Emilio Azcárraga Milmo fue uno de los hombres más poderosos e influyentes del siglo XX. De acuerdo con la revista colombiana Semana, el empresario logró amasar una fortuna de 5 mil millones de dólares. De este modo, logró convertirse en uno de los hombres más ricos de México y de América Latina gracias a la herencia y posterior crecimiento de su compañía en medios de comunicación: Televisa.
Al igual que otras personalidades millonarias, “El Tigre” Azcárraga adquirió un lujoso yate en 1991, el cual fue bautizado como Eco. Según diversos sitios especializados en embarcaciones, el diseño del navío fue realizado por Martin Francis y fue construido por la firma Blohm & Voos, una empresa alemana dedicada a la fabricación de barcos con más de 100 años de antigüedad.
Sin embargo, Azcárraga Milmo falleció seis años después a bordo del navío, el cual se encontraba anclado en la ciudad de Miami, Florida y quien lo acompañó en su lecho de muerte fue su última pareja: Adriana Abascal, una joven 40 años menor que él que recibió la condecoración de Miss México en 1989.
Después de la muerte de “El Tigre”, Emilio Azcárraga Jean decidió vender la lujosa embarcación y consiguió que el comprador de Eco fuera el informático estadounidense Larry Ellison, fundador y director ejecutivo de la firma Oracle, compañía desarrolladora de software. Mientras el lujoso yate fue propiedad del dueño de Televisa, el estilo de los interiores estuvo inspirado en el art decó y quien se encargó del proyecto fue el diseñador François Zuretti, quien conocía los gustos y el estilo de vida del empresario, así lo indicó el sitio web Boat International.
Cuando el Eco pasó a manos de Ellison, fue bautizado como Katana y se le realizaron algunas remodelaciones en los exteriores y también en los interiores, que dejaron de llevar un ostentoso estilo para convertirlas en un espacio más enfocado a la relajación mediante una decoración tipo zen. Actualmente posee una capacidad para 15 invitados repartidos en seis camarotes, además cuenta con salón, terraza privada, nueve suites de lujo, la cubierta trasera fue diseñada originalmente para alojar un avión flotante de turboprop, mientras que la cubierta de popa se convirtió en una cancha de baloncesto y en la parte inferior se creó un salón con comedor exterior.
De acuerdo con la investigación realizada por los periodistas Andrew Paxman y Claudia Fernández, la cual está asentada en el libro El Tigre, Emilio Azcárraga y su Imperio de Televisa, el magnate invitó a su lujosa mansión flotante al cantante español Julio Iglesias y a los productores musicales más influyentes de Miami en esa época cuatro meses antes de morir.
Según lo relatado por Iglesias, después de una ostentosa cena en la embarcación, el dueño de Televisa se despidió del cantante con la siguiente frase: “Qué pena que los leones tenemos que morir hasta el final”, debido a que fue diagnosticado con cáncer de páncreas.
El yate tuvo un costo de dos millones de dólares más un pago de 50 mil pesos mensuales por los servicios del Club de Yates Acapulco. El navío navegaba con la bandera británica y fue considerado como uno de los más modernos de la época. Sin embargo, el superyate que fue propiedad de su heredero superó por mucho las cifras citadas anteriormente, ya que el TV tuvo un costo aproximado de 178 millones de dólares y los gastos mensuales alcanzaron los 200 mil dólares, así lo indicó información del semanario Proceso.
El lujoso navío en el que falleció “El Tigre” Azcárraga volvió a venderse en el año 2004 y el empresario británico Aidan Barclay lo bautizó como Enigma.
SEGUIR LEYENDO: