Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado de la República, aseguró que la consulta popular llevada a cabo el domingo 1 de agosto fue un gran paso para la nueva democracia mexicana, pues ésta se plantea como “participativa directa” en vez de “representativa”.
A través de un comunicado oficial, Monreal Ávila estimó este martes 3 de agosto que, a pesar de que hubo una participación mínima, el criterio de 6.6 millones de ciudadanos trascendió en la cuarta transformación para demostrar la capacidad de convocatoria que tiene este tipo de ejercicios cívicos.
“Se abre la posibilidad de impulsar otras prácticas de la democracia directa, como la iniciativa ciudadana, el plebiscito, el referéndum y la revocación de mandato”
Aunado a esto, condenó el desempeño del Instituto Nacional Electoral (INE), el cual no proporcionó una difusión adecuada para una jornada cívica de carácter nacional, algo que también había sido señalado por las y los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador.
“El INE dejó pasar la oportunidad histórica de presentarse como un garante sólido de la democracia ciudadana directa, y no únicamente como una institución gestora de la democracia representativa indirecta o partidocracia”
Sin embargo, el doctor en derecho prosiguió con los avances en materia democrática y señaló los planes para la próxima consulta ciudadana, la cual tratará el tema de revocación de mandato, en donde se le preguntará al pueblo de México si desean o no que el actual jefe del ejecutivo federal continúe en el cargo.
“De hecho, en marzo del próximo año, por primera vez en la historia de México, desde Guadalupe Victoria hasta AMLO, un presidente de la República se someterá a la prueba del ácido, que es la revocación de mandato”
En cuanto a la baja participación, el abanderado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) dijo que se trata de un “desafío mayúsculo”, pues para que la siguiente consulta popular tenga verdaderos efectos en la vida política de México, hacen falta más de 30 millones de participantes, lo cual dijo se asume como un reto personal e incluso ya está promoviendo un reglamento.
Cabe recordar que este lunes 2, Monreal Ávila anunció que presentó una ley reglamentaria para el proceso de la consulta que se avecina para inicios del 2022.
Con ésta, se establecerá un marco jurídico claro y preciso en el que se detalla que únicamente se someterá a este proceso a quien ostente la titularidad de jefe del ejecutivo federal. Asimismo, establece la interpretación, disposición supletoria y el catálogo de definiciones aplicables para el proceso.
Aunado a esto, definirán las facultades y los roles que tendrá el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en el proceso, algo que no quedó definida en la consulta de este domingo. No obstante, cabe remarcar que dicho ejercicio, al tener tan baja participación, se declaró como no vinculante.
¿Por qué no tendrá efecto alguno la consulta popular?
De acuerdo con la Ley Federal de Consulta Popular (LFCP) para que el resultado de dicho ejercicio sea vinculante, debe de participar el 40% del electorado. Esto quiere decir que para que la consulta tenga efecto real, debe de haber una participación ciudadana que rebase los 37,468,678 votos.
Esto por que el INE tiene contabilizadas a 93,671,697 personas en el padrón electoral y las boletas registradas en total suman 6,663,174, lo que se manifiesta en un 7.1133% de participación. En otras palabras, faltaron 30,805,504 ciudadanos que acudieran a las mesas receptoras para emitir su opinión respecto al ejercicio, lo cual en porcentaje se traduce en una falta del 32.8867 por ciento.
“El resultado de la consulta popular, es vinculante para los poderes Ejecutivo y Legislativo federales así como para las autoridades competentes, cuando la participación total corresponda, al menos, al cuarenta por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores de la entidad o entidades federativas que correspondan”, especifica el Artículo 5 de la LFCP, tercer párrafo.
Asimismo, en el Artículo 64, Capítulo IV, de esa misma ley, se especifica que una vez se confirme esa masa votante, se activará el aparato burocrático, mismo que involucrará al poder ejecutivo, legislativo y judicial.
Con lo que se concluye que al tener dicha falta de participación, este proceso cívico pasará sin surtir efecto alguno en la vida política de México.
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