El misterio de Fernando Hernández Leyva, el criminal que confesó haber matado a más de 100 personas

El caso dividió a los ciudadanos de Cuernavaca, y de todo el país, sobre la pena de muerte, prohibida hasta hoy en día

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Según las autoridades mexicanas, los
Según las autoridades mexicanas, los crímenes fueron cometidos a lo largo de diversos años en las entidades federativas de Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Colima, y Morelos (Fotoarte: Steve Allen)

Es uno de los asesinos seriales más prolíficos en la historia de México. También es uno de los menos conocidos. Nació en la ciudad de Cuernavaca, capital de Morelos, en 1964. Pero hasta la fecha poco se sabe de su vida. Fernando Hernández Leyva es casi un misterio.

En 1986, cuando tenía solamente 22 años, fue condenado por 33 cargos de homicidio perpetrados en cinco entidades federativas del país. Era un criminal motivado por el interés: organizado, hedonista, y nómada.

Se desconocen con exactitud las condiciones de su infancia, el contexto en el que creció y qué lo llevó o motivó a matar.

Sin embargo, él mismo confesó haberle quitado la vida a alrededor de 100 personas. Algunos reportes señalan que el número atribuido de presuntos asesinatos asciende a 137 casos.

Durante un periodo de 13
Durante un periodo de 13 años fue arrestado en dos ocasiones, y en ambas logró escapar de su celda. La primera lo logró cavando un túnel en una pared (Foto: Cuartoscuro)

Durante un periodo de 13 años fue arrestado en dos ocasiones, y en ambas logró escapar de su celda. La primera lo logró cavando un túnel en una pared.

La última vez que fue arrestado fue en el año de 1999, pero en esa ocasión no pretendió huir. Fernando Hernández Leyva intentó suicidarse colgándose en prisión: no lo logró porque, señalan distintas versiones, su peso provocó que la cuerda se rompiera. Por la caída sufrió de heridas menores.

Dentro de la cárcel, una evaluación psicológica concluyó que el asesino serial tenía una personalidad psicopática y que mataba porque lo disfrutaba y le satisfacía.

Cuando las autoridades declararon y la prensa difundió que habían capturado a una persona que afirmaba haber asesinado a más de 100 personas, hubo varios escépticos entre la población porque no existía un registro de la mayoría de los presuntos homicidios, señaló Jeff Mariotte en su libro Criminal Minds: Sociopaths, Serial Killers, and Other Deviants.

La prensa le apodó "Pancho
La prensa le apodó "Pancho López" (Foto: Cuartoscuro)

No obstante, poco a poco comenzaron a salir a la luz más detalles sobre su historia. Hernández Leyva había sido arrestado por primera vez en 1982 pero escapó de su custodia hasta ser definitivamente capturado en 1999.

La prensa le apodó Pancho López. Aunque el video de la transmisión no puede encontrarse en internet, reportes afirman que el asesino seria apareció frente a cámaras de televisión, donde confesó haber matado a más de 100 personas y haber secuestrado a seis.

Distintos medios difieren en cuántos estados de México perpetró sus crímenes: algunos informan que fueron cuatro y otros cinco. Cuando le preguntaron por qué lo había hecho, respondió que “los había asesinado a todos porque tenía que hacerlo. No sabía hacer otra cosa”.

En su juicio fue acusado, junto con otros tres presuntos cómplices, de varios cargos por los delitos de robo y secuestro, además de los 137 homicidios que al final se le atribuyeron.

Fernando Hernández Leyva fue trasladado
Fernando Hernández Leyva fue trasladado a un reclusorio en Morelos, el estado que lo vio nacer, esposado y con un chaleco antibalas (Foto: Twitter/@CrimepsychT)

Según las autoridades mexicanas, los crímenes fueron cometidos a lo largo de diversos años en las entidades federativas de Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Colima y Morelos.

Poco después de que inició su proceso judicial, Pancho López se retractó de sus declaraciones y dijo que los guardias y detectives lo habían golpeado para que confesara, y que también amenazaron que violarían y abusarían sexualmente a su esposa si no admitía que era culpable de todos los asesinatos.

Sin embargo, sí aceptó haber matado a un policía y haber secuestrado a un periodista. La administración de ese entonces no comentó sobre el testimonio.

Fernando Hernández Leyva fue trasladado a un reclusorio en Morelos, el estado que lo vio nacer, esposado y con un chaleco antibalas. Manifestaciones y protestas se detonaron: ciudadanos que querían hacer justicia con sus propias manos.

José Leonardo Castillo Pombo, procurador
José Leonardo Castillo Pombo, procurador en ese entonces, declaró que solamente unos días después de que iniciaran las investigaciones, el número de víctimas atribuidas a "Pancho López" creció exponencialmente (Foto: Cuartoscuro)

De acuerdo con la Associated Press, docenas de patrullas policiacas protegieron al custodio mientras que decenas de familiares de las víctimas “pedían su sangre”. El caso dividió a los ciudadanos de Cuernavaca, y de todo el país, sobre la pena de muerte, prohibida hasta hoy en día en México.

“Lo queremos linchar”, dijo Joel Uribe Landa a AP. Era uno de las 50 personas reunidas en las inmediaciones de la Fiscalía General del Estado de Morelos, donde agentes de seguridad llevaron a Pancho López para que fuera cuestionado antes de trasladarlo a la cárcel. Uribe afirmaba que él había asesinado a su hermano y a su primo.

Como había logrado escapar en dos ocasiones, los guardias lo colocaron en un módulo de máxima seguridad y con varios guardias vigilándolo. José Leonardo Castillo Pombo, procurador en ese entonces, declaró que solamente unos días después de que iniciaran las investigaciones, el número de víctimas atribuidas a Pancho López creció exponencialmente, reportó Notimex en ese entonces.

“Si el país está legalmente preparado para aplicarla, los mexicanos deberían someter un referéndum para que la opinión pública pueda decidir”, dijo Castillo Pombo a AP en 1999.

“Espero que te mueras por
“Espero que te mueras por matar a mis padres. Dios te va a obligar a escuchar sus voces para siempre”, le gritó la manifestante Nanci Flores Montiel (Foto: Cuartoscuro)

Fue en abril de 1999 que Hernández Leyva intentó morir por suicidio dentro de su celda. Su peso, de aproximadamente más de 150 kilos, ocasionó que la cuerda se rompiera y que se lastimara en el cuello.

“Espero que te mueras por matar a mis padres. Dios te va a obligar a escuchar sus voces para siempre”, le gritó la manifestante Nanci Flores Montiel.

Si termina su sentencia en prisión sería liberado en 2049, cuando tenga 84 años de edad: actualmente se encuentra en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1 “El Altiplano”, también conocido como Almoloya, la cárcel de mayor seguridad e México.

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