Hongo negro en Guerrero: se detectaron otros dos casos relacionados al contagio de COVID-19

Dos mujeres fueron diagnosticadas con el hongo negro después de haber pasado por un cuadro de COVID-19

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Sanika, de 15 años, está sentada durante una consulta dentro de un hospital mientras se recupera de la pérdida de su ojo tras contraer mucormicosis, también conocido como hongo negro, en Mumbai, India. 29 de junio, 2021. REUTERS/Francis Mascarenhas
Sanika, de 15 años, está sentada durante una consulta dentro de un hospital mientras se recupera de la pérdida de su ojo tras contraer mucormicosis, también conocido como hongo negro, en Mumbai, India. 29 de junio, 2021. REUTERS/Francis Mascarenhas

El secretario de Salud del estado de Guerrero, Carlos de la Peña, informó para El Sol de Acapulco que se registraron dos casos de mucormicosis, comúnmente conocido como “hongo negro”, al interior de la entidad.

Se trata de dos mujeres que, después de haber superado un cuadro de COVID-19, se descubrieron un absceso en el rostro, por lo que acudieron al hospital para su revisión. Ya en el centro de salud, los médicos las diagnosticaron con el hongo negro.

Los primeros casos de mucormicosis, como secuela del contagio por el virus pandémico SARS-CoV-2, se registraron en la India. Este padecimiento es más común que ocurra en personas que tienen un sistema inmune comprometido. Una de las dos mujeres que fueron detectadas con este padecimiento en Guerrero tiene diabetes e hipertensión. Actualmente, la paciente de 71 años está intubada en el Hospital General de Acapulco para evitar que la infección se esparza por su sistema respiratorio.

Los primeros casos preocupantes de mucormicosis, como secuela del contagio por el virus pandémico SARS-CoV-2, se registraron en la India. Este padecimiento es más común que ocurra en personas que tienen un sistema inmune comprometido. Por ejemplo, una de las dos mujeres que fueron detectadas con este padecimiento en Guerrero tiene diabetes e hipertensión. Actualmente, la paciente de 71 años está intubada en el Hospital General de Acapulco para evitar que la infección se esparza por su sistema respiratorio.

Personal del Sector Salud, realiza pruebas contra la covid-19 en un kiosco de pruebas COVID en la Ciudad de México. EFE/Carlos Ramírez
Personal del Sector Salud, realiza pruebas contra la covid-19 en un kiosco de pruebas COVID en la Ciudad de México. EFE/Carlos Ramírez

Carlos de la Peña también mencionó a una segunda mujer de 68 años, cuyo caso fue detectado en Chilpancingo.

Además de ellas dos, a través de los medios de comunicación se han reportado otros 4 casos de mucormicosis en México. En el Estado de México, un paciente recuperado de la COVID-19 falleció en junio por un caso agresivo del hongo negro. También hay dos eventos de mucormicosis en Oaxaca; uno de los pacientes falleció, mientras que la otra ha sufrido secuelas por el tratamiento antifúngico.

El caso del varón oaxaqueño todavía no se ha confirmado, pues la causa de su muerte fue por COVID-19, sin embargo, enviaron muestras de tejido a laboratoria para confirmar si también había contraído el hongo negro.

Finalmente, está la historia de un hombre en Chihuahua que sobrevivió a la mucormicosis. En su caso, como parte del tratamiento para curarse de la COVID-19 se le suministraron dosis altas de corticoides, lo cual pudo haber provocado que se enfermara de mucormicosis aunque no padeciera de diabetes o algún tipo de cáncer. Como parte del tratamiento, los médicos tuvieron que extirpar su ojo izquierdo.

Es importante aclarar que no hay un conteo exacto de los casos de mucormicosis en México ni en los otros países donde se ha presentado relacionado a los contagios de COVID-19. En la India, donde se dispararon las primeras alarmas por este padecimiento, el Ministerio de Salud de Maharashtra (una región al interior de la India) registró, sólo en el mes de mayo de 2021, 90 muertes atribuibles a mucormicosis. Por otro lado, en todo el país asiático es palpable el aumento de incidentes del hongo negro asociado a la COVID-19, según una carta enviada a The Lancet Respiratory Medicine por Akshay Raut del Hospital Saint George y Nguyen Tien Huy de la Escuela Tropical de Medicina y Salud Global.

