El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este lunes que durante su visita a México, el pasado 8 de junio, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, le propuso entre bromas ofrecer el avión presidencial a “un potentado” que ofrece viajes al espacio.
Durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario afirmó que comentó a Harris sobre el trabajo que ha costado vender el famoso avión, pues es tan lujoso que no hay quien se interese en él.
“Y riéndose, me dice que a lo mejor estos potentados (millonarios) que ahora ofrecen viajes al espacio (…) le interesaría tener este avión tan lujoso”, señaló el mandatario en conferencia de prensa.
Reiteró que el avión es de buena calidad “pero no está hecho para el país”, sino solo para presidentes que viajan mucho al extranjero.
Dijo que el avión tiene capacidad para 240 pasajeros en vuelos comerciales, pero se adaptó para 80 pasajeros para hacerlo de lujo y cuenta con sillas amplias, recámaras y hasta sala de juntas.
Es por ello que, reiteró “nos ha costado conseguir quién lo compre pero no vamos a dejar de estarlo ofreciendo”.
No obstante, dijo que si hay un comprador él mismo iría a entregarlo.
“Entonces, pues vamos a seguirlo ofreciendo. Es un avión de muy buena calidad, lo que pasa que no está hecho para nuestro país, sólo para presidentes que viajan mucho al extranjero porque técnicamente ese avión debe de volar, para que sea eficiente y se justifique, en promedio cinco horas; pues de México a Tijuana es menos de cinco horas, de México a Cancún también menos de cinco horas.
O sea que es un avión que se compró para ir de vuelo a Europa, porque sí se llega a Europa en 10 horas sin recarga de combustible, pero aquí para ir a Guadalajara, a Oaxaca, a Veracruz, pues apenas se está levantando y ya hay que aterrizar, y el gasto es mayor.
Y luego, pues el lujo que tiene el avión. Es para 240 pasajeros en lo que es la aviación comercial, pero lo adaptaron para 80 pasajeros, entonces son espacios muy amplios, sillas muy amplias y recámaras y sala de junta.
Entonces, nos ha costado bastante trabajo conseguir quién lo compre, pero no vamos a dejar de estarlo ofreciendo. Si hay un comprador, yo se lo entregaría, iría yo al hangar presidencial a entregarlo”, expresó López Obrador.
El avión presidencial, un Boeing 787-8, de 57 metros de largo y 60 de ancho, fue adquirido en 2012 por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), aunque no llegó a México hasta febrero de 2016, bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y entre críticas por su costo de 218,7 millones de dólares.
Desde su campaña electoral rumbo a la presidencia en 2018, López Obrador expuso su propuesta de vender el vehículo como parte de una política de austeridad para evitar grandes gastos.
Al asumir la Presidencia el 1 de diciembre de 2018, el Gobierno decidió enviar la aeronave a un hangar en California, Estados Unidos, donde permaneció hasta su regreso al país el pasado 22 de julio de 2020, todavía sin comprador.
Aunque el Gobierno mexicano ha dicho en diversas ocasiones que cuenta con ofertas para la compra de la aeronave, aún no se ha logrado vender y en septiembre pasado fue parte de una “rifa” aunque solo fue simbólica pues el avión no fue entregado como premio.
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