foto: Twitter)
(Foto: Twitter)

Más por necesidad que por gusto, las grandes organizaciones aceptaron financiar a los grupos delictivos y respaldarlos con armas y equipo táctico.

En noviembre de 2019 empezó a circular en redes sociales un video en el que presuntamente 200 sicarios de CU llegaban al municipio de Villagrán, en Guanajuato, controlado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Supuestamente estarían apoyando al líder huachicolero José Antonio Yépez, alias el Marro, actualmente preso en una cárcel de máxima seguridad.

Esa primera acción habría sido la confirmación de la formación del CU, quienes además de estar apoyando al Marro en Guanajuato, también estarían aliados a los grupos de autodefensas que operan en Michoacán con la intención de expulsar de su territorio al Mencho.

Para los cárteles de la droga, tres de los estados controlados por el CJNG como Colima, Jalisco y Michoacán son estratégicos por su ubicación geográfica, conexiones con puertos y centros turísticos.

En Michoacán, al igual que en la zona del Bajío, Cárteles Unidos — una alianza de los cárteles Familia Michoacana, Caballeros Templarios y los Blancos de Troya— se disputan el control del territorio con el cártel de las cuatro letras.

El inicio de los recientes enfrentamientos se suscitó en noviembre del año pasado. Una tarde de aquel mes, un grupo de delincuentes de Cárteles Unidos llegó a la zona alta de Tepalcatepec. Videos captados por los mismos sicarios mostraron imágenes estremecedoras. Vehículos blindados, cuerpos tendidos, el interminable tabletear de las armas largas y una estruendosa explosión que anunciaría la muerte de varias personas.

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