La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) informó sobre la detención de uno de los autores materiales del doble homicidio de los niños mazahuas cuyos restos fueron hallados dentro de bolsas negras en calles del Centro Histórico la madrugada del 1 de noviembre de 2020.
El individuo, quien en abril del presente año fue detenido por posibles delito contra la salud, fue el responsable de ordenar a Baltazar “N” tirar los cuerpos de los menores mazahuas a cambio de estupefacientes.
Fue aprehendido por agentes de la Policía de Investigación (PDI), adscritos a la Fiscalía de Investigación Estratégica del Delito de Homicidio, al exterior del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, ubicado en la colonia Lomas de San Lorenzo, alcaldía Iztapalapa.
Tras ser notificado de la acusación en su contra por la posible comisión del delito de homicidio calificado, y luego de la lectura de sus derechos constitucionales, el individuo fue puesto a disposición del juez de control que lo requirió.
Los cuerpos descuartizados de los dos menores de edad fueron localizados en un lapso de 10 días: en el mismo cuadro de la ciudad donde el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene su residencia oficial, en Palacio Nacional.
Estos actos conmocionaron a México, no solo por la cercanía entre un evento y otro al suceder en menos de dos semanas. Sino por la brutalidad del asesinato a manos de grupos del narcotráfico que operan en el Centro Histórico y sus inmediaciones.
Un día antes de que fueran localizados los restos de Alan y Héctor, AMLO había montado una ofrenda en Palacio Nacional para rememorar en el día de muertos a las más de 90 mil víctimas de COVID-19. “Una flor para cada alma” se llamó el evento.
Para ese mismo sábado, la familia de indígenas mazahuas que se dedican al comercio ambulante en el primer cuadro de la Ciudad de México, aún tenían esperanzas de hallar con vida a los adolescentes de 12 y 14 años, desaparecidos desde la noche del pasado 27 de octubre.
A tan solo tres cuadras de Palacio Nacional, en una vecindad de República de Cuba 86, los dos amigos fueron torturados, asesinados y su cuerpos hechos pedazos. Esto ocurrió entre el 28 de octubre y la noche del 1 de noviembre.
Entre las 23:30 horas del domingo 1 de noviembre y los primeros minutos del día lunes 2, Baltazar “N” fue el encargado de llevarse los restos de Alan y Héctor. Apenas había doblado la esquina sobre República de Chile, tras salir de Cuba 86, y estaba por llegar a Belisario Domínguez. Llevaba los cuerpos desmembrados en bolsas negras que a su vez estaban en cajas de plástico, acomodados en un diablito.
Pero al querer sortear el borde una banqueta descompuesta, empujó la carretilla con fuerza y tiró la carga, regando el contenido en la vía peatonal a escasos metros de un policía, según se aprecia en videos difundidos del momento. Este operador de La Unión volvió a Cuba 86 y comunicó a Édgar Zúñiga que fuera a recoger “la basura.
El Zúñiga llegó y comenzó a levantar las bolsas, entonces se acercaron los oficiales para tratar de ayudarlo, pero se percataron que se desprendía un olor muy fuerte y difícil de respirar. Luego notaron que entre la carga sobresalían extremidades. Arrestaron al individuo, quien dijo ser un indigente y adicto y que solo fue a recoger las bolsas a cambio de dos grapas de cocaína, sin saber de qué se trataba. Tras investigar sus datos en la Fiscalía, se supo que era de la Unión Tepito.
Para el 4 de noviembre, los familiares identificaron los restos que pertenecían a los adolescentes desaparecidos. Fue hasta el 5 de noviembre que las autoridades capitalinas arrestaron a Baltazar “N”, luego de haberle seguido la pista mediante cámaras de videovigilancia en la zona. Estaba en Cuba 86, donde fueron hallados restos de sangre y prendas pertenecientes a Alan y Héctor. Por la tarde de ese jueves también fue arrestado José David, El Chayan, superior del Zúñiga y Baltazar.
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