Habitantes del municipio de Pantelhó, en la entidad federativa de Chiapas, obligaron a elementos de la Guardia Nacional, policías estatales y del Ejército a retroceder varias cuadras de la localidad: los cuerpos de seguridad mantenían el control del pueblo.
Durante las protestas, los más de 3,000 habitantes de las 86 comunidades de Pantelhó saquearon tiendas, incendiaron vehículos y hogares y tomaron la alcaldía.
La mañana de este martes 27 de julio, las calles de la comunidad amanecieron como una zona de guerra. Entre escombros, basura y restos de los saqueos. En las banquetas de las avenidas principales también se encuentran hombres descansando, encapuchados y armados con machetes y palos.
“Lo que estamos exigiendo es que se haga justicia y que la Fiscalía detenga a la gente mala”, dijo uno de los dirigentes de El Machete, un nuevo grupo de autodefensas, de acuerdo con La Jornada.
Al respecto se reveló que el grupo no participó en la toma del pueblo y que fueron las propias comunidades quienes lo hicieron. Sin embargo, el integrante remarcó que “nosotros estuvimos apoyándolos pero sin armas porque esas se quedaron en el campamento”.
El miembro de El Machete mencionó que la alcaldía, gobernada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), permanecerá tomada hasta que las autoridades estatales y federales hagan justicia.
Desde el 7 de julio, cuando el grupo de autodefensas irrumpió en la cabecera municipal, no se han presentado en el pueblo los integrantes del Ayuntamiento.
El pasado fin de semana, ante la población en general, se hizo la presentación oficial de los indígenas tzotziles y tzeltzales de Chiapas, en el sureste de México, quienes formaron grupos de autodefensas.
Las recién conformadas y denominadas Autodefensas del pueblo El Machete se reunieron en el estadio de fútbol de la pequeña comunidad de San José Tercero, en el municipio de Pantelhó, donde fueron observados por los pobladores desde las tribunas.
Uno de los voceros sostuvo en un discurso que decidieron armarse ante “la injusticia, para defender su vida y contra los sicarios del narco” y acusó a las autoridades locales de estar coludidas con criminales.
Las autodefensas, en su mayoría hombres y con el rostro cubierto, desfiló en la cancha llevando armas, que iban desde machetes hasta rifles automáticos.
Los líderes de los grupos denunciaron supuestos ataques de parte de la alcaldía, exigieron que se auditen los recursos públicos y advirtieron que el 1 de octubre no permitirán que asuma el alcalde electo, esposo de la actual gobernante local, Delia Velazco Flores.
El pasado 7 de julio, El Machete irrumpió de manera violenta en la cabecera municipal de Pantelhó, enfrentándose a balazos con un grupo rival, lo que dejó miles de desplazados de comunidades rurales.
Fue mediante un video en redes sociales que cuatro sujetos con armas largas se adjudicaron dicha irrupción, a manera también de presentación como un grupo de autodefensas.
Ese mismo día ingresaron al poblado decenas de militares y policías para mantener el orden, pero fueron emboscados el 8 de julio, con saldo de seis policías y tres soldados heridos.
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A. C. (Frayba), alrededor de 2,000 personas han sido desplazadas por la violencia generalizada del crimen organizado y la omisión del Estado mexicano de atender la situación.
Esta asociación ha obtenido documentos que señalan la presencia de un grupo criminal en el municipio de Pantelhó, el cual actúa en complicidad con el Ayuntamiento para formar parte de las estructuras del poder municipal, actualmente vinculado al PRD.
Algunas de las cuestiones que han sufrido los pobladores de esta región han sido retenes, bloqueos e incursiones del grupo criminal, en compañía de elementos de la policía municipal y estatal.
Hasta el momento se han registrado operaciones del Cártel de Sinaloa, mismo que tiene pleno control de la frontera con Guatemala; del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se extiende a la costa suroccidental; y del Cártel del Golfo, con una pequeña franja de poder que se extiende desde el Pacífico hasta la frontera con Oaxaca y la parte del sur de Veracruz.
Esta pugna por obtener la plaza de Chiapas sería la detonante de la violencia y los desplazamientos forzados de los habitantes de Pantelhó, pues buscarían eliminar a sus enemigos sin medir fuerza de fuego o si existe algún inocente de por medio.
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