“No queremos irnos” se lee en una de las mantas colgadas ayer en un tractor de trabajo agrícola atravesado a mitad de una calle en la localidad de Aguililla, Michoacán. Detrás de la máquina se resguardan personas, algunas encapuchadas, otras no, que se enfrentan a pedradas contra elementos de las fuerzas armadas.
El conflicto, que inició como una marcha pacífica camino al cuartel del Ejército, ocurre a dos días de que la agencia de fotoperiodismo Cuartoscuro, publicó una serie de fotografías donde, de manera inédita, aparecen miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) con los rostros descubiertos. Infobae habló con el especialista en políticas públicas, justicia penal y seguridad pública, Jaime López-Aranda, para entender qué significa el que una organización criminal no se sienta en la necesidad de ocultar su rostro ante el ojo público.
Aguililla, explica López-Aranda, “es una comunidad en la cual ha habido actividad del crimen organizado, de un tipo u otro, desde hace décadas, pero claramente el gobierno federal está en la estrategia de minimizar lo más que se pueda al tema”. Para él, quien fue funcionario de la Policía Federal, de la Presidencia de la República, de las secretarías de Seguridad Pública, Relaciones Exteriores y Gobernación durante el gobierno del ex-presidente Felipe Calderón, la estrategia de la actual administración es ignorar el tema con la esperanza de que desaparezca por sí sólo.
“Si está en la sierra, vamos a ignorar el problema hasta que desaparezca”, es la interpretación que hace Jaime López-Aranda de la estrategia por parte del Gobierno Federal en torno al dilema de Aguililla, Michoacán. De ahí, la falta de operativos en la zona para detener los avances del CJNG y la violencia desatada.
“Tienen confianza de que no va a ocurrir nada. Y, lo peor de todo es que esa confianza está justificada porque la única autoridad que podría tomar alguna carta sobre el asunto, en realidad lo que quiere hacer es ignorar el problema”. El pasado dos de julio, pobladores de Aguililla obligaron a los miembros del ejército a replegarse al interior de las instalaciones militares del cuartel. Esto ocurrió en le marco de otra protesta exigiendo a las autoridades que realicen operativos para poner un alto en la violencia que lleva meses azotando la región.
Desde cortes en los accesos por carretera a Aguililla, interrupciones en el servicio eléctrico y hasta a ser utilizados como escudo humano ante los elementos del Ejército y la Guardia Nacional. La entrada del CJNG al municipio de Tierra Caliente para disputarse el territorio con La Nueva Familia Michoacana (LNFM) ha provocado una crisis humanitaria, donde las víctimas son los pobladores de Aguililla, entre los que se cuentan decenas de muertos y una cantidad poco clara de desplazados.
Es desde diciembre del 2020 que se ha registrado esta nueva oleada de violencia en el municipio. Sin embargo, como aclara López-Aranda, la región donde nació Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líder natuaral del CJNG, ha sido el centro de disputas por control territorial desde hace décadas.
“No es como que vaya a haber un operativo para ir a identificarlos con una fracción del video, o que se vayan a meter a Aguililla a detenerlos con las fotografías impresas de los que salieron en el vídeo”, para Jaime López-Aranda, la razón principal por la que los miembros del CJNG decidieron posar sin sus distintivos pasamontañas frente a las cámaras de Cuartoscuro, es porque percibieron que no habría ninguna consecuencia de ese acto.
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