Caída de Tenochtitlan: de quién era en realidad el llamado Penacho de Moctezuma

Tanto las teorías de su muerte como el papel que jugó durante la invasión de México-Tenochtitlan lo han convertido en un importante objeto de estudio, sin embargo, existen varias teorías en torno a la apariencia del tlatoani mexica

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El penacho atribuido a Moctezuma
El penacho atribuido a Moctezuma II está expuesto en el Museo del Mundo de Viena (Foto: EFE)

Al tratarse del tlatoani mexica que recibió a los españoles comandados por Hernán Cortés, Moctezuma Xocoyotzin es un personaje atractivo que despierta intriga en más de una persona. Como dirigente de la civilización dominante de Mesoamérica, fue testigo del esplendor del poder hegemónico que reinaba en ese entonces.

Tanto las teorías de su muerte como el papel que jugó durante la invasión de México-Tenochtitlan lo han convertido en un importante objeto de estudio. De igual forma, han surgido mitos y especulaciones en torno a su apariencia, estilo de vida y personalidad.

Uno de los objetos más controvertidos es el Penacho del México Antiguo, conocido también como Penacho de Moctezuma. Dicho artículo se encuentra en Austria, pues algunos afirman que fue un regalo que el tlatoani otorgó a Hernán Cortés, quien posteriormente lo enviaría a Carlos I de España.

Fue luego de la muerte de Fernando II, primo del rey Carlos I, cuando se encontró el artículo prehispánico. No obstante, en ese entonces se describió como “un sombrero morisco”. Así pues, el penacho permaneció como objeto de la casa de Habsburgo.

Uno de los objetos más
Uno de los objetos más controvertidos es el Penacho del México Antiguo, conocido también como Penacho de Moctezuma (Foto: AFP)

Entre 1799 y 1802, el tocado cambió de ubicación, debido a las guerras napoleónicas. Más tarde, en 1806, llegó a Viena y se convirtió en propiedad estatal administrada por el Museo de Historia Natural y luego parte de la colección que se exhibe en el Museo del Mundo de Viena.

Sin embargo, no ha podido comprobarse que el penacho haya pertenecido a Moctezuma II, e incluso algunos afirman que la prenda era propiedad de otro tipo de habitantes de la región. “Definitivamente, el penacho no era de Moctezuma. Era de un sacerdote”, aseguró a la agencia EFE Christian Schicklgruber, director del Weltmuseum de Viena.

El experto afirma que, según los códices históricos, “Moctezuma nunca llevó un penacho como ese”. Así pues, no hay evidencia histórica que sustente la presunta pertenencia de dicha pieza al emperador mexica.

De acuerdo con la doctora Carmen Aguilera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el penacho “representa un quetzal completo con las alas extendidas; el cuerpo es la parte de las plumas más alta, al centro, con la cola hacia arriba y la cabeza —que tenía un pico de oro que desapareció— hacia abajo”.

Moctezuma II, Códice Tovar, siglo
Moctezuma II, Códice Tovar, siglo XVI (Foto: UNAM)

Su aparición en el Altiplano Central se remonta a tiempos toltecas, siendo parte del atavío de Quetzalcóatl, su dios patrono. Posteriormente, los mexicas adoptaron el quetzalapanecáyotl con toda esta carga emblemática.

No obstante, existe otra posibilidad: que el gobernante de los mexicas vistiera una diadema de triangular de turquesas llamada xiuhuitzolli. Según la especialista del INAH, esta versión no puede ser descartada, pues su uso se relaciona con “gobernar e impartir justicia”.

Por el contrario, cuando se está en el campo de batalla, el tlatoani porta penacho de plumas. El mismo Axáyacat, padre de Moctezuma II, es representado portando el quetzalapanecáyotl mientras combate y vence a los tlaloltecas.

“Los señores lo portan cuando están en batalla, pero llevan una diadema triangular de turquesas o xiuhuitzolli, ‘apuntada de turquesa’, cuando ascienden al trono para gobernar e impartir justicia. En una lámina el mismo Axáyacatl, identificado por su glifo, porta el quetzalapanecáyotl mientras combate y vence a los tlaloltecas”, indicó Aguilera.

Moctezuma II, Códice Azcatitlan (Foto:
Moctezuma II, Códice Azcatitlan (Foto: UNAM)

De hecho, el regalo que Moctezuma ofreció a los españoles a su llegada constaba de cuatro trajes de dioses: de Tezcatlipoca, de Tláloc y dos de Quetzalcóatl, éste último para Cortés.

“Le colocan en el rostro la máscara de serpiente cubierta con mosaico de turquesas, con la que iba el quetzalapanecáyotl; de éste cuelgan las orejeras de piedra verde en forma de serpiente”.

De nueva cuenta, pasando el sitio a Tenochtitlan, ofrecieron el penacho, como los nuevos propietarios del imperio mexica. Sin embargo, los “conquistadores” no consideraron importante el plumaje o sus implicaciones simbólicas, pues de acuerdo con el Códice Florentino, “arrancaron las plumas, separaron el oro de los atavíos y luego los fundieron”, concluyó la investigadora.

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