Durante la guerra contra el narco que comenzó en diciembre de 2006 y sigue hasta la fecha, han sido asesinados 324 agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de 582 que han muerto por accidentes y otras causas.
Informes del Ejército muestran que al menos el 55.67% de las muertes de soldados fueron agresiones con arma de fuego de manera directa y violenta en los sexenios de Felipe Calderón (2006-2012), Enrique Peña Nieto (2012-2018) y en lo que va del mandato de Andrés Manuel López Obrador (2018-2021).
Los datos consultados por Infobae México arrojaron que 293 militares murieron a balazos, aunque 31 más están registrados como Ejecutados. Estos últimos fueron catalogados de esa manera para el sexenio de Calderón.
En las administraciones posteriores ya no se usó la categoría, según la Relación de personal fallecido en aplicación de la Campaña Permanente Contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos al 1 de junio de 2021.
Al analizar los asesinatos por estados, Tamaulipas ha sido la entidad más letal para los castrenses, pues ahí fueron atacados 106 uniformados con arma de fuego de los 142 agentes muertos en esa zona fronteriza en los últimos tres sexenios. Ahí, al menos 36 murieron por accidentes aéreos y automovilísticos, ahogados o incluso por caída.
De diciembre de 2006 a junio de 2009, correspondiente al mismo periodo de la actual gestión de López Obrador, hubo 115 soldados muertos. De ellos, 35 fueron por agresión con arma de fuego; 24 por accidente aéreo; y 23 por accidente automovilístico.
Cabe destacar que en este lapso del gobierno de Felipe Calderón, 17 militares fueron Ejecutados tan solo del 15 de octubre de 2008 al 21 de diciembre de ese año, la mayoría en Guerrero y Nuevo León.
Fue una cifra alarmante para un tiempo de menos de tres meses y con rasgos de violencia y persecución contra elementos de la Sedena.
En los dos primeros años y medio de la administración de Enrique Peña Nieto, de diciembre de 2012 a junio de 2015, murieron 100 soldados. Una disminución apenas perceptible en relación con el mismo tiempo del sexenio anterior.
Sin embargo, hubo un aumento de militares asesinados por agresión con arma de fuego al registrar 57 casos. Del resto, 26 murieron por accidente con automóvil; cinco por accidente con arma de fuego; dos ahogados, dos atropellados y dos por accidente aéreo.
Ya en el periodo de López Obrador, de diciembre de 2018 a junio de 2021, ha habido 39 soldados muertos. Una disminución sustancial de hasta el 60% en comparación con las administraciones de Peña Nieto y Calderón.
Aunque la mayoría de los agentes, 21, perecieron por disparos. Al menos seis han acaecido por accidente aéreo, siete por percance automovilístico y dos ahogados.
En el mandato de AMLO, nueve militares fueron asesinados por agresiones con arma de fuego en Tamaulipas, cinco en Michoacán y cuatro en Guerrero.
Sobre los grados de los 582 castrenses muertos en los tres últimos sexenios: 245 eran soldados; 156 cabos; 77 sargentos; 73 tenientes; 23 capitanes; 17 subtenientes; 10 Coronel/Tenientes Coronel. Entre todos ellos se encuentran 36 elementos de las Fuerzas Especiales, de los cuales 23 fallecieron por agresión con arma de fuego y 13 por accidentes.
De los 142 agentes muertos en Tamaulipas, 77 corresponden al sexenio de Felipe Calderón; 54 con Peña Nieto y 10 con López Obrador.
Sinaloa, bastión histórico del cártel homónimo y el más consolidado en el mundo criminal, ha registrado 70 militares muertos en los tres últimos sexenios; 38 de ellos por accidentes aéreos, automovilísticos u otras causas, incluido golpe de calor.
En Michoacán, donde comenzó la guerra contra el narco, ha habido 64 elementos muertos desde diciembre de 2006 a la fecha. De ellos, 42 fueron con Felipe Calderón, 16 con Enrique Peña Nieto y 6 con AMLO.
Guerrero contabiliza 58 agentes de la Sedena que han fallecido en las tres últimas administraciones; 48 por disparos; 10 entre accidentes y arrastre por un río. Entre ellos, 33 bajas fueron con Calderón, 25 con EPN y cuatro con AMLO.
Después de esas entidades sigue Nuevo León con 34 elementos muertos, al menos 12 por accidentes. Así como Jalisco con 26, de los cuales solo cuatro fueron por accidentes. Cabe destacar que en el sexenio de Peña Nieto hubo un incremento de castrenses que perdieron la vida con 20 casos en este estado, mientras que con Calderón apenas habían sido cinco y con López Obrador solo va uno.
Para Veracruz se han contabilizado 24 militares acaecidos, la mitad por percances; Chihuahua, 29 en los tres sexenios pero 25 de ellos en el mandato de Felipe Calderón; en Sonora 20 en el sexenio calderonista y 28 desde 2006 hasta junio de 2021.
En Coahuila hubo 13 soldados que perdieron la vida, al menos 11 en el mandato de Felipe Calderón; Baja California 10, de ellos seis en el gobierno que comenzó la guerra contra el narco; en Zacatecas 17 casos, 13 con Calderón y cuatro con EPN. Nayarit 6 muertos, cuatro con Calderón y dos con Peña Nieto. En Durango 21: 11 por accidentes; 12 con Calderón, nueve con EPN y uno con AMLO.
Desde que los militares fueron utilizados para tareas de Seguridad Pública también se han perdido decenas de miles de vidas inocentes. Entre desaparecidos, secuestrados y ejecutados por quedar en el fuego cruzado de la narcoguerra.
Cabe mencionar que un sexenio como el de AMLO, donde hay mayor despliegue de castrenses que en administraciones anteriores, 199 mil 76 efectivos, también se trata de un periodo donde el presidente ha establecido una renuncia a la confrontación contra grupos criminales. Esto último explicaría en parte el menor número de soldados muertos.
Mientras tanto, y desde el 12 de mayo de 2020, las Fuerzas Armadas fueron formalizadas en actividades de seguridad, pues antes actuaban de facto y sin regulaciones específicas.
El Ejército y la Marina pueden intervenir legalmente en competencias que antes eran exclusivas de las policías civiles, con vigencia hasta el el 27 de marzo de 2024. Prácticamente, lo que resta del sexenio u ocho meses antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador concluya su mandato.
Con la tendencia de que más agentes de la Sedena perderán la vida en futuros enfrentamientos, lo mismo que posibles integrantes del crimen. En medio de una guerra que parece interminable.
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