La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó medidas cautelares al Instituto Nacional de Migración (INM) y al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) tanto del municipio de Reynosa, como al del estado de Tamaulipas, con la finalidad de salvaguardar la integridad de aproximadamente 600 personas en calidad de migrantes que se encuentran albergadas en la Casa del Migrante “Senda de Vida”.
Este exhorto salió a la luz este sábado 24 de julio con motivo del apercibimiento de la Dirección de Obras Públicas de Reynosa, quien señaló que el albergue está construido en una zona de inundación del Río Bravo, por lo cual se considera que las personas que están ejerciendo su derecho a la movilidad están en riesgo.
Relacionado a esto, “Senda de Vida” recibió una petición por parte de la autoridad hídrica de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos para que desaloje el inmueble en un plazo de cinco días, pues éste será demolido, además, aseguran que el albergue fue construido sin el permiso de dicha Comisión.
La responsabilidad de mantener la integridad de las y los migrantes en suelo tamaulipeco recae en el INM y en el SNDIF, pues al interior del albergue se encuentran mujeres embarazadas, niñas, niños y adolescentes.
“Durante una visita realizada por personal de la CNDH a las instalaciones del albergue el pasado 21 de julio, el director de ‘Senda de Vida’ refirió que de las 600 personas alojadas, 250 son niñas, niños y adolescentes (NNA); asimismo, se constató que se alberga a mujeres embarazadas, personas que sufren enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes e hipertensión arterial, así como personas con discapacidad audiovisual, motriz y psicosocial”, se lee en el comunicado del órgano dirigido por Rosario Piedra Ibarra.
Por su parte, relata la CNDH, la Comisión de Derechos Humanos del estado de Tamaulipas, solicitó medidas cautelares a la Secretaría de Obras Públicas del Ayuntamiento de Reynosa, mismas que fueron negadas por aquella institución.
Es en este contexto en el que la CNDH emitió las medidas cautelares que consideró pertinentes, mismas en las que solicitó realizar las acciones necesarias para garantizar la atención humanitaria que sea suficiente en caso de que las personas albergadas en la Casa del Migrante “Senda de Vida” sean desalojadas.
Al respecto, solicitó que la pandemia por COVID-19 sea considerada como criterio ante el inminente desalojo y, que de manera coordinada y de acuerdo con sus competencias y atribuciones, se implementen acciones inmediatas para que “sean trasladadas a un nuevo espacio o lugar para su alojamiento, en condiciones dignas y con seguridad, proporcionando alimentación nutritiva, suficiente y de calidad”.
Asimismo, la dependencia a cargo de Piedra Ibarra solicitó la atención médica y psicológica que requieran, priorizando en todo momento a las NNA, mujeres embarazadas y personas con discapacidad, con pleno respeto a su dignidad y derechos humanos.
Dichas medidas ya fueron notificadas a las autoridades locales y federales, por lo que la CNDH permanecerá atenta a su respuesta. Finalmente, la institución señaló que se dará seguimiento, realizará la investigación respectiva y, en su momento, resolverá lo procedente, vigilando que se respeten los derechos humanos de las personas en situación migrante.
Cabe destacar que la cercanía de la ciudad de Reynosa con Estados Unidos vuelve al municipio capital de Tamaulipas un punto rojo en el cruce de migrantes tanto de México como de diversos países de América Latina como los de Ciudad Juárez, en Chihuahua, y Tijuana, en Baja California.
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