Sacerdote fue vinculado a proceso por abuso sexual contra menor de 11 años en Querétaro

El infante colaboraba con el párroco como monaguillo

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Antonio Ortega Cerbón, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), dijo en entrevista con medios locales que ya son cuatro casos judicializados de denuncias por abuso sexual contra sacerdotes en Querétaro. 
(Foto: Pixabay)
Antonio Ortega Cerbón, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), dijo en entrevista con medios locales que ya son cuatro casos judicializados de denuncias por abuso sexual contra sacerdotes en Querétaro. (Foto: Pixabay)

Un sacerdote de Querétaro fue vinculado a proceso por su presunta responsabilidad en el delito de abuso sexual en contra de un menor, así lo informaron las autoridades judiciales de la entidad.

Los hechos que se le imputan al párroco habrían ocurrido en el año 2019, cuando era sacerdote en la iglesia de la colonia Reforma Agraria, donde abusó sexualmente de un niño de 11 años de edad, quien era monaguillo en el lugar.

Por los hechos, un juez decretó la vinculación a proceso en contra del sacerdote al encontrar elementos suficientes sobre la presunta responsabilidad del imputado.

Un día antes, el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, afirmó que la iglesia católica tendrá cero tolerancia contra sacerdotes señalados por abusos contra menores.

Los hechos por los cuales se le imputan ocurrieron en 2019 (Foto: REUTERS/José Luis González)
Los hechos por los cuales se le imputan ocurrieron en 2019 (Foto: REUTERS/José Luis González)

Afirmó que la autoridad eclesiástica colaborará con las autoridades judiciales en las investigaciones.

Antonio Ortega Cerbón, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), dijo en entrevista con medios locales que ya son cuatro casos judicializados de denuncias por abuso sexual contra sacerdotes en Querétaro.

“Hemos tenido unos cuatro casos en el tribunal. Les podría decir que a mí me tocó atender uno en el 2010, afortunadamente, son poquitos, pero un periodo largo”, declaró.

PEDOFILIA EN MÉXICO

El pasado 3 de marzo, el sacerdote Aristeo Baca fue sentenciado a 34 años y 5 meses de prisión, por los delitos de violación y abuso sexual agravado contra una menor de 8 años.

Dentro de la resolución judicial, se contempló que el sacerdote deberá además cubrir un pago de 59,000 pesos por concepto de reparación material que serán destinados para la atención de la víctima.

El 22 de febrero se le encontró culpable por los jueces asignados al proceso. Sin embargo, el Ministerio Público pidió que se le dieran 83 años cárcel, además de las medidas de reparación para la víctima y su familia como terapia psicológica, entre otras.

El Tribunal encontró culpable a Aristeo Baca por dos violaciones y un abuso sexual en contra de la niña.

El pasado 3 de marzo, el sacerdote Aristeo Baca fue sentenciado a 34 años y 5 meses de prisión
(Foto: FGE)
El pasado 3 de marzo, el sacerdote Aristeo Baca fue sentenciado a 34 años y 5 meses de prisión (Foto: FGE)

A través de un video el abogado del sacerdote y ex secretario del Ayuntamiento, Maclovio Murillo, dijo que la defensa de Aristeo Baca apelará la decisión de los jueces para que magistrados del Tribunal Superior del Estado resuelvan si la sentencia se mantiene, se revoca, o se modifica.

La víctima –actualmente de 13 años– contó que a los 7 años comenzó a servir en la iglesia y un año después se convirtió en monaguilla.

Cada domingo llegaba unos 40 minutos antes del inicio de la misa acompañada de su padre, quien se enfocaba en acomodar el altar, preparar las túnicas, revisar la distribución de las sillas del templo, preparar el vino y el agua y dar las campanadas. Mientras, ella se quedaba en la casa parroquial a solas con el presbítero.

La adolescente dijo que la primera vez que fue agredida por Aristeo ocurrió en el 2015, en la casa parroquial ubicada en la colonia Santa María, y la última agresión la sufrió el 28 de enero del 2018. Su testimonio, al igual que el resto de la información, fue escuchada en la sala donde se hallaba el sacerdote y su equipo de abogados, las fiscales, integrantes de organizaciones civiles así como en un recinto preparado para que reporteros de diferentes medios de comunicación escucharan la diligencia –a la que solo se tuvo acceso por audio–, para garantizar el principio de publicidad que rige al actual sistema de justicia penal.

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