Captaron a un oso trepando a lo más alto de un árbol en la Universidad de Nuevo León

Durante las últimas semanas y a través de redes sociales se han difundido videos de osos caminando por calles, siendo alimentados por humanos, e incluso entrando a domicilios

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Fueron empleados de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León los encargados de bajar al animal de las plantas y regresarlo a su hábitat (Video: Telediario)

Elementos de Protección Civil arribaron a la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) durante la mañana de este lunes después de que estudiantes y empleados reportaron el avistamiento de un oso: se encontraba sentado arriba de un árbol.

La facultad está ubicada en el campus Mederos, al sur de la ciudad de Monterrey.

Alrededor de las 07:00 horas, cuando comenzó a amanecer, personas se percataron de la presencia del mamífero en la parte más alta de un árbol. Éste se localiza en una plaza que colinda con el estacionamiento de la UANL.

Los rescatistas bloquearon la zona y cerraron el paso peatonal para evitar cualquier ataque o accidente. También colocaron conos para redirigir el tráfico y alejar a las personas y automóviles del oso. Fueron empleados de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León los encargados de bajar al animal de las plantas y regresarlo a su hábitat.

Los rescatistas bloquearon la zona y cerraron el paso peatonal para evitar cualquier ataque o accidente (Foto: Telediario/Lourdes Soler)
Los rescatistas bloquearon la zona y cerraron el paso peatonal para evitar cualquier ataque o accidente (Foto: Telediario/Lourdes Soler)

No es inusual ni la primera vez que se reportan estos avistamientos en la zona metropolitana de Monterrey. Durante las últimas semanas y a través de redes sociales se han difundido videos de osos caminando por calles, siendo alimentados por humanos, e incluso entrando a domicilios.

Ocurre cada año y desde el inicio de la temporada de primavera. En agosto del 2019, el Parque Ecológico Chipinque llevó a cabo una serie de pláticas sobre el oso negro americano: Carlos Navarro, investigador ambiental y fotógrafo, fue invitado.

El experto desmintió mitos sobre por qué los mamíferos cada vez tienen un mayor contacto con humanos, especialmente en las zonas de Monterrey y San Pedro Garza García.

En mayo, vecinos de la colonia Bioma Residencial, al sur de Monterrey, informaron la presencia de un ejemplar de oso negro que recorría los jardines del domicilio (Foto: Twitter/@davidfaz)
En mayo, vecinos de la colonia Bioma Residencial, al sur de Monterrey, informaron la presencia de un ejemplar de oso negro que recorría los jardines del domicilio (Foto: Twitter/@davidfaz)

“No es que se estén muriendo de hambre y por eso bajan a las ciudades, porque tienen mucha comida en la sierra, sólo se están acostumbrando a la comida fácil”, dijo Navarro en ese entonces, de acuerdo con el medio Milenio.

Es más frecuente verlos en ciudades por el mal manejo de la basura, la constante invasión a su hábitat, y el comtacto humano.

“Esta invasión al hábitat del oso se ve más, sobre todo en San Pedro. Nosotros somos los que invadimos su hábitat y eso está generando muchos problemas”, afirmó el especialista. Navarro recomendó no alimentar a los osos para tomar fotografías o videos y también utilizar contenedores especiales para evitar el saqueo de basura.

En mayo, vecinos de la colonia Bioma Residencial, al sur de Monterrey, informaron la presencia de un ejemplar de oso negro que recorría los jardines del domicilio.

No es inusual ni la primera vez que se reportan estos avistamientos en la zona metropolitana de Monterrey (Video: Twitter/@SandraTvazteca)

Luego del reporte, Personal de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, elementos de Protección Civil y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) acudieron al lugar para hallar al animal, el cual se encontraba en la rama de un árbol a cuatro metros de altura.

De acuerdo a los informes, las autoridades lograron rescatar al oso con los protocolos establecidos y sin arriesgar su estado de salud. Una vez asegurado y sedado, se le realizaron exámenes de sangre para biometría hemática y química sanguínea, y se le colocaron artefactos para su rastreo como un arete de identificación con el número 44, un microchip y un tatuaje en el labio inferior.

Con base en los estudios, se determinó que se trataba de un ejemplar macho, de dos años de edad, un peso de 49 kilogramos y con buen estado de salud. Es así que se prosiguió a liberarlo en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey.

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