Autoridades de Estados Unidos desarticularon una red de distribución de drogas del Cártel de Sinaloa, cuyas operaciones abarcaban Battle Creek y Kalamazoo en Michigan, y detuvieron a 12 personas vinculadas con la organización que dirige Ismael Zambada García, el Mayo.
A través del operativo After Hours, la Administración del Control de Drogas (DEA) y la policía estatal de Michigan comenzaron indagatorias de esta célula delictiva desde mediados de 2017.
Y este 12 de julio, el Distrito Oeste de la entidad donde ocurrieron los delitos sentenció al último de los acusados, Ricardo Mercado Lozano, también conocido como Heriberto Diaz Lozano y/o Eddie Diaz.
Este sujeto, mexicano y residente de Greenwood, Indiana, fue condenado a 292 meses de prisión por el juez federal de distrito Paul L. Maloney, periodo equivalente a 24 años cuatro meses. De acuerdo con las investigaciones, Mercado Lozano era el proveedor regional de la célula delincuencial que abarcaba múltiples estados.
En Michigan operaba Andrew Bravo de Battle Creek, quien también fue acusado en la conspiración por narcotráfico. Este sujeto distribuyó cocaína y metanfetamina, así como heroína, fentanilo, éxtasis y marihuana en Battle Creek y Kalamazoo y sus alrededores entre mayo de 2017 y diciembre de 2019.
Bravo se declaró culpable de los cargos hace un año, el 4 de junio de 2020, y fue sentenciado a 264 meses tras las rejas el 5 de octubre pasado por el mismo juez Maloney.
Las autoridades acreditaron que Mercado Lozano era un miembro admitido del Cártel de Sinaloa y enviaba la droga a Andrew Bravo, quien a su vez la distribuía en las ciudades de Michigan indicadas. Pero sus operaciones de narcotráfico también abarcaban a cabecillas en Louisville, Kentucky.
Tras casi un año y medio de investigaciones, los agentes policiales y de la DEA detuvieron un vehículo que transportaba al menos 3.17 kilogramos de metanfetaminas el 17 de diciembre de 2018. El auto había salido de la casa del socio del Mayo Zambada en Kentucky.
En 2015, Mercado Lozano había sido deportado a México luego de cumplir cinco años encarcelado por haber cometido secuestro en Riverside, California. Así fue como se reforzaron las sospechas sobre él, pero hasta entonces apenas estaba por descubrirse el alcance de sus redes criminales con uno de los cárteles más poderosos y de mayor raigambre con vínculos en los cinco continentes.
“Estas condenas y sentencias son el resultado de una investigación a largo plazo de varias agencias sobre el tráfico de drogas de Andrew Bravo y sus co-conspiradores, quienes distribuyeron cocaína, metanfetamina cristalina, heroína, fentanilo y marihuana, entre otras sustancias controladas, en las comunidades de Battle Creek y Kalamazoo durante años“, dijo el fiscal federal Birge sobre este caso.
En el operativo participaron el Departamento de Policía de Battle Creek, la agencia de Investigación Criminal del Servicio de Impuestos Internos, Policía Estatal de Michigan, el Departamento de Policía del municipio de Emmett, el Departamento de Seguridad Pública de Kalamazoo, el Departamento de Policía de St. Joseph, el Departamento del Sheriff del Condado de Calhoun, la Policía del estado de Indiana y la Oficina del Sheriff del Condado de Kalamazoo.
“Este es ahora el duodécimo individuo condenado por participar en un ahora conspiración difunta para contrabandear drogas desde México, a través de California, hasta el oeste de Michigan”, dijo el agente especial a cargo de Homeland Security Investigation, Vance Callender.
Un duodécimo acusado se declaró culpable de cargos relacionados en California y espera la sentencia allí, sin embargo no se ha dado conocer su identidad.
“Continuaremos trabajando para garantizar que los delincuentes que trafican con estos venenos y causan estragos en nuestras comunidades enfrenten las consecuencias de sus actividades delictivas”, aseguró el agente especial a cargo de la DEA, Keith Martin.
Desde diciembre de 2019, cuando comenzaron los arrestos y cateos, los investigadores decomisaron cantidades de cocaína, fentanilo, heroína, metanfetamina cristalina, más de 50 libras de marihuana procesada y más de 300 marihuana, así como plantas, otras sustancias controladas, tres pistolas y más de 50 mil dólares en ingresos por drogas.
Los otros nueve imputados y sus delitos de condenas son: Mark Anthony Mosley condenado a 200 meses de cárcel; Christopher Michael Sueños, 168 meses; Rodney C. Compton, Jr., 100 meses; Erineo Wallace, 60 meses; Troy Edward Bush, 120 meses; Stacey Parcell Gibson, 84 meses; Wayne Henry Hawley, 120 meses; Cory Karl Cadieux, 37 meses; mientras que Jeremiah E. Smith ya cumplió su tiempo en prisión y está en liberación supervisada por un año.
De acuerdo con datos de la DEA, el Cártel de Sinaloa tiene presencia hasta en 50 ciudades de Estados Unidos. Se trata de una de las organizaciones del crimen transnacional más consolidadas y cuyo máximo líder, el Mayo Zambada, jamás ha pisado la cárcel en al menos cuatro décadas en el negocio del narcotráfico.
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