La expansión urbana en México le cuesta al país el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) y, de seguir la tendencia, será insostenible a largo plazo, advirtió este miércoles un estudio realizado por el Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por su sigla en inglés).
“La suma del gasto anual de desplazamiento de las familias y del costo de provisión de servicios públicos puede exceder el 1% del PIB del país cada año”, alertó en un comunicado Pablo Lazo, director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad de WRI México.
El informe “El costo de la expansión urbana en México”, presentado este día de manera virtual, señaló que las principales ciudades mexicanas están en grave riesgo debido a su crecimiento expansivo y desordenado y, de mantener el mismo ritmo, sería necesario que el gasto de las principales urbes aumentara hasta en 244%.
La estimación se realizó con base en cuatro componentes, los cuales fueron los costos de la construcción de la vivienda y su urbanización, las emisiones derivadas de la construcción, el costo del desplazamiento y el costo de provisión de servicios básicos.
El informe señaló que es urgente un cambio de políticas y acciones específicas para atender esos cuatro componentes.
El documento sostiene que el costo económico de la expansión urbana muestra que los patrones urbanos actuales son insostenibles financieramente da cara al futuro, y que las estrategias de ordenamiento urbano deben adecuarse al contexto y particularidades de cada ciudad.
La mejor opción para reducir en el largo plazo los costos urbanos, sugirió la publicación, es implementar una política de localización residencial cercana a los centros de empleo, que utilice de forma más eficiente el suelo e incremente la densidad.
Abundó que la política de localización por sí misma puede generar ahorros acumulados en los costos anuales superiores al 5%, “lo que favorecería especialmente a la población más vulnerable, con ahorros crecientes a lo largo del tiempo”.
Por último, el documento señala que las futuras acciones de planeación deben regirse bajo los principios de corresponsabilidad en la planeación urbana, de focalización del apoyo institucional en las zonas más vulnerables, y de una visión integral de la planeación que haga un análisis holístico de los impactos y beneficios del desarrollo urbano a corto y largo plazo.
El estudio fue realizado en ocho zonas metropolitanas que incluyen al Valle de México, Guadalajara (Jalisco), Monterrey (Nuevo León), Tijuana (Baja California), Reynosa (Tamaulipas), Mérida (Yucatán), Tuxtla Gutiérrez (Chiapas) y Culiacán (Sinaloa).
EFE
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