Después de disfrutar una gran comida, en ocasiones puede suceder que llegue el temido “mal del puerco”, el cual consiste en una sensación de somnolencia y pesadez que no permite hacer otra cosa más que querer tomar una siesta o reposar los alimentos por un rato. Es por ello que existen algunas recomendaciones de expertos para evitar que este estado fisiológico ocurra.

La profesora de la Facultad de Medicina, Mónica Méndez Díaz, destacó en entrevista para la UNAM que el mal del puerco es una condición que ocurre cuando se hace una comida abundante, pues se eleva la cantidad de glucosa en la sangre.

Así, aunque anteriormente se pensaba que al momento de ingerir alimentos, toda la sangre se va al aparato digestivo, actualmente se tiene el conocimiento de que en realidad no es así como funciona el cuerpo.

“Cuando hacemos un ejercicio muy extenuante y toda nuestra sangre es secuestrada por los músculos, aún en ese momento la perfusión sanguínea en el cerebro sigue siendo prioridad, y la tenemos en cantidades fisiológicas necesarias, por ello, cuando hacemos actividades físicas no nos da sueño, algo contradictorio”, destacó la experta para la institución.

Asimismo, ahondó en el mal del puerco sucede porque a la hora de comer, la glucosa de la sangre se va al sistema nervioso e inhibe la actividad de unas células que las personas tienen en una parte del cerebro (hipotálamo lateral). En ese sitio, cuando ciertas neuronas interactúan con la glucosa en la sangre, dichas células disminuyen su actividad y esto provoca que la persona tenga una sensación de tranquilidad y letargo.

“En realidad no es malo, se trata de un estado fisiológico que debería cumplirse, pero a veces es necesario evitarlo, sobre todo si después tenemos diversas actividades como son manejar, asistir a clase o regresar a la oficina”, puntualizó.

La experta dio algunas recomendaciones que podrían funcionar para que este estado no se tan difícil de llevar para aquellos que necesitan realizar ciertas actividades después de comer y no pueden permitirse un poco de reposo.

-Lo mejor sería evitar que al momento de comer se caiga en un exceso de alimentos, por lo que ingerir algo ligero impedirá que la glucosa aumente y, por ende, no se tenga la sensación de pesadez.

-Si se tuvo una comida pesada, el mal de puerco no podrá ser evitado, pero se puede tomar café o realizar una caminata para mantener el sistema nervioso activo y que retorne un poco el sistema de alerta.

-Si ya se está experimentando el mal del puerco, se pueden tomar una siesta de 15 a 30 minutos máximo, para después retomar de la mejor manera algún deber que esté pendiente.

Cabe recordar que en el país hay al menos 126 millones de personas y de acuerdo con un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el 73% de la población mexicana padece sobrepeso, además de ocupar la segunda posición en la lista de las naciones con más obesidad, tan solo abajo de Estados Unidos con un 32.4%.

¿Cómo alimentarnos? Es sin duda una de las cuestiones más frecuentes que cientos de personas hacen día con día. Ante ello, el nutriólogo y entrenador, Juan Carlos Villeda, compartió recientemente a Infobae México sus mejores recomendaciones para dar un giro a los hábitos alimenticios y añadió que la clave es la moderación.

Entre algunos consejos que dio el fitness coach, con más de diez años de experiencia, estuvieron el reducir los azúcares, disminuir alimentos ultraprocesados y comida chatarra, moderar carbohidratos, comer verduras en las comidas principales, ingerir grasas buenas y eliminar alimentos fritos.

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