Tenía balas en todo el cuerpo. Dos sujetos abordo de una motocicleta le habían disparado. La noticia de la muerte del activista Simón Pedro Pérez López, uno de los pocos hombres que se había atrevido a desafiar al crimen organizado en Chiapas, mandaba un mensaje. Ahí mandan ellos.
Los Ciriles, un grupo armado vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y con presencia en Pantelhó, Chipas —donde fue asesinado Simón Pedro— atacaron este miércoles a la comunidad bloquearon caminos y los sometieron a un toque de queda obligatorio. Nadie reinvidicó los hechos hasta este jueves, cuando el grupo se enfrentó con elementos de las fuerzas armadas dejando al menos nueve miembros heridos.
Para culminar, un día antes de los hechos, en la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, un grupo armado presuntamente afín al Cártel Jalisco Nueva Generación asesinó a un operador de Ismael el Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa.
Se trataba de Ramón Gilberto Rivera, el Junior, hijo del Tío Gil, quien fue extraditado a Estados Unidos por narcotráfico. El Junior, según los reportes, viajaba con sus escoltas cuando un comando se les emparejó y les disparó a quemarropa.
Gilberto Rivera Amarillas, el Tío Gil, padre de la víctima, fue aprehendido en 2016 en el Aeropuerto Internacional de la Aurora, Guatemala, y un año más tarde lo extraditaron a los Estados Unidos por el delito de Narcotráfico.
Además de conspiración, fue acusado también por seis cargos relacionados con la distribución de cocaína a los Estados Unidos. El Tío, originario de Sinaloa y hombre confianza del Chapo, fue capturado cuando pretendía viajar a México.
La batalla por Chiapas tiene diversos factores. Uno de ellos es su ubicación en una posición estratégica, pues limita a 655 kilómetros con Guatemala. La ruta es una entrada fácil de drogas,fusiles de asalto y personas para trata.
La Unidad de Inteligencia Financiera ha identificado a tres organizaciones criminales que se reparten el poder del estado. El Cártel de Sinaloa, con el pleno control de la frontera con Guatemala; el Cártel Jalisco Nueva Generación, que se extiende a la costa suroccidental y el Cártel del Golfo, con una pequeña franja de poder que se extiende desde el Pacífico hasta la frontera con Oaxaca y la parte del sur de Veracruz.
Pero en el estado también se han asentado otros cárteles como Los Zetas, cuya presencia fue identificada en Tuxtla Gutiérrez.
Tras las elecciones, la violencia en Chiapas ha tenido un comportamiento inestable. Según ha advertido el analista y experto en seguridad Raymundo Riva Palacio, los electores en Chiapas fueron obligados por los cárteles a votar por quien les decían, luego de presionar y amenazar candidatos.
De acuerdo con el mapa del narcotráfico, el Cártel de Sinaloa es el de mayor presencia en Chiapas. Esta organización criminal liderada por Ismael el Mayo Zambada, se afianzará en los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarita, Durango, Coahuila, Chiapas y Oaxaca.
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