Luego de ser ignorado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, este martes el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, se reunió con el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova.

A través de un comunicado, el presidente del INE señaló que el mandatario perredista visitó sus oficinas en la Ciudad de México para expresarle una serie de “inquietudes” y consideraciones respecto del proceso de las elecciones intermedias, celebradas el pasado domingo 6 de junio.

Asimismo, Aureoles le entregó al INE un documento en el que hace algunas propuestas que, desde su punto de vista, podrían mejorar y blindar los procesos electorales del futuro.

Cabe mencionar que antes del encuentro, el gobernador michoacano informó a través de su cuenta de Twitter que llevaría “pruebas” de la supuesta intervención del crimen organizado para favorecer a Morena en dicha entidad.

Incluso, escribió que es inadmisible que el miedo y la delincuencia le arrebaten al pueblo michoacano su derecho a decidir.

El 29 de junio, Aureoles Conejo acudió a la puerta de Palacio Nacional para intentar hablar con el presidente Andrés Manuel López Obrador para entregarle las supuestas pruebas de los nexos de Morena con el crimen organizado.

“El presidente @lopezobrador_ me pidió pruebas sobre la vinculación de Morena con el crimen organizado y su intervención en la elección. Hoy le solicito audiencia para mostrarle toda la información que tengo personalmente ya que es un tema muy delicado y peligroso para la nación”, publicó el mandatario estatal en Twitter ese día.

Sin embargo, López Obrador no lo recibió y dijo que si se trataba de cuestiones judiciales, debería ir a la Fiscalía General de la República (FGR).

“No puedo yo estar aquí recibiendo a personas, a autoridades, para atender cuestiones electorales, o acusaciones de tinte político electoral, no me corresponde eso, hay que respetar la investidura presidencial”, dijo el titular del Ejecutivo federal en conferencia matutina.

A lo anterior, Aureoles Conejo respondió: “Tampoco vengo a faltarle el respeto a la investidura presidencial, yo sí soy hombre de leyes y de instituciones y sé respetar, y la investidura nunca estará en riesgo si me recibe”.

Todo comenzó el pasado 23 de junio, en medio de las impugnaciones por una elección gubernamental muy cerrada entre Alfredo Ramírez Bedolla, de la coalición Morena-PT, y Carlos Herrera Tello, de “Va por México” (PAN-PRD-PRI). Y es que en entrevista con Ciro Gómez Leyva, Silvano Aureoles dijo que si se confirma que Ramírez Bedolla quedará de gobernador en Michoacán, “el crimen organizado va a poner otra vez al gobernador. Es decir, Alfredo Ramírez Bedolla, representara otra vez al crimen organizado en el gobierno de Michoacán, porque ellos lo pusieron”.

“El presidente López Obrador debe estar muy preocupado porque el partido que él fundó está al servicio del crimen organizado, México se encamina a ser un narcoestado”, continuó en sus declaraciones Silvano Aureoles.

El todavía gobernador aseguró que Morena es un narcopartido y que la elección debe anularse, pues “los michoacanos no queremos que regrese el narcogobierno, un gobernador impuesto por el crimen organizado”.

Indicó que el primer convencido de que las elecciones debían anularse es el presidente López Obrador, si es que tiene los datos correctos, coincidirá con él, pues no debe permitir que se tengan narcogoniernos. Sin embargo, días más tarde el INE ratificó la victoria de Ramírez Bedolla.

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