“No tiene ‘los tamaños’ de su padre”: la nota que enfureció al “Mini” Lic y desató una cobarde venganza

Cinco testimonios recabados por la FGR y otra serie de pruebas fueron el fundamento para que el gobierno mexicano solicitara a Estados Unidos la entrega de El Mini Lic por el asesinato del periodista

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Javier Valdez (Foto: Cuartoscuro)
Javier Valdez (Foto: Cuartoscuro)

Al menos cinco testimonios recabados por la Fiscalía General de la República (FGR) respaldaron la versión de que Dámaso López Serrano, alias El Mini Lic, fue el autor intelectual del asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas, ocurrido en mayo de 2017.

Esos testimonios y otra serie de pruebas fueron el fundamento para que el gobierno mexicano solicitara a Estados Unidos la entrega de El Mini Lic, quien ya cuenta con una orden de aprehensión para que sea juzgado por el homicidio del cofundador y editor del semanario Ríodoce.

Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), dijo que Valdez Cárdenas fue asesinado por el seguimiento puntual que hizo al vacío de poder que dejó tras de sí Joaquín El Chapo Guzmán cuando fue capturado, y que devino en la disputa que sostuvieron Los Chapitos contra Dámaso López Núñez El Licenciado y su hijo.

Según el fiscal, la orden para asesinar al periodista se dio cuando el hijo del Licenciado acudió a principios de la semana del 7 al 14 de mayo de 2017 al pueblo El Dorado, en Sinaloa, para reunirse con un grupo de sicarios a los que les ofreció 100,000 pesos y un arma modificada (con joyas de lujo) a cambio de la vida de Javier Valdez.

Dámaso López Serrano, alias El Mini Lic
Dámaso López Serrano, alias El Mini Lic

Los investigadores que siguieron de cerca el caso de Valdez se enfocaron en los textos periodísticos que escribió el autor en de libros como Malayerba y Los morros del narco sobre la disputa por el poder del Cártel de Sinaloa.

Uno de esos artículos, publicado en la edición del 7 de mayo, habría enfurecido al Mini Lic y habría desencadenado la orden. “Se identificaron varias circunstancias desde la portada (del semanario) que gráficamente refería que ya habría un ganador en el conflicto (que vivían las facciones del cártel de Sinaloa) y los Dámasos eran los perdedores”, detalló el fiscal a La Jornada.

“En una de las páginas Javier publicó ‘Dámaso y la escuela del gran dado’, esa nota fue analizada con mucho detalle y fue parte esencial de juicio en donde determinamos que la manera en que Javier se expresó de López Serrano fue fundamental. Hace una descripción de él como pistolero de utilería, alguien que no tiene ‘los tamaños’ de su padre para obtener un liderazgo dentro de la organización criminal y que no tiene posibilidad de competir contra los hijos de Guzmán Loera”, explicó.

Por el asesinato de Javier Váldez hasta ahora se han librado cuatro órdenes de aprehensión. Sin embargo, una de ellas, emitida en contra de Luis Ildefonso Sánchez Romero, El Diablo, uno de los autores materiales, no se pudo cumplir porque el sicario fue asesinado en septiembre de 2017 en San Luis Río Colorado, Sonora.

Javier Valdez (Foto: Cuartoscuro)
Javier Valdez (Foto: Cuartoscuro)

Las autoridades condenaron en marzo de 2020 a Heriberto Picos, El Koala, a 14 años y ocho meses de prisión. El Koala aceptó ser testigo colaborador de la FG) y aportó pruebas de la responsabilidad de El Mini Lic en el homicidio.

Tres meses después un juez federal sentenció a 32 años de prisión a Juan Francisco Picos, El Quillo. Él fue uno de los sicarios que disparó contra el periodista.

Javier Valdez Cárdenas fue asesinado el 15 de mayo del 2017 cuando salía de las oficinas del semanario Riodoce. El periodista abordó su automóvil Corolla rojo en el cual fue perseguido y calles más adelante interceptado por otro vehículo en el que viajaban tres personas encapuchadas.

Fue así que El Quillo y, presuntamente, El diablo bajaron a Valdez de su auto, lo asesinaron con 12 balazos y huyeron con su vehículo, el cual las autoridades lo localizaron ese mismo día estrellado y abandonado sobre la banqueta, aún con el motor encendido y con la palanca en Drive. Adentro estaba su mochila sin su computadora. Se la habían llevado.

“Doce disparos le habían pegado a Javier para arrancarle la vida. Doce tiros después de las doce”, escribió Ríodoce el 22 de mayo, una semana después de su asesinato.

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