Transitar por las carreteras del norte del país es respirar la muerte. Al menos, así lo consideran las personas que cruzan la vía Monterrey (Nuevo León)-Nuevo Laredo (Tamaulipas) quienes, sin temor a equivocarse, opinan que todo aquél que atraviesa el tramo carretero ha sido víctima de la violencia del Cártel del Noreste, por lo menos una vez en sus viajes.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Nuevo Léon, el 2021 —uno de los años más violentos de lo que va del sexenio de López Obrador— acumula ya 11 carpetas de investigación de personas desaparecidas en ese tramo carretero. Estas denuncias implican la no localización de 14 personas, todos masculinos.
El comunicado, emitido por el órgano, indica que del estado vecino de Tamaulipas (limítrofe con Estados Unidos) también se desprenden cuatro carpetas de investigación de personas cuya última localización fue en esta entidad.
El pasado 10 de junio se viralizó la historia de Gladys Cristina Pérez Sánchez, de 39 años; y sus hijos, Juan Carlos González, de 16, y Michelle Cristina Durán, de 9, todos ciudadanos estadounidenses, que desaparecieron cuando salieron del municipio de Sabinas Hidalgo, Nuevo León con dirección a su hogar en Laredo, Texas.
La mujer y los dos menores viajaban en un automóvil Chevrolet Sonic modelo 2014 de color amarillo con placas de circulación NBX 4740 del Estado de Texas.
La mujer acudió junto a sus dos hijos a visitar a su papá, ya que se encuentra delicado de salud.
Retenes narcos
Los hechos sangrientos en México indican que también las carreteras se han vuelto tierra de nadie. En la frontera norte del país, una de las regiones más peligrosas, la situación de inseguridad no disminuye y ahora la violencia por el crimen organizado es muy tensa.
El año pasado se viralizó una grabación de una familia que venía de Estados Unidos. En aquella ocasión, un retén del crimen organizado les marcó el alto en pleno Boulevard Luis Donaldo Colosio, en Nuevo Laredo, una de las arterias viales más importantes de la ciudad, cercana al aeropuerto y colindante a la frontera con Estados Unidos.
Las víctimas eran una pareja estadounidense, que pudo escapar de la extorsión.
El 5 de enero, una familia mexicana denunció lo mismo: “Aquí apenitas una camioneta blanca nos amenazó y sacaron metralletas”, especificó el conductor. La suerte no fue la misma para la familia López Castillo, que se dirigía a su hogar en Oklahoma, EEUU.
Según los informes, los agredidos se toparon con un retén de supuestos sicarios del Cártel del Noreste, por lo que intentaron huir; sin embargo, en su partida fueron baleados por los pistoleros. El saldo hasta ahora es de un menor muerto y tres personas heridas.
Ciudadanos nacionales y extranjeros han denunciado intentos de extorsión por parte de grupos criminales, quienes suelen operar en carreteras con poca vigilancia policíaca.
De acuerdo con los reportes, los sicarios colocan sus retenes, eligen a sus víctimas y a punta de pistola los obligan a bajarse.
Otro foco rojo es la vía conocida como Frontera Chica, que obedece a la narcoguerra entre dos cárteles que se disputan el territorio: el Noreste y Golfo.
En Tamaulipas, donde se asienta el Cártel del Noreste, se han registrado extorsiones, amenazas, robos y hasta secuestros en el tramo Libramiento Monterrey-Reynosa, Av. Miguel Hidalgo y Costilla hasta Calle Israel, Reynosa, la Calle Herreros esquina Boulevard Miguel Hidalgo, Reynosa Tamaulipas, y el libramiento Matamoros-Monterrey, Boulevar Anzalduas, en Reynosa, que conecta al Puente Internacional Anzalduas con Mc Allen e Hidalgo, Texas.
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