Álvaro Edén Valenzuela Díaz como tantos otros mexicanos ha conocido la cara más violenta de México. El joven, originario de Empalme, Sonora, de 29 años, fue secuestrado por supuestos miembros del grupo criminal Los Salazar, una escisión del Cártel de Sinaloa en la entidad.
Según se exhibe en un video, Edén Valenzuela, a quien sus familiares buscan desde el pasado 7 de julio, aparece con la cara cubierta y amordazado por sus captores. Los allegados del joven han dicho que desapareció tras salir de su casa.
La grabación fue mostrada a través de redes sociales. De acuerdo con los medios locales, pocos días después de haberla realizado, seis hombres de esta célula delictiva, que presuntamente están involucrados en el crimen, fueron capturados por la Policía Estatal de Seguridad Pública en Sonora.
A través de un comunicado la institución informó que los sujetos identificados como Daniel “N”, Marco “N”, Rafael “N”, Rosario “N” y Juan “N” de 48,18, 22, 26 y 27 años de edad, respectivamente, asimismo, un menor de 17 años de edad habían sido detenidos.
Los detalles indicaban que el 18 de julio un operativo coordinado se percató de la presencia de hombres armados a bordo de dos vehículos, una de las cuales era una vagoneta Jeep, línea Compass y el otro auto un Dodge, Journey.
Durante la inspección, les incautaron 5 armas de fuego de las conocidas como AK-47 calibre 7.62x39mm y 1 fusil 5.56x45mm, también más de 1,200 cartuchos, más de 50 cargadores y 6 chalecos balísticos.
La PESP indicó que los sujetos se presumen inocentes mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial.
El encuentro con la cara más violenta de México, ha provocado angustia en la familia Valenzuela Díaz que hasta el momento continúa en búsqueda de su familiar.
Las cruenta “narco guerra” que actualmente protagonizan en el norte de Sonora los grupos del crimen organizado conocidos como Los Salazar, aliado del Cártel de Sinaloa, y el grupo de Caborca que dirige Rodrigo Omar Paz Quintero, de 44 años de edad, sobrino del Rafael Caro Quintero “El Narco de Narcos”, tiene como epicentro el control de un extenso territorio donde se asienta una gran veta de oro que actualmente es propiedad de ejidatarios.
En esa disputa, ambos bandos tienen como aliados a poderosos políticos de Sonora que también desean quedarse con algunas hectáreas de esas áridas tierras, en su superficie, pero que son poseedoras de una gran riqueza en su subsuelo.
Las terrenos en disputa forman parte del Ejido el Bajío, ubicado a unos 65 kilómetros al este de Puerto Peñasco, ubicado al norte de Sonora, terrenos que por varios años estuvo usufructuando la minera Penmont, subsidiaria de Fresnillo PLC, propiedad del empresario mexicano Alberto Baillères.
Después de un complicado litigio agrario que duró varios años entre los ejidatarios contra la minera, Penmont les regresó los terrenos, donde quedó una gran cantidad de oro en una gran alberca con cianuro donde se extrae el metal oro.
Actualmente, tanto los ejidatarios y la Minera Penmont están denunciando la entrada de grupos criminales a la zona para quedarse con esos terrenos.
En un comunicado reciente la empresa denunció: “Minera Penmont, subsidiaria de Fresnillo plc, denuncia y rechaza enérgicamente las acciones criminales cometidas hace unos días por un grupo de personas que se dicen vinculadas con individuos que se acreditan como ejidatarios del Ejido el Bajío, pese a que son originarios de Sinaloa y ajenos a la región”.
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