Nuevo semáforo rojo: por qué ya no habría cierre total de actividades

López-Gatell explicó que ya no son las mismas condiciones del inicio de la pandemia por COVID-19

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Hugo Lopez-Gatell aseguró que ya
Hugo Lopez-Gatell aseguró que ya no es necesario que se apliquen las mismas medidas del inicio de la pandemia (Foto: REUTERS/Edgard Garrido)

Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Promoción y Prevención a la Salud, señaló que han presentado una iniciativa para que no haya cierre absoluto de comercios y actividades cuando las entidades estén en color rojo del semáforo de alerta por COVID-19.

Durante su participación en la conferencia matutina de este martes, el funcionario señaló que están tratando de modificar algunos aspectos del semáforo epidemiológico, para que ya no cierren actividades como la educación.

“El jueves pasado presentamos ante el Consejo Nacional de Salud la iniciativa de modificación de ciertos aspectos de la metodología del semáforo de riesgo COVID porque ya incluso en el color más alto de la escala ya no implica cierres absolutos. Ya hay actividades públicas, en particular la educación, que no serán sujetas a cierre en el mismo contexto que fueron consideradas las actividades económicas esencial cuando el confinamiento fue severo”, relató.

Personas caminando en la CDMX
Personas caminando en la CDMX en semáforo amarillo (Foto: REUTERS/Luis Cortes)

El epidemiólogo indicó que la situación actual es distinta a la del inicio de la pandemia cuando se tomaron medidas más severas de distanciamiento social para mitigar el contagio del virus SARS-CoV-2.

Señaló que en ese entonces estaban tratando de obtener más tiempo para capacitar al personal médico y hospitales, así como adquirir equipo médico necesario para la enfermedad que también era nueva.

“Lo que uno le puede pedir a la sociedad en términos de reducción de la movilidad no es lo mismo hoy que en febrero de 2020. Tratar de forzar la situación cuando ha habido importantes efectos en la vida pública, económicos, sobre todo para las familias que tienen mayor escasez de recursos [...], no podemos forzar las cosas y que la gente siga sufriendo la adversidad social y económica. Tiene consecuencias económicas generales para el país y también no es conveniente forzarlo”, señaló.

En ese sentido, dijo que no será de extrañar que aún cuando una entidad retroceda a color rojo por alerta de COVID-19, haya establecimientos que no son de primera necesidad que estén abiertos al público. Aunque no por ello se deben olvidar las medidas básicas de sanidad como uso de cubrebocas, lavado constante de manos, uso de gel antibacterial, entre otros.

Decenas de personas, en su
Decenas de personas, en su mayoría jóvenes, realizan fila para realizarse la prueba COVID-19 (Foto: Cuartoscuro)

“No debe extrañar que haya espacios públicos que permanezcan abiertos aun cuando haya crecimiento de la epidemia como en Quintana Roo, pero lo que sí es muy, muy importante es que las distintas medidas de seguridad sanitaria se cumplan a cabalidad en esos espacios públicos y en la periferia”, dijo.

Aseguró que a 17 meses después de la pandemia hay un escenario completamente diferente, pues durante este tiempo también se han aprendido una serie de lecciones, como lo es el protocolo de reconversión hospitalaria, establecido desde julio del 2020.

Otro de los puntos que hacen diferente la situación actual a la de antes, es que ahora México cuenta con distintos materiales y equipos, así como la experiencia de activar unidades de atención hospitalaria eficiente.

Gente compra en un mercado
Gente compra en un mercado aún en pandemia (Foto: REUTERS/Luis Cortes/File Photo)

“Hay ámbitos específicos, se han destacado, el presidente los ha mencionado, en particular el de la educación pública (que no puede cerrar) por las consecuencias que tiene sobre la juventud y la niñez el estar en este estado especial a nombrar de reclusión, eso tiene consecuencias emocionales, sicosociales”, dijo.

Asimismo, dijo que en países con alta cobertura de vacunación, cómo lo es México, el COVID-19 ya no es una enfermedad con un comportamiento virulento. Es decir, aunque sigue provocando contagios y muertes, se ha reducido la proporción de la sociedad que ha sido afectada.

Finalmente, dijo que debe haber un “balance entre confinar para reducir los contagios y desconfinar para evitar el daño social es un equilibrio continuamente en revisión, es un equilibrio dinámico”.

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