Los últimos días, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha estado en el ojo del huracán, principalmente por conflictos internos, que se acrecentaron tras la estrepitosa derrota del organismo político en las pasadas elecciones intermedias del 6 de junio.
La pérdida de casi todas las gubernaturas que aún estaban en manos del partido tricolor, aunado al “dardo envenenado” lanzado por el presidente Andrés Manuel López Obrador quien aseguró que podría negociar con el PRI para obtener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados que le permita la aprobación de las reformas presidenciales, pusieron en la mira al actual dirigente nacional priista, Alejandro Moreno, mejor conocido como “Alito”.
Esto fue aprovechado por un viejo rival del líder tricolor, Ulises Ruiz, quien aprovechó el clima de polarización para exigir -una vez más- la renuncia de Moreno Cárdenas y para ello, junto con su correligionaria de partido, Nallely Gutiérrez Gijón, bloquearon la sede nacional del PRI, ubicado en la avenida Insurgentes Norte de la Ciudad de México, que derivó en actos violentos con varias personas lesionadas -una de ellas con heridas de bala-.
Luego de siete días de bloqueo y sin la renuncia de “Alito”, Ulises Ruiz y Nallely Gutiérrez anunciaron el levantamiento del plantón como una “muestra de buena voluntad” y aseguraron tener disposición al diálogo, pero solicitaron la constitución de una comisión que analice la problemática del partido, al tiempo que reiteraron su solicitud para que Alejandro Moreno renuncie a la presidencia del PRI.
El conflicto entre Alejandro Moreno y Ulises Ruiz data de 2019, cuando se renovó la dirigencia nacional del partido.
La contienda dejó profundas heridas y ahondó las diferencias entre los distintos grupos internos. Una de estas fue la que encabezaron Moreno Cárdenas y Ruiz Ortiz, que derivaron en denuncias (por enriquecimiento ilícito contra Alejandro Moreno) y una solicitud de expulsión del partido (contra Ulises Ruiz).
Pero ¿quién es Ulises Ruiz?
Originario de Chalcatongo de Hidalgo, Oaxaca, es abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro del PRI desde 1981. Gracias a sus dotes políticas, escaló rápidamente al interior del partido que lo llevó a ser delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI en varias entidades (1982-1989), subsecretario de elecciones del CEN (1989-1994), luego pasó por distintos cargos en Oaxaca, hasta llegar a ser diputado federal en dos ocasiones (1992-1995 y 1997-200), senador de la República (LVIII y LIX Legislaturas) y gobernador de su estado natal, Oaxaca, de 2004 a 2010.
Fue justo durante su periodo como mandatario estatal que Ruiz Ortiz fue calificado como “represor” e incluso, de haber cometido delitos de lesa humanidad y aunque distintas dirigencias nacionales lo han intentado sacar de las filas del PRI, el oaxaqueño ha salido airoso.
En 2016, la llamada Comisión de la Verdad de Oaxaca, concluyó una investigación en la que determinó que Ulises Ruiz cometió delitos de lesa humanidad, como desapariciones forzadas, asesinatos extrajudiciales y detenciones arbitrarias con tortura ocurridos durante la revuelta social de 2006, encabezada por la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y activistas de la desaparecida Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), quienes mantenían exigencias laborales.
La protesta de los maestros disidentes, que llevaban 23 días en plantón en el zócalo de la ciudad de Oaxaca, derivó en un violento desalojo que desató un conflicto social y político que se extendió hasta 2007.
Durante ese período, se suscitaron una serie de enfrentamientos entre el magisterio, organizaciones sociales y población en general con la Policía Preventiva del Estado y la Policía Federal; operativos ordenados por el entonces presidente panista Vicente Fox.
A lo largo de los seis meses de protestas ocurrieron 30 ejecuciones extrajudiciales, 311 detenciones arbitrarias, 381 lesionados, 248 casos de tortura documentados y la desaparición forzada de dos personas.
En 2008, Emeterio Marino Cruz, simpatizante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), presentó una denuncia penal en la extinta Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía) contra Ulises Ruiz Ortiz y exfuncionarios estatales.
En la querella, fueron señalados como responsables de los delitos de tentativa de homicidio calificado, abuso de autoridad, tortura física, moral, psicológica, trato cruel inhumano y degradante, coalición de servidores públicos y lesiones. Sin embargo, Ulises Ruiz libró la cárcel.
El 12 de agosto de 2010, el exgobernador oaxaqueño fue exonerado por el Congreso estatal de enfrentar un juicio político por presuntas violaciones a los derechos humanos durante el movimiento político-social de 2006.
En 2012 fue denunciado ante la Comisión de Justicia partidaria por su oposición y activismo contra Enrique Peña Nieto, cuando era candidato presidencial. Luego de que el originario de Atlacomulco ganó la presidencia, Ulises Ruiz no volvió a insistir y en 2015 buscó ser diputado federal, sin embargo, su candidatura le fue negada por la dirigencia del partido que en ese momento estaba encabezada por César Camacho Quiroz.
En 2018 volvió a buscar una posición en el Congreso, pero volvió a ser rechazado por el nuevo dirigente tricolor, René Juárez Cisneros.
En 2019, ya cuando Ulises Ruiz buscaba ser el líder nacional del PRI, junto con Alejandro Moreno e Ivonne Ortega, el oaxaqueño volvió a arremeter contra Enrique Peña Nieto, que había sido propuesto consejero político nacional, e incluso pidió la expulsión del órgano partidista del expresidente.
“¿Se imaginan? Proponer a Peña como consejero después del desmadre que nos hizo”, señaló Ruiz Ortiz en un video dirigido a los militantes del PRI y difundido a través de sus redes sociales.
Ruiz Ortiz consideró que Peña Nieto le hizo daño al partido quitando los candados para “imponer candidatos externos”, en referencia a la candidatura presidencial de José Antonio Meade, “impuso a su grupo, puso a sus cuates de gobernadores y dejó robar a sus colaboradores impunemente”, aseguró.
“Que quede claro, Peña no solo no puede ser consejero, sino que debe ser expulsado del partido por el inmenso daño que le causó, llevándolo del triunfo en 2012 a la peor derrota de su historia en 2018″, destacó en un documento fechado el 4 de marzo de, el cual fue firmado por la corriente “Democracia Interna” a la que pertenece Ruiz Ortiz.
Meses después, en julio de 2019, Ulises Ruiz presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia contra Alejandro Moreno Cárdenas por enriquecimiento ilícito. Pidió indagar la compra de casas y terrenos en Campeche que realizó Moreno Cárdenas entre 2012 y 2015 y que aparecen declaradas en su 3 de 3 y que -a decir de Ulises- no corresponden con sus ingresos.
Aunque la denuncia quedó archivada, versiones periodísticas señalan que la Fiscalía estaría reactivando las denuncias contra Moreno Cárdenas, no solo por enriquecimiento ilícito, sino por presuntos delitos de defraudación fiscal y lavado de dinero, con prácticas recurrentes como la alteración del valor de las operaciones de compra y venta de los inmuebles”, en medio de los dichos del presidente Andrés Manuel López Obrador de que podría negociar con el PRI para sacar adelante las reformas constitucionales del mandatario.
La lucha entre Alejandro Moreno y Ulises Ruiz derivó en un intento fallido de expulsar al exgobernador oaxaqueño de las filas priistas, aunque no precisamente por el proceso interno, sino por el proceso electoral 2017-2018, donde según priistas, Ruiz Ortiz habría apoyado a candidatos de otros partidos.
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