El mapa del narcotráfico en México ha cambiado en los últimos años y, según especialistas en crimen organizado, el escenario podría modificarse de nuevo tras las elecciones celebradas el pasado 6 de junio.
De acuerdo con el analista Jorge Fernández Menéndez, en los anteriores comicios los grupos criminales lograron mantener su hegemonía, como deseaban hacerlo —por lo menos a nivel estatal.
En la zona del Pacífico, que comprende los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit el control lo mantiene el Cártel de Sinaloa. Este grupo criminal encabezado por Ismael el Mayo Zambada y los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán también se ha apoderado de los estados de Durango y Coahuila y los sureños Chiapas y Oaxaca.
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), señalado recientemente por el gobierno estadounidense como el mejor armado de México, tiene el centro y los litorales del Caribe y del Golfo. La organización dirigida por Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, tiene el control de Colima, Campeche, Zacatecas, San Luis Potosí, así como buena parte de Michoacán, donde el gobernador elector, Alfredo Ramírez Bedolla fue señalado por sus vínculos con Cárteles Unidos —una amalgama de los grupos criminales de la entidad—. Esto supone una serie cambios amplios en la entidad michoacana.
En Guerrero (en la costa del Pacífico) cuyas elecciones fueron atípicas desde su comienzo, el triunfo de Evelyn Salgado Pineda, hija de Félix Salgado Macedonio, las células criminales podrían multiplicarse. Menéndez explica que estas alteraciones favorecerían a la organización criminal de los Beltrán Leyva, vinculados a la familia en el poder.
En Nuevo Léon participan varios grupos con distinta ubicación geográfica, sin embargo, habrá que esperar a ver qué sucede con la llegada de Samuel García al poder. El padre de García fue abiertamente señalado por sus nexos con el narcotraficante Gilberto García Mena, alias el June, uno de los principales líderes del Cártel del Golfo.
Antes presuntos “criminales”, hoy gobernadores
En Baja California, la gobernadora electa por Morena, Marina del Pilar, dio contratos a empresarios ligados con el narco, durante su gestión como alcaldesa de Mexicali. Aquellos convenios involucraban al ex secretario de Turismo, Alejandro Moreno, quien fue socio de empresas señaladas en Estados Unidos como lavadoras de dinero para los Arellano Félix.
Hace 12, cuando César Duarte gobernaba Chihuahua, María Eugenia Campos —ahora mandataria estatal electa por el PAN— fue incluida en los pagos de nómina secreta del ex priista, detenido en EEUU e investigado en por financiar campañas políticas con dinero del Cártel del Agua.
Evelyn Salgado, gobernadora electa de Guerrero por Morena, estuvo casada con el hijo del empresario Joaquín Alonso Piedra, alias de el Abulón, detenido en 2016 y acusado de lavar dinero para Clara Elena Laborín, esposa de Héctor Beltrán Leyva, el H3.
En Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla de Morena, y quien obtuvo el triunfo de la gubernatura del estado, es sobrino de Anabel Bedolla, quien estuvo casada con Adalberto Fructuoso Comparán, alias el Frutos, ex alcalde de Aguililla y detenido en mayo pasado por ser líder del grupo delictivo Cárteles Unidos.
El nuevo mandatario estatal de Nayarit, Miguel Navarro, está acusado ante la FGR (CI/FEP/2018) por presuntamente recibir más de un millón de pesos para su campaña a gobernador por parte del ex fiscal Édgar Veytia, alias el Diablo, detenido en Estados Unidos por vínculos con la organización de los Beltrán Leyva.
Samuel García, ganador de la gubernatura de Nuevo Léon, una de las locomotoras económicas de México, es sobrino de Gilberto García Mena, alias el June, líder del Cártel del Golfo y quien fue el primer gran capo detenido en tiempos del excpresidente Vicente Fox (2000-2006).
En Sinaloa, la intervención del narco se convirtió en algo inobjetable. El argumento lo sostiene el director del semanario local Ríodoce, Ismael Bojórquez, quien asegura que el hoy gobernador electo por Morena, Rubén Rocha Moya obtuvo la bendición del legendario capo del Cártel de Sinaloa, Ismael el Mayo Zambada.
Alfonso Durazo, mandatario electo al gobierno de Sonora, tiene abierto un documento en las oficinas de la DEA, donde se le sigue la pista por sospechas de que habría colaborado con el Cártel de Sinaloa durante sus cargos en los gobiernos de Vicente Fox (2000-2006) y López Obrador (2018-2024).
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