La mitad de los cuerpos reportados como no identificados en las fosas comunes localizadas en panteones públicos de todo México, se concentran en las áreas metropolitana del Valle de México –conformada por las alcaldías de la Ciudad de México, 59 municipio del Estado de México y uno de Hidalgo– y en Acapulco, en el estado de Guerrero.
Así lo revela datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su Recopilación de Información de Panteones Públicos. El informe señala que en todo el territorio nacional hay unos 4.910 cadáveres humanos sin identificar por las autoridades. De 1.654 de esos cuerpos están en el centro del país. Otros 1.050 yacen en las morgues de Acapulco.
Así, solo en el Valle de México se tiene el registro de 2.379 cuerpos enterrados en los cementerios públicos. De esos, el 70% no habría sido identificado, por lo que quedaron a la espera de que alguna persona acuda a reconocerlos. De hecho, el INEGI señala que solo en la capital del país cada año se registran un promedio de 49 cuerpos en calidad de desconocidos en las fosas comunes. Y fue precisamente el 2020 el año que en la cifra fue más alta.
Este panorama, señala el diario mexicano Milenio, se dio a la vez del azote de la pandemia del COVID-19, que sumó unas 30.000 defunciones a las que se tenían previstas. Información de la Dirección General de Registro Civil de la capital mexicana arroja que en el pasados año 2020 se registraron 260.799 muertes que atienden a distintos motivos.
Por otro lado, se tiene que, coincidente con los altos niveles de violencia que se registran en el Estado de México, es en los municipios de esa entidad donde se tienen registrados la mayoría de los cuerpos no identificados que se contabilizan en el Valle de México. Ahí suman unos 896 cuerpos pendientes de ser reconocidos, a comparación de los 758 cadáveres que se encuentran en el Panteón Civil de Dolores, donde está la única fosa común de la Ciudad de México.
Cabe señalar que un cuerpo primero se analiza en la morgue se les lleva a cabo una autopsia para dar con los motivos del deceso y, de encontrar la identidad de las personas, se emite un certificado de defunción y se entregan los restos a la familia. Pero cuando se desconoce la identidad de la persona fallecida, los médicos forenses crean un registro de antropología, fotografías de dientes y dactiloscopia, por si más adelante alguien reclama el cuerpo.
El Instituto de Ciencias Forenses tiene reportes de que cada año llegan unos 5.000 cuerpos al anfiteatro. Entre el 10 y 15 por ciento de las veces los cuerpos se quedan sin ser reclamados.
Y en el caso de Acapulco, destaca el medio mexicano, será más tiempo el que pasen los cuerpos sin identificar en ser reclamados ya que la estadística que tienen es que solo el 2 por ciento de los cuerpos que se encuentran en la fosa común, son identificados por las autoridades. De acuerdo con el INEGI, en esa fosa se registraron unos 1.074 fallecidos ingresados. De esos, 1.050 se encuentran aún como desconocidos. Pero los otros 24 cadáveres, aunque ya fueron identificados, no han sido reclamados por nadie.
El crimen organizado y la violencia que desatan en los lugares en los que operan es una de las principales causa de los decesos. Acapulco, por ejemplo, es el quinto municipio más violento de México, sumando en lo que va del año 197 homicidios. Y a eso de le deben sumar las fosas clandestinas que han sido halladas en Guerrero durante los últimos meses, algunas en varias colonias del municipio costero.
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