Andrés Ulises Castillo Villarreal, “El Descuartizador de Chihuahua” que fue condenado a 120 años de prisión

En el 2017 fue sentenciado por haber violado y asesinado a hombres jóvenes en la capital del estado

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Aunque él mismo confesó haber matado a 12 personas, las autoridades sospechan que el número es más alto (Foto: Jovani Pérez/Infobae México)
Aunque él mismo confesó haber matado a 12 personas, las autoridades sospechan que el número es más alto (Foto: Jovani Pérez/Infobae México)

La entidad federativa de Chihuahua, al norte de México, es conocida por distintos crímenes como las muertas de Juárez. Sin embargo, existe el caso de un asesino serial que habitó y mató en el estado y que pocos conocen.

Andrés Ulises Castillo Villarreal nació en la capital, Chihuahua, en 1980. Entre los años 2009 y 2015 asesinó y violó a por lo menos tres hombres jóvenes. También abusó sexualmente a un adolescente. Pero él mismo confesó haber matado a 12 personas.

La historia lo identificaría como El Descuartizador de Chihuahua o El Descuartizador de la Desarrollo Urbano. En el 2017 fue sentenciado a una condena de 120 años de cárcel.

Autoridades estatales determinaron que su modus operandi era similar al de otros asesinos seriales. Castillo Villarreal laboraba como narcomenudista y atraía a su víctimas prometiéndoles drogas.

Castillo Villarreal laboraba como narcomenudista y atraía a su víctimas prometiéndoles drogas (Foto: Fiscalía de Chihuahua)
Castillo Villarreal laboraba como narcomenudista y atraía a su víctimas prometiéndoles drogas (Foto: Fiscalía de Chihuahua)

El criminal los llevaba en su automóvil a lugares solitarios, a las afueras de la ciudad o a sus propios domicilios, donde los drogaba para que estuvieran inconscientes.

Después los golpeaba en la cabeza con un objeto para incapacitarlos todavía más. Y cuando no podían moverse o pelear, los violaba. Cuando terminaba les volvía a pegar hasta matarlos.

De acuerdo con medios locales, los cadáveres de los jóvenes siempre eran descuartizados con una sierra de calar. Posteriormente, el asesino transportaba los restos humanos en una carretilla para abandonarlos, y ahí los escondía parcialmente o los enterraba completamente.

Por lo menos una de sus víctimas fue enterrada debajo del piso de su casa, reportó CNN. Además, como si fuera su propia firma, siempre dejaba juguetes al lado de los cuerpos desmembrados.

Después los golpeaba en la cabeza con un objeto para incapacitarlos todavía más. Y cuando no podían moverse o pelear, los violaba. Cuando terminaba les volvía a pegar hasta matarlos (Foto: Fiscalía de Chihuahua)
Después los golpeaba en la cabeza con un objeto para incapacitarlos todavía más. Y cuando no podían moverse o pelear, los violaba. Cuando terminaba les volvía a pegar hasta matarlos (Foto: Fiscalía de Chihuahua)

La primera víctima que se le identificó fue un hombre de 22 años de edad del municipio de Delicias llamado Lorenzo Ernesto Olivas Barrios. El joven se había mudado unos meses antes a la capital para trabajar en una compañía de alimentos, informó la Fiscalía General del Estado en ese entonces.

Vivía con familiares en la colonia Vista Hermosa cuando desapareció el 13 de noviembre del 2015. Le dijo a un pariente que iba a salir a la calle para comprar comida para cenar, pero nunca regresó.

El 16 de noviembre, tres días después, se denunció su desaparición. Una jornada más tarde recibirían noticias sobre su paradero: las autoridades hallaron el cadáver descuartizado de Olivas Barrios en la colonia Desarrollo Urbano. Vecinos de la zona reportaron el avistamiento.

El cuerpo estaba en diferentes ubicaciones. Primero se encontraron los brazos y las piernas dentro de una casa abandonada en las calles Novena y San Abel. Dos días después, en las calles Once y Álamos, el torso y la cabeza dentro del tronco de un árbol. Una parte de un triciclo estaba encima de los restos.

Una jornada más tarde recibirían noticias sobre su paradero: las autoridades hallaron el cadáver descuartizado de Olivas Barrios en la colonia Desarrollo Urbano (Foto: Fiscalía de Chihuahua)
Una jornada más tarde recibirían noticias sobre su paradero: las autoridades hallaron el cadáver descuartizado de Olivas Barrios en la colonia Desarrollo Urbano (Foto: Fiscalía de Chihuahua)

Pruebas de ADN confirmaron su identidad: las autoridades revelaron que la noche del 13 de noviembre, la víctima fue a un bar llamado California y ubicado en el cruce de la avenida Nueva España y Francisco R. Almada, donde conoció a Castillo Villareal.

Se fueron juntos a su casa en la calle Novena, donde después de consumir metanfetaminas, el asesino golpeó, violó y asesinó a la víctima. Medios informaron que le pegó a su cráneo con un martillo hasta destruirlo.

Tras descuartizar el cuerpo en el baño, amenazó y obligó a un adolescente a ayudarlo a transportar los restos. Después de deshacerse del cuerpo regresaron al domicilio, donde limpiaron y pintaron las paredes llenas de sangre.

