Este viernes comenzaron a circular videos que vislumbran el hartazgo con el que viven los pobladores de Aguililla, Michoacán, ante el aumento de la violencia y la poca capacidad de reacción que tienen las autoridades al respecto.
Un grupo de personas se abarrotó a las afueras de la 43 zona militar para enfrentar a los soldados que se encontraban dentro, para exigir su la realización de operativos contra los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Viagras, los cuales asedian, amenazan y atacan a los habitantes del municipio.
En un primer metraje se observa a una veintena de sujetos armados en la punta de un cerro cercano a las instalaciones de los uniformados. Entre las detonaciones y explosiones, se escuchan los gritos de júbilo que propicia el ataque.
Nubes hechas del humo de los explosivos enmarca algunos estragos: una canasta de basquetbol y un árbol partidos a la mitad, presumiblemente por algún impacto proveniente de las armas de los pobladores de Aguililla.
Posteriormente, quien graba el enfrentamiento se sorprende al escuchar un estruendo a sus espaldas, donde se encuentra el portón del cuartel. “¿Qué pedo, qué pedo?”, exclama mientras gira la cámara. “De allá arriba están echando piedras”, le contesta uno de sus compañeros.
Una voz cercana a ellos les menciona que “hay que dedicar las granadas”, sin dar detalles sobre si estas armas están siendo utilizadas en su contra o a favor de ellos.
Otro de los videos deja ver el momento en el que los vecinos de Aguililla irrumpen en el cuartel militar luego de derribar el portón con ayuda de un camión de basura. En ese instante los soldados simplemente observaron la acción y se limitaron a grabarla con sus celulares.
Posteriormente, con uno de sus camiones, obstaculizaron la entrada. Al lado derecho de la grabación se visualiza una pequeña columna de humo, mientras que en el izquierdo, un grupo de militares auxilian a otro que recibió un impacto en la cabeza.
Entre los festejos de los atacantes y los gritos desesperados de los uniformados, trasladaron al herido hacia una zona de seguridad donde les explicó que una bola de tierra lo golpeó en el ojo.
“Traigan las molotovs”, fue la última orden que se escuchó por parte de los militares, quienes simplemente resistieron los embates de piedras, palos y armas con las que eran enfrentados.
De acuerdo con los reportes, esta batalla se libró el pasado jueves 1 de julio, alrededor de las 20:00. Fue denunciada por el párroco de Aguililla, Gilberto Vergara, luego de que se rompiera el diálogo entre pobladores y militares.
A lo largo de una entrevista con Joaquín López-Dóriga para su programa en Radio Fórmula, Vergara destacó que este enfrentamiento se originó por el malestar de Aguililla ante los cortes de luz y las solicitudes ignoradas para detener al crimen organizado de la región.
Aseguró que la gente estaba pidiendo resultados tangibles, por lo que se decidió suspender el suministro de agua y la entrega de víveres a los soldados. Para lograrlo, evitaron el aterrizaje de helicópteros en las inmediaciones de las instalaciones oficiales.
“Los que estaban ahí acuartelados, cuando no se pudo negociar, empezó este enfrentamiento y desde fuera empezaron a tirarles piedras y bombas molotov, y ellos empezaron a constar desde dentro también con bombas molotov y bombas de humo, y finalmente con disparos”, detalló al periodista.
Finalmente, el religioso dijo que en Aguililla no quieren verse como un territorio conflictivo, por lo que se debe buscar una negociación óptima para ambas partes, y la única solución viable para esta pugna es la visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
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