Quién es Guillermo Calderón Aguilera, el nuevo director del STC Metro de la CDMX

Este 28 de junio, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que Florencia Serranía dejará la dirección del Servicio de Transporte Colectivo (STC) Metro en favor de Guillermo Calderón Aguilera, quien, hasta el día de hoy, trabajaba como Director General de Servicios de Transportes Eléctricos.

El cambio en el gobierno de la Ciudad de México se da a más de 50 días del colapsó de la Línea 12 del metro sobre Avenida Tláhuac, unos metros antes de que los vagones llegaran a la estación Olivos. En la tragedia donde fallecieron 26 personas y decenas más quedaron heridas.

Durante las semanas que siguieron a la tragedia, la Jefa de Gobierno aseguró que no iba a retirar del puesto a Florencia Serranía. Según ella, era necesario primero que se llevaran a cabo las investigaciones pertinentes antes de deslindar responsabilidades. El día de hoy, Claudia Sheinbuam no mencionó lo sucedido en la Línea 12 del metro como el motivo por el que decidió retirar de su posición a Florencia Serranía, sino que se limitó a agradecerle por su trabajo y dar la palabra a Guillermo Calderón.

El nuevo Director del STC Metro lleva una larga trayectoria de trabajar junto a Claudia Sheinbuam. La Jefa de Gobierno recuerda que Calderón Aguilera entró al gobierno de la Ciudad de México cuando ella era secretaria de Medio Ambiente. En ese entonces, Guillermo Calderón se desempeñaba como Director General de Gestión de Riesgos y luego pasó a ser Director General del Metrobús, cargo que desempeñó durante 15 años.

Guillermo Calderón Aguilera es un especialista en gestión de proyectos y procesos, especializado en implementación y operación de sistemas de transporte urbano. Es licenciado con mención honorífica por parte de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde cursó la carrera de ingeniería química.

Realizó un posgrado en ingeniería de procesos Universidad Karlsruhe, República Federal Alemana. Además de trabajar para el gobierno de la Ciudad de México, también fue coordinador de proyectos en el Instituto Mexicano del Petróleo y responsable de realizar diagnósticos ambientales para la gestión de la Región Sur de Petróleos Mexicanos (PEMEX).

Durante sus 13 años al frente del Metrobús, fue que este sistema de transporte colectivo quedó inscrito al “Mecanismo de Desarrollo Limpio” (CMD por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a partir del Protocolo Kyoto. Se trata de un acuerdo internacional mediante el cual una empresa podrá invertir en proyectos de diferentes países que reduzcan las emisiones de gases invernadero para obtener Certificados de Reducción de Emisiones (CERs).

Es decir, el Protocolo de Kyoto emanado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, es en realidad el inicio de un nuevo mercado, donde los productos a comprar son los CERs. El objetivo principal de estos certificados es obtener la aprobación por parte de las Naciones Unidas para seguir emitiendo gases invernadero. Es decir, por ejemplo, si una empresa transnacional tiene una planta eléctrica a base de combustibles fósiles en algún país, tendrá la posibilidad de invertir en un proyecto dentro de alguna otra nación que contribuya a reducir las emisiones de carbono a manera de compensación.

Según una investigación realizada por el medio Contralínea, publicada en el 2013 en el marco de la integración de la Línea 1 del metrobús a este acuerdo, los firmantes por parte del gobierno del entonces Distrito Federal fueron Guillermo Calderón, quien dirigía el Metrobús; Claudia Sheinbuam, quien estaba al frente de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema); y Arturo Herrera Gutiérrez, entonces secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal.

El proyecto se registró en el 2011 bajo el nombre de Bus Rapid Transit (BRT) Metrobús Insurgentes, México con el número de referencia 4945. Un año después, las líneas 2 a 13 del Metrobús fueron suscritas al mismo acuerdo.

Los beneficiarios de este acuerdo comercial llamado “Mecanismo de Desarrollo Limpio” realizado en el 2011 para la Línea 1 del Metrobús, fueron las empresas afiliadas al Fondo Español del Carbono, que firmó el acuerdo a través del Banco para la Reconstrucción y el Desarrollo.

De entre las empresas que compraron los CERs destaca Iberdrola Generación, S.A.U., que también es propietaria de un parque eólico en La Venta, donde ha sido acusada de despojar de sus tierras a las comunidades indígenas. Según Contralínea, esta empresa es la principal compradora de este tipo de certificados, adquirieron 1 millón 645 mil toneladas de carbono a través de estos certificados.

Otras empresas beneficiadas son Azuliber 1, S.L., Cementos Portland Valderrivas, S.A., Comercial de Materiales de Construcción, S.A. (COMAC), Compañía Española de Petroleo, S.A. (CEPSA), E.ON Generación, S.L., Endesa Generación, S.A., Gas Natural SDG, S.A., Hidroeléctrica del Cantábrico, S.A., Repsol YPF, S.A., Zeroemissions Carbon Trust, S.A. y finalmente, la Corona Española.

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