Desde hace tres meses, el infierno y el paraíso se dan la mano en Cancún, Quintana Roo, donde en los últimos 89 días se han registrado siete ejecuciones a plena luz del día, que amenazan a su bien más sagrado: el turista.
Con casi 800 mil habitantes, Cancún es el principal destino turístico del Caribe por sus paradisiacas playas; sin embargo, por ahora se ha visto afectado por los homicidios. El pasado jueves en Tulum fueron asesinado tres hombres a balazos en el Parque Nacional Tulum, sitio promocionado por el Gobierno federal por su medio ambiente y actividades turísticas.
La fiscalía informó que los homicidios ocurrieron en la zona de camastros de Playa Paraíso, y en la colindante Playa La Esperanza, ambas zonas cercanas a las áreas de afluencia turística. Uno de los hombres que quedó herido por la agresión falleció en el hospital.
Playas Tortugas, una de las zonas más visitadas por el turismo, se convirtió el pasado 11 de junio y 29 de marzo en un campo de batalla. En el sitio fueron asesinadas cuatro personas.
El primer ataque un hombre y una mujer fueron asesinados ante la presencia de los bañistas. El 11 de julio dos hombres, quienes quedaron tirados justo en la entrada de un establecimiento de alimentos y bebidas alcohólicas, fueron acribillados a balazos.
Hasta hace poco, Cancún se había mantenido aislado de la pandemia de violencia que afecta a todo el país. La ciudad, ubicada en la península de Yucatán, y un lugar acostumbrado a la tranquilidad, ha sufrido los embates de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, quien hasta hace poco había dominado en su totalidad el territorio; no obstante, el CJNG llegó a calentar la plaza.
La situación en la paradisiaca ciudad no es aislada. En la actualidad ambas organizaciones mantienen una lucha encarnizada en varias entidades del país. Este viernes se reportó que la guerra entre los jaliscos y los sinaloenses dejó al menos 18 muertos en Valparaíso, Zacatecas.
Con casi 3,000 homicidios, el mes de mayo fue el más violento en México en este año.
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es la organización criminal con mayor crecimiento en el país. Como un cáncer que hizo metástasis en el cuerpo, se ha expandido por doquier y la joya del turismo mexicano no ha sido la excepción.
La fuerza del CJNG logró irrumpir en una plaza dominada por organizaciones del crimen organizado como el Cártel del Golfo, Los Zetas y el Cártel de Sinaloa.
Incluso células locales como el Cártel de Cancún, encabezado por Leticia Rodríguez Lara, Doña Lety, fueron desplazados por el CJNG que expandió sus operaciones desde el Caribe hasta el Pacífico mexicano.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública Federal, el Mencho y sus lugartenientes se afincaron en localidades como Cancún, Playa del Carmen, Cozumel e Isla Mujeres desde el 2016, último año de la administración de Roberto Borge Angulo.
Borge Angulo gobernó Quintana Roo de 2011 a 2016. Actualmente se encuentra recluido por cargos de delincuencia organizada, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y peculado.
El CJNG logró establecer sus operaciones ilícitas que incluyen trasiego y distribución de estupefacientes, secuestro y extorsión.
No se podría entender la infiltración de los criminales en Quintana Roo sin la colaboración de las autoridades. Lugartenientes como Rigoberto Saldívar alias la Mocha, Manuel Borbolla el Rayo y Óscar Rodríguez la Rana, se han encargado de coptar a policías estatales y municipales para garantizar la protección.
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