El Descuartizador de Chihuahua también violó al adolescente.

Tras descuartizar el cuerpo en el baño, amenazó y obligó a un adolescente a ayudarlo a transportar los restos (Foto: Fiscalía de Chihuahua)
Tras descuartizar el cuerpo en el baño, amenazó y obligó a un adolescente a ayudarlo a transportar los restos (Foto: Fiscalía de Chihuahua)

El 13 de diciembre de ese mismo año se hallaron más restos de otro hombre cerca de donde se había encontrado a Olivas Barrios. A este cuerpo solamente le habían amputado las piernas hasta sus rodillas y envueltas en una cobija.

Las otras partes estaban en el tronco del árbol y el cráneo destruido. Sin embargo, esta víctima registraba heridas de bala de un arma de fuego calibre .22. Otra sección del mismo triciclo también fue abandonada ahí mismo.

Las similitudes entre los dos descubrimientos alertaron a los agentes de seguridad que se trataba probablemente del mismo asesino. La segunda víctima fue identificada como Daniel Alfonso Rodríguez Morales, de 22 años de edad, y apodado El Troya. Él también vivía en la colonia Desarrollo Urbano y fue visto por última vez con vida el mismo día que se hallaron sus restos.

Después de haber asesinado a su primera víctima, el Descuartizador se mudó a la casa de un amigo en la calle Álamos, en Desarrollo Urbano, donde frecuentemente acosaba al adolescente que lo ayudó a transportar el cuerpo y a limpiar las paredes. El 13 de diciembre lo obligó a mudarse con él.

Las similitudes entre los dos descubrimientos alertaron a los agentes de seguridad que se trataba probablemente del mismo asesino (Foto: Fiscalía de Chihuahua)
Las similitudes entre los dos descubrimientos alertaron a los agentes de seguridad que se trataba probablemente del mismo asesino (Foto: Fiscalía de Chihuahua)

Un día, Andrés Ulises Castillo Villarreal invitó a Daniel Alfonso Rodríguez Morales, quien vivía en la misma colonia, a casa de un conocido. Ahí lo drogó enfrente del anfitrión y del adolescente, para después pegarle en la cabeza con una piedra y asesinarlo.

El Descuartizador amenazó de muerte a los dos testigos y les exigió ayudarlo para deshacerse del cadáver, publicó La Opción de Chihuahua.

Fernando Valles fue la última víctima confirmada de Castillo Villareal: desapareció el mismo día que Rodríguez Morales fue asesinado y encontrado. Valles era el hermano de un presunto amigo del asesino, Jesús Valles Gandarilla.

Éste declaró que Fernando había visitado a Castillo antes de desaparecer, sin embargo, también dijo que creía que su hermano lo había abandonado.

Siempre siguiendo el mismo patrón, utilizando una sierra para desmembrar los cadáveres, y el ritual de dejar juguetes al lado de los cuerpos (Foto: Fiscalía de Chihuahua)
Siempre siguiendo el mismo patrón, utilizando una sierra para desmembrar los cadáveres, y el ritual de dejar juguetes al lado de los cuerpos (Foto: Fiscalía de Chihuahua)

Castillo Villareal drogó, violó y golpeó a Fernando Valles en la misma vivienda donde asesinó a Rodríguez Morales. Su cuerpo fue hallado el 18 de diciembre: estaba enterrado en el piso del cuarto del asesino. Lo cubrió con rocas y cemento.

De acuerdo con EFE, su rostro y su cráneo estaban destruidos.

El Descuartizador de Chihuahua, al ser arrestado, confesó haber matado a 12 personas, pero la Fiscalía lo señala como sospechoso de aproximadamente 20 homicidios.

Algunos de los crímenes que se le presumen, desde el 2009 y hasta el 2015, son los asesinatos de José Urías Hernández, Miguel Ángel Castillo Quintana, Gabriel García Hernández, Guillermo Juárez Portillo, dos víctimas sin identificar, Gustavo Adrián Saldaña Hernández y José Manuel Chavira Olivas.

El 6 de enero del 2016, con cantidades de metanfetamina, fue arrestado "el Descuartizador de Chihuahua" (Foto: Fiscalía de Chihuahua)
El 6 de enero del 2016, con cantidades de metanfetamina, fue arrestado "el Descuartizador de Chihuahua" (Foto: Fiscalía de Chihuahua)

Profesionales catalogaron a Castillo como un psicópata y un sadista o sádico. Autoridades revelaron que el asesino fue abusado sexualmente durante su infancia, y que el hecho de que todas sus víctimas fuesen hombres podría ser, según las hipótesis, que el Descuartizador quería revivir los abusos pero con los roles invertidos: él sería el perpetrador con el poder y no el perjudicado indefenso.

Sus patrones obsesivos eran reflejados en su modus operandi. Siempre siguiendo el mismo patrón, utilizando una sierra para desmembrar los cadáveres, y el ritual de dejar juguetes al lado de los cuerpos.

El 6 de enero del 2016, con cantidades de metanfetamina, fue arrestado el Descuartizador de Chihuahua.

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