Después de varios meses de huir de la justicia de Estados Unidos, el presunto narco sinaloense, Reyes Espinoza, aceptó finalmente su destino: las autoridades de aquel país lo tenían arrinconado.
Reyes Espinoza, según reveló el gobierno estadounidense, fue el objetivo de lo que el Departamento de Justicia de EEUU bautizó como la operación Crystal Shield, que no era más que el conjunto de una investigación que revelaba el presunto modus operandi del Cártel de Sinaloa para enviar droga al país norteamericano.
Según reveló el gobierno de EEUU, el pasado 29 de junio, un grupo de al menos 100 agentes federales, interceptó un cargamento de metanfetaminas, propiedad del Cártel de Sinaloa que tenía como destino el sur de California.
El golpe (brutal) dio como resultado el arresto de por lo menos 30 criminales que formaban parte de una red identificada en las fronteras de Tijuana, Tecate, Mexicali y San Luis Río Colorado.
Los documentos advertían que los métodos de transporte de esta célula incluía motos en las que eran traficadas hasta 15 bolsitas de 200 gramos de droga, y las cuales eran ocultadas en el compartimento de la gasolina de la unidad.
La investigación, sin embargo, reveló algo más: los nexos entre los narcos mexicanos y los nacientes cárteles de Estados Unidos.
El periodista Miguel Ángel Vega advierte que aunque la mayoría de la droga, especialmente el crystal, es enviado de México a Estados Unidos, varios de estos paquetes viajan hasta Australia y Nueva Zelanda.
El seguimiento realizado por Miguel Ángel Vega advierte que los ciudadanos estadounidenses que envían la droga al otro lado del mundo, tienen una ganancia superior a la del narco mexicano, que envía la mercancía a la nación norteamericana.
A finales del mes pasado, la Administración para el Control de Drogas en Estados Unidos desarticuló una red de narcotráfico vinculada al Cártel de Sinaloa que operaba en San Diego, California, para transportar toneladas de metanfetamina y otros narcóticos ilícitos.
Las autoridades informaron que la operación terminó con 44 arrestos, USD 250 mil, 200 libras de metanfetamina y fentanilo y más de un centenar de armas de fuego.
La investigación desmanteló una red narcotraficante que enviaba drogas por California supuestamente liderada por un residente estadounidense de nombre Reyes Espinoza, de 35 años, quien fue detenido el mes pasado en el Aeropuerto Internacional de San Diego tras llegar de Minnesota. De acuerdo con las autoridades, la familia de Reyes Espinoza también estaba involucrada en el tráfico de drogas.
La acusación formal contra esta red internacional impuso a 60 personas cargos relacionados con tráfico de drogas, lavado de dinero y armas de fuego, entre otros. El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que la DEA aún busca a 16 integrantes de esta célula criminal.
La imputación busca que se confisquen varias propiedades, vehículos de alta gama y grandes sumas en efectivo que pertenecen a estos acusados, detalló el DOJ.
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