Con los resultados de las elecciones a las 15 gubernaturas que se disputaron el pasado domingo 6 de junio, tanto Morena como la llamada oposición partidaria dijo que implementarán sus propios métodos de trabajo para colaborar, ya sea en favor o en contra, de la administración federal.
Después de revisar las votaciones a nivel nacional, que favorecieron a Morena, pues ganaron de manera directa 11 de las 15 gubernaturas que se disputaron y una más, si se toma en cuenta la victoria de la coalición Partido del Trabajo (PT) con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en San Luis Potosí, que son aliados del partido magenta, la perspectiva parecería favorecer a los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador.
Por el otro lado, las otras tres gubernaturas quedaron repartidas entre el Partido Acción Nacional (PAN), que se llevó Chihuahua y Querétaro, y Movimiento Ciudadano (MC), que sólo ganó Nuevo León. De tal modo que la facción detractora de la 4T parecería en desventaja; sin embargo, Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco por MC, buscará el método de formar un bloque opositor entre los jefes de los poderes ejecutivos locales.
De acuerdo con una entrevista que se publicó en un medio de circulación nacional, Alfaro Ramírez busca establecer un nuevo bloque de gobernadores que funcione como contrapeso al poder de AMLO en la federación y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en los estados.
Esta tarea se pinta cada vez más difícil, pues la presencia de López Obrador, además de estar en el ejecutivo federal, se manifestará, a través de sus aliados en 18 entidades federativas, incluida la capital nacional: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Veracruz, Tabasco, Chiapas y de manera indirecta en San Luis Potosí. Esto quiere decir que entre Morena, el PT y el PVEM gobiernan a poco más de 61.2 millones de mexicanos.
Aunado a esto, Mario Delgado, presidente nacional de Morena, convocó a una reunión de los candidatos electos en las elecciones de este año para formar un bloque que promueva la agenda política del presidente. Asimismo, señaló que los nuevos mandatarios de Morena se comprometieron a revisar la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), a fin de plantear un nuevo modelo de relación entre los estados y la administración federal.
“También han planteado revisar la Conago, plantear un nuevo modelo de relación entre los gobiernos de los estados, de los cuales seremos mayoría, y la federación, y el presidente de la República. Se acabó la Conago como instrumento de politiquería, como instrumento para estar exigiendo recursos al gobierno federal sin revisar sus presupuestos, sin revisar el ejercicio del gasto público en los estados y sin tener cooperación en muchos otros niveles que mejorarían el bienestar en nuestro país. Se va a replantear esta relación para tener un nuevo modelo de interlocución y cooperación con el Ejecutivo”, dijo Delgado Carrillo.
Por su cuenta, Enrique Alfaro ya se reunió con Miguel Ángel Riquelme, gobernador de Coahuila por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Diego Sinhue Rodríguez, gobernador de Guanajuato por el PAN. Hasta el momento no se ha detallado los motivos específicos del encuentro con el priista; sin embargo, con el panista se reunió para firmar un convenio junto con el Consejo Regulador del Tequila para garantizar que la cadena agave-tequila esté libre de deforestación.
“Me dio mucho gusto recibir a un gran gobernador y gran amigo Miguel Ángel Riquelme. Desde Coahuila, él ha demostrado con inteligencia y tenacidad cómo enfrentar tiempos difíciles”, escribió en sus redes sociales el gobernador de Jalisco.
Con lo que se espera una reconfiguración entre los gobernadores que no sean de Morena, algo como lo que se intentó el año pasado con la Alianza Federalista, quien jamás se pudo reunir con el presidente para revisar el llamado pacto federal, su principal razón de ser.
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