El estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, se ha convertido en los últimos días en el campo de batalla del crimen organizado. Este martes la entidad mostró su rostro más cruel con la aparición de al menos nueve cadáveres, supuesto rastro de la guerra entre los cárteles del Golfo y del Noreste.
El choque se produjo en el municipio de Miguel Alemán, una zona muy aislada y cerca de los límites con Estados Unidos. Cuentas en redes sociales publicaron las imágenes y han asegurado que estarían involucrados ambos grupos criminales; sin embargo se desconoce la banda a la que pertenecerían los ahora occisos.
Este es sólo el último episodio de una guerra que siembra el país de cadáveres. El pasado fin de semana, el municipio de Reynosa a —273 kilómetros de Miguel Alemán— fueron asesinado 15 civiles al azar por supuestos sicarios de Los Ciclones y Los Escorpiones, dos facciones del Cártel del Golfo.
Reynosa, acostumbrado a vivir entre balaceras, en 2017 padeció una época sangrienta, con la ejecución de Julián Manuel Loisa Salinas, alias el Comandante Toro, líder del Cártel del Golfo, abatido por la Marina.
El Comandante Toro huía por sexta vez de un operativo diseñado para detenerlo. En esa ocasión no logró escapar. La camioneta en que viajaba se impactó contra un árbol: él descendió abriendo fuego contra los marinos. Lo acribillaron en el acto.
Su muerte desató dos días de caos y violencia extrema en Reynosa. Sus hombres quemaron comercios, automóviles, autobuses, camiones de carga. Se registraron 32 bloqueos en la ciudad. El mismo Cártel del Golfo hizo circular audios en los que ordenaba un toque de queda a los habitantes.
Tras la ejecución del cabecilla criminal, el mando fue asumido por Jesús García, el Güero Jessi, lo que provocó un descontento en el cártel de las drogas. Entonces, se recrudecieron los enfrentamientos entre las facciones del Cártel del Golfo: Los Metros, Los Escorpiones y Los Ciclones.
En medio de aquél caos, el Cártel del Noreste, comandado por Juan Gerardo Treviño, el Huevo, aprovechó para infiltrarse en la zona de Reynosa.
Desde entonces ambas agrupaciones han sacudido la zona con enfrentamientos. Los cárteles del Golfo y del Noreste sostienen una violenta guerra por el control del trasiego de drogas por la llamada frontera chica, conocida como una de las cunas del narcotráfico.
Según cifras oficiales, los choques entre las organizaciones criminales — que comenzaron en 2010— han provocado la desaparición de 15,000 personas.
Tamaulipas lleva años siendo un fortín del Cártel del Golfo, clave en su batalla con el del Noreste y los Zetas. Hace 11 años un altercado dejó 72 migrantes muertos, acribillados a balazos por miembros de la organización de la última letra. Entonces éste grupo criminal se enfrentaba con el CDG.
Las autoridades advirtieron que los gatilleros pretendían abastecerse de integrantes, por ello estarían atacando a los centroamericanos. Las víctimas eran ciudadanos de Ecuador, Brasil, El Salvador y Honduras.La crueldad y el enseñamiento no tienen límites cuando de la guerra entre madias se trata, advirtieron algunos expertos sobre la situación.
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