El pasado 8 de julio, integrantes de la Policía Estatal Preventiva, Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fueron emboscados en el municipio de Pantelhó, Chiapas, donde se registraron nueve personas lesionadas.
Dicha situación fue grabada por las víctimas y este sábado comenzó a circular el video donde se escuchan los disparos y se observa a los oficiales intentar repeler la agresión e intentar escapar del lugar.
“De allá arriba están viniendo”, dice la voz que, con su celular, registra el momento del ataque. Su compañero, con camisa rosa y chaleco antibalas, se acerca a una patrulla para caminar detrás de ella y no recibir impactos.
“Nos están atacando, nos están atacando”, se escucha a lo lejos, mientras las detonaciones imperan en el ambiente. Los agresores no logran ser vistos, sólo el lugar donde se escondieron: una zona boscosa cerca de un poblado.
“Jalense”, comienzan a gritar los integrantes de las corporaciones, quienes se transportaban en dos camionetas no oficiales, una patrulla de la policía estatal de Chiapas, y un vehículo de la Guardia Nacional.
Conforme avanza el video, y el camarógrafo se acerca a su unidad de escape, los impactos suenan cada vez más cerca. “Date la vuelta, wey”, menciona un guardia nacional mientras intenta subir a la unidad.
“¿Me puedo subir acá?”, pregunta quien graba, mientras el elemento lo cubre. Los disparos se multiplican y los vehículos comienzan a moverse. Al final, el camarógrafo corre hacia atrás y termina el video cuando se acerca a una camioneta gris, donde había más personas víctimas de la emboscada.
El tiroteo inició durante un operativo disuasivo y preventivo: los agentes de seguridad fueron atacados por las balas de armas de fuego. Los nueve lesionados, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) y medios locales, fueron trasladados en ambulancias aéreas a un hospital ubicado en Tuxtla Gutiérrez para recibir atención médica de emergencia.
Las víctimas, seis policías y tres soldados, fueron identificados como Fernando “N” de 46 años; Edgar “N” de 44 años; Juan Carlos “N” de 45 años, y Cecilio “N” de 50 años y de la Policía Estatal Preventiva. Entre los elementos de la Sedena están Ramón de Jesús “N” y Raúl “N”, de 21 años.
Consecuencias de la violencia en Pantelhó
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A. C. (Frayba), alrededor de 2,000 personas han sido desplazados por la violencia generalizada del crimen organizado y la omisión del Estado mexicano de atender la situación.
Esta asociación ha obtenido documentos que señalan la presencia de un grupo criminal en el municipio de Pantelhó, el cual actúa en complicidad con el Ayuntamiento para formar parte de las estructuras del poder municipal, actualmente vinculado al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Sin embargo, también se han registrado operaciones del Cártel de Sinaloa, mismo que tiene pleno control de la frontera con Guatemala; del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se extiende a la costa suroccidental; y del Cártel del Golfo, con una pequeña franja de poder que se extiende desde el Pacífico hasta la frontera con Oaxaca y la parte del sur de Veracruz.
El principal grupo armado sospechoso fue “Los Ciriles”, supuesto brazo del CJNG, pero el Centro Frayba señaló que son pobladores que se organizaron para defenderse. Ellos se denominan Defensores del Pueblo, e iniciaron la violenta jornada en Pantelhó registrada el 7 y 8 de julio en la cabecera municipal en defensa de los vecinos de la región.
No obstante, también se habla de una nueva organización encabezada por indígenas tzotziles. Esta autodefensa fue bautizada como “El Machete”. De acuerdo con la agencia de noticias Quadratín señaló que mediante un comunicado pidió al gobierno federal y estatal que se abstenga de enviar a elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército Mexicano para intervenir en este conflicto que el gobierno olvidó “porque ya no es tiempo”.
“El Machete” recordó que hace 20 años el municipio indígena de Pantelhó fue tomado por la fuerza por Austroberto Herrera Abarca, detenido a finales de julio del 2019, y a quien señalaron, le abrió las puertas al crimen organizado además de asesinar a unos 200 tzotziles que se opusieron a sus actividades delictivas.
Sin embargo, tras la detención de Austroberto, sus hijos Rubén y Daily Gutiérrez Herrera tomaron el control, por lo que la violencia, los homicidios y los despojos de tierras no cesó, ante la indiferencia de las autoridades federales y estatales.
Hasta el momento, no se sabe a ciencia cierta si “Los Ciriles” y “El Machete” sean el mismo grupo, si están siendo auspiciado por el crimen organizado o si de verdad buscan defender a su pueblo. Lo único claro es que han sido parte de la violencia que azota la región tzotzil de Chiapas y causan terror entre los pobladores que, día con día, sufren esta situación de violencia en el estado.
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