Mata Ambar Tripati, de 65 años y quien perdió un ojo debido a la mucormicosis, también conocida como hongo negro, hace un gesto gestures después de ser examinado por un médido en un hospital en Ghaziabad, en las afueras de Nueva Delhi, India. 27 de junio, 2021. REUTERS/Adnan Abidi
Mata Ambar Tripati, de 65 años y quien perdió un ojo debido a la mucormicosis, también conocida como hongo negro, hace un gesto gestures después de ser examinado por un médido en un hospital en Ghaziabad, en las afueras de Nueva Delhi, India. 27 de junio, 2021. REUTERS/Adnan Abidi

Luego de la India, el continente americano es la región más preocupante, pues se han presentado eventos de mucormicosis en México, Estados Unidos, Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Perú. Según la publicación Mucormicosis en COVID-19: Una revisión sistemática de casos reportados en el mundo y la India de Awadhesh Kumar Singh, Ritu Singh, Shashank R. Joshi y Anoop Misra en el portal científico Elsevier, en el mundo se han reportado 101 casos de hongo negro asociado a la COVID-19 con corte al 13 de Mayo del 2021.

Los factores de riesgo más claros son padecer de diabetes mellitus descompensada (es decir, sin atender), tener o haber tenido cáncer o llevar un uso prolongado de corticoesteroides.

82 de estos eventos están registrados en la India. La enfermedad ha sido más predominante en varones (78.9% de los casos) y ocurre tanto en personas con un cuadro activo de COVID-19 (59.4%) como en pacientes recuperados (40.6%). El 80% de las personas capturadas en esta revisión padecían de diabetes mellitus, y un 76.3% recibieron fuertes cantidades de corticosteroides como parte de su tratamiento por el virus SARS-CoV-2.

La mucormicosis no es contagiosa de persona en persona. De hecho, las esporas que causan la enfermedad son bastante comunes, y se encuentran tanto en alimentos echados a perder como en ambientes húmedos, donde los hongos predominan. Sin embargo, para personas con alguna inmunodeficiencia, el contacto con estos hongos puede provocar la infección. La manera en que estas personas se enferman es cuando inhalan las esporas al respirar, o cuando las esporas entran al cuerpo mediante alguna herida o quemadura en la piel.

Personal médico realiza su trabajo en una Unidad de Cuidados Intensivos en Argentina. EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo
Personal médico realiza su trabajo en una Unidad de Cuidados Intensivos en Argentina. EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

Tampoco es una enfermedad nueva. Tan sólo en México, según una investigación publicada en la Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social por las y los académicos mexicanos Luis Javier Méndez-Tovar, Jessica Aline Mejía-Mercado, Patricia Manzano-Gayosso, Francisca Hernández-Hernández, Rubén López-Martínez e Israel Silva-González, en México desde 1993 hasta el 2013 han habido 82 casos de esta enfermedad.

Por otro lado, según Edith Sánchez Paredes y Laura Rosio Castañón Olivares, integrantes del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), según los informes epidemiológicos de los últimos 12 o 15 años, hay un máximo de 10 mil casos en el país

Por ser una enfermedad conocida, el tratamiento para este padecimiento es ya bien conocido para las y los doctores. Las y los pacientes con hongo negro son tratados con un agente antifúngico llamado anfoteracina B, en combinación con cirugía para extraer el tejido necroso e infectado.

Según el reporte de caso “Mucormicosis en pacientes diabéticos post infección por COVID-19” de Elguera-Falcón F. y Cumpa-Quiróz R. publicado en la Revista de la Sociedad Peruana de Medicina Interna, la persona tratada únicamente con el anfoteracina B tiene una probabilidad del 58% de fallecer, mientras que quienes la mortalidad de las personas que combinan el tratamiento con cirugía se reduce al 24%. Sin embargo, en general, la mortalidad en las versiones más agresivas de esta infección varía entre el 40% y el 50%, independientemente del tratamiento.

Una atención temprana también puede ser un factor importante a la hora de enfrentar al hongo negro. Los síntomas más característicos de la mucormicosis son: inflamación facial de un solo lado, dolor de cabeza, congestión nasal y lesiones negras en el puente nasal o en la parte superior interna de la boca.

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