El Instituto Politécnico Nacional (IPN) se deslindó del proyecto preliminar de Investigación Geocientífica del socavón de Santa María Zacatepec, en el municipio de Juan C. Bonilla, que el Gobierno de Puebla le adjudicó el jueves pasado.
A través de un comunicado, la institución educativa negó tener un nexo con el análisis que publicó la cuenta de Twitter del gobierno estatal.
“El Instituto Politécnico Nacional, en su calidad de institución de educación superior tecnológica del Estado mexicano, no tiene ningún vínculo oficial con los estudios realizados para investigar las causas del socavón en Puebla”, explicó el documento.
Agregó que no solamente no formaron parte de las indagaciones que se publicaron el jueves, pero afirmó que tampoco existe una cooperación con las autoridades de la entidad.
“Lo anterior con relación a diversas notas publicadas los días 8 y 9 de julio, en diferentes medios de comunicación, sobre la supuesta existencia de un estudio adjudicado al IPN, el cual no fue elaborado oficialmente por la institución y tampoco hay una colaboración formal con las autoridades encargadas del tema”, finalizó.
Conagua sí hizo un estudio
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) emitió un informe sobre las posibles causas de la formación del socavón localizado en la comunidad de Santa María Zacatepec, en el municipio de Juan C. Bonilla, en el estado de Puebla.
Una de las principales conclusiones del organismo es que el fenómeno fue producto de un proceso de formación de cavernas o dolinas, lo que obedece a la disolución de las rocas calcáreas. Estas eventualmente pueden colapsarse u obstruirse en forma natural y abrirse posteriormente.
Conagua aclaró que no existe evidencia de que la causa del agujero haya sido la sobreexplotación del acuífero.
El reporte, elaborado por la Dirección General del Organismo de Cuenca Balsas, con el apoyo de la Gerencia de Aguas Subterráneas de la Subdirección General Técnica, detalla que en la zona del socavón, el agua subterránea tiene mayor temperatura que en el resto del acuífero, lo que sugiere el ascenso de las aguas profundas hacia el acuífero superior.
Asimismo, los niveles piezométricos del acuífero en la fracción del semáforo, los niveles estáticos se mantienen estables, similares e inclusive en algunos casos por arriba a los reportados en estudios anteriores.
“Lo anterior indica que no existe evidencia de abatimiento del acuífero; es decir, no existen elementos para establecer una relación causal del fenómeno de hundimiento a partir del proceso de variación de niveles del acuífero”, explicó.
Por otra parte, la dependencia indicó que, de acuerdo con los estudios y la actualización publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de septiembre de 2020, el acuífero del Valle de Puebla cuenta aún con disponibilidad, con lo cual se concluye que este “no se encuentra en condición de sobreexplotación y mucho menos que ésta pueda ser la causa del accidente geológico del socavón”.
“En ese sentido, se considera que los estudios iniciados por diferentes dependencias federales y estatales en el ámbito de su competencia, debieran enfocarse principalmente en el análisis geológico y tectónico más profundo de la zona de interés”, explicó el organismo.
Aunado a esto, reiteró su “disponibilidad de seguir colaborando, en el ámbito de sus competencias, con las autoridades federales y estatales involucradas en la atención de este problema, en estricto apego a evidencia técnica y científica”.
Según indican los pobladores de la zona, varios agujeros han aparecido a unos cuantos kilómetros de la principal oquedad. Las aberturas no son grandes, aunque sí algo profundas.
Sin embargo, de acuerdo con las averiguaciones, se trata simplemente de una labor por parte de una empresa de la región, quien intencionalmente realizó los huecos para descartar posibles daños al gasoducto Morelos.
SEGUIR LEYENDO: