El magnate mexicano de ascendencia libanesa, Carlos Slim Helú, dueño de empresas como Grupo Carso y América Móvil, actualmente es el hombre más rico de México y el número 16 a nivel global.
Slim Helú cuenta con una fortuna que asciende a los USD 55,930 millones. Aunque mucho se sabe sobre la vida pública y empresarial del magnate, poco se sabe sobre uno de los aspectos fundamentales y que incluso lo ayudaron a tener éxito: su vida amorosa.
Carlos Slim Helú estuvo casado con Soumaya Domit Gamayel hasta 1999, cuando ella falleció por problemas renales. Estuvieron casados por 33 años, y Slim, luego de Soumaya, no volvió a casarse ni a tener alguna otra relación.
Soumaya y Slim se conocieron muy jóvenes. Esto luego de que el empresario, que nació en la Ciudad de México un 28 de enero de 1940, se mudara a vivir a Polanco con su familia. Los padres de Slim eran inmigrantes libaneses, que llegaron a México a inicios del siglo XX, y comenzaron en el mundo empresarial al fundar una mercería en el corazón de la capital mexicana, que poco a poco rindió frutos y fue teniendo éxito.
Durante la Revolución Mexicana se hicieron de propiedades, y fue cuando se mudaron a la zona de Polanco, lugar en el que conocerían a otra familia de origen libanés, la familia de Soumaya.
Se cuenta que una ocasión en la que Slim acompañó a su madre al hogar de la familia de quien se convertiría en su esposa, quedó fascinado con la belleza de Soumaya Domit, hija de Antonio Domit y Lili Gemayel. Cabe resaltar que Soumaya también fue sobrina del expresidente de Líbano Amin Gemayel.
Cuando se conocieron, Carlos era mayor que Soumaya, pues ella apenas tenía 15 años, mientras que el empresario contaba con 24 años de edad. Se casaron en 1966, dos años después de conocerse, cuando él tenía 26 años y ella 17.
Un dato relevante sobre su boda, fue que los casó el padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, y quien fue acusado de abusar sexualmente de 60 niños.
Slim heredó de su padre, Julian Slim Haddad, la pasión por el emprendimiento. Además, Julian dio, tanto a Slim como a sus hermanos, una educación financiera impecable desde muy pequeños. Luego de terminar su carrera en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde estudió Ingeniería Civil, e impartir clases en la misma institución educativa, el empresario abrió una casa de Bolsa y comenzó a invertir, poco a poco, en la la compra de negocios. Todo esto, con ayuda de su amada Soumaya.
Posteriormente fundó un conglomerado de empresas, llamado Grupo Carso, llamado así porque es un conjunto de las primeras letras de los nombres de Carlos y Soumaya. La pareja tuvo seis hijos: Carlos Slim Domit, Johanna Slim Domit, Marco Antonio Slim Domit, Soumaya Slim Domit, Vanessa Slim Domit y Patricio Slim Domit.
Durante las más de tres décadas que estuvieron casados, la pareja se dedicó no solo a crear el imperio que ahora tiene el hombre más rico de México, sino que también participaron en causas altruistas como Fundación Telmex y viajar por todo el mundo para apreciar la cultura y el arte, pasión que, se dice, le contagió Soumaya a Carlos. Se dice que ella estaba lejos del estereotipo de señora de sociedad, y que al contrario, se caracterizaba por ser cariñosa y nada pretenciosa, aparte de que siempre se preocupaba por las luchas sociales y ayudar a quién pudiera.
La familia de Soumaya tenía un historial clínico en el que destacaban las fallas renales, pues su padre y su hermano habían fallecido por ese problema. Aunque ella recibió un riñón de su madre cuando tenía 30 años, las cosas se complicaron 20 años después, cuando tenía 50 años, y falleció en 1999.
Tras esto, Slim no volvió a casarse ni a hacer otra familia, y construyó el Museo Soumaya en su honor.
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