Silvano Aureoles Conejo, gobernador saliente de Michoacán, reiteró sus señalamientos contra Morena, el partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, al insistir en que las últimas elecciones en el estado debían anularse porque durante el proceso electoral hubo una “clara injerencia del crimen organizado”.
“(En caso) de concretarse ese escenario, de que el partido Morena se quede al frente del gobierno, va implicar el regreso de la narcopolítica y los narcogobernantes. ¿Ustedes creen que le ayudaron a Morena a ganar nomás porque les gustó el partido? Lo hicieron por intereses, y se los van a cobrar, como ya lo vivimos en el pasado. Prácticamente todos los ciudadanos de esas secciones salieron a votar, eso no es normal, fue una elección muy atípica”, dijo el gobernador durante la conferencia de prensa que ofreció a medios locales.
“No es un asunto menor, es muy grave, si permitimos que esto suceda, en el 2024 el crimen organizado va imponer el Presidente de la República, y eso va ser el acabose”, enfatizó.
El abanderado del PRD también dijo que iba levantar una denuncia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Gobierno de Estados Unidos, por la presunta participación de bandas del narcotráfico en la elección del pasado 6 de junio.
Respecto a la petición que hizo el presidente López Obrador esta mañana, sobre la presentación de pruebas para fundamentar sus acusaciones en contra de Morena, Aureoles Conejo se defendió argumentando que “para eso estaban las instancias correspondientes”.
“Hay muchas denuncias, no soy dirigente del partido ni candidato, para eso están las instancias correspondientes. Hay casi 90 denuncias ante la fiscalía, más las pruebas de los abogados. Es la autoridad la que debe responder. Yo solo estoy haciendo la denuncia pública“, justificó.
“Hoy le preguntaron a AMLO que qué opinaba sobre lo dicho por mí, y respondió que yo debía presentar pruebas... Los estoy acusando de delincuentes, no de tarugos. Todo lo que se pudo recabar ya esta presentado, pero con muchas dificultades, algunos compañeros del PRD fueron corridos a la fuerza de sus casillas ¿Ustedes creen que van a querer denunciar?”, recalcó.
“La gente no quiere denunciar porque la tienen amenazada. Un ejemplo es el de Zamora. Ahí el presidente se quería reelegir, pero le dijeron que no podía, que tenía que ser de Morena”.
Silvano Aureoles puso también como ejemplo el caso puntual de Sinaloa, donde afirmó que habían “levantado a más de 1000 personas de sus casillas que eran representantes de la coalición. Pero nadie quiso denunciar, el PRI, que es quien más tiene presencia allá, mandó hacer un recurso y fue a buscar a cada uno para que lo firmaran... pero nadie quiso”, afirmó.
Al ser cuestionado sobre si él había tenido algún tipo de presión por parte del crimen organizado durante su gestión, el gobernador respondió tajante que no. “Yo no tuve ninguna presión de esa naturaleza, y si la hubiera habido, la hubiese rechazado porque mi postura siempre en la vida pública ha sido no mezclar, ni por asomo, la tarea política con la delincuencia”.
“Gracias al Ejército y a la Marina, Michoacán se pudo mantener de pie durante esos años de tragedia. Llegué en octubre de 2015 y fue muy difícil sacar a los delincuentes del Palacio de Gobierno, de la Procuraduría y de la Secretaría, pero en buena medida lo logramos porque había una debilidad institucional terrible”, aseguró.
Sin embargo, el político hizo hincapié en que el combate al crimen organizado era “responsabilidad del gobierno de la República. Los estados y municipios no tenemos facultades legales y constitucionales para hacerles frente. Las tiene el gobierno federal, hasta 2018 trabajamos muy coordinados para hacerle frente a este terrible flagelo, pero a partir de 1 de diciembre de 2018 todo cambió con la política de ‘abrazos, no balazos’, ‘pórtense bien porque su mamá los van a regañar’, hasta llegar al nivel que el titular les agradece porque se portaron bien en las elecciones”.
A la pregunta expresa de cuántos grupos criminales había en Michoacán, el funcionario dijo que se la “ponían difícil”, puesto que eso había que preguntárselo a los órganos de inteligencia “que son los únicos que tienen esa información”.
Por su parte, Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador electo de Michoacán por Morena, aseguró que el actual gobierno fue impuesto por Enrique Peña Nieto y dijo que era “falso” e “irrisorio” lo dicho por Silvano Aureoles. “Los señalamientos son banales y no tienen sustento alguno”, recalcó.
El martes 13 de abril, Aureoles se colocó en medio del ojo del huracán luego de que, tras acudir al municipio de Aguililla, empujó a un hombre que se manifestaba en contra del mandatario estatal.
Su gobierno también ha sido seriamente cuestionado, tanto por sus decisiones políticas como por los señalamientos de presuntos vínculos con el narcotráfico.
Desde que Silvano Aureoles llegó al poder en Michoacán, los homicidios dolosos en la entidad han aumentado más del doble. En el 2015, año en que el perredista entró a la gubernatura de la entidad, fueron 766 los homicidios dolosos, según las cifras de los Reportes de Incidencia Delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Para el 2020 la cifra anual de homicidios en la entidad llegó hasta 1,976 personas asesinadas.
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