Amnistía Internacional (AI) pidió este miércoles a las autoridades mexicanas que no archiven el caso de Ligia Ceballos, posible bebé robado en 1968 durante la dictadura franquista en España y adoptado en México.
“Amnistía Internacional pide a las autoridades mexicanas que no cierren la puerta a la verdad a Ligia Ceballos Franco, posible bebé robado en 1968”, indicó la ONG en un comunicado.
Tal y como explicó AI, después de tres años de investigación, el Ministerio Público mexicano ha decidido no ejercer la acción penal en el caso de Ligia “Lily” Ceballos Franco, “ciudadana mexicana que podría haber sido víctima de desaparición forzada en España en 1968”.
“Aunque durante la investigación se han dado importantes avances para restablecer la verdadera identidad de Lily y arrojar luz sobre hechos importantes de su pasado, la Fiscalía mexicana ha considerado que el fallecimiento de los presuntos perpetradores es uno de los argumentos para justificar el fin de la investigación penal”, lamentó la organización.
Los representantes legales de Ligia Ceballos han presentado esta semana un “escrito de impugnación contra la decisión del Ministerio Público, que se discutirá en una audiencia oral en las próximas semanas”, indicó el texto.
Ligia Ceballos Franco, ciudadana mexicana, presentó el 15 de febrero de 2017 una denuncia penal ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR) de México, que en pocos días decidió admitirla a trámite, por presunta desaparición forzada.
“Unos años antes, Lily había descubierto que había nacido en España con una identidad distinta y que había sido entregada a quienes hasta entonces consideraba sus padres biológicos”, subrayó el texto.
Fruto de los esfuerzos de ambas fiscalías, Lily “ha podido conocer detalles de su pasado que avanzan en la reconstrucción de su propia historia y en la satisfacción de su derecho a conocer su verdadera identidad”.
En marzo de 2021, Amnistía Internacional presentó el informe, “Tiempo de verdad y de justicia. Vulneraciones de derechos humanos en los casos de “bebés robados”, en el que denunciaba los obstáculos y dificultades que enfrentan en sus procesos de búsqueda aquellas personas que desean, como Lily, conocer su identidad y origen.
“En España, múltiples juzgados han aplicado la prescripción a estas denuncias, lo que en la práctica ha supuesto no llevar a cabo ni un mínimo intento por proporcionar verdad a las víctimas”, indicó Amnistía.
Mientras que en México, agregó, “pedimos a las autoridades mexicanas que decidan continuar con la investigación para ayudar a Lily a encontrar la verdad sobre su familia, y no contribuyan a perpetuar el clima de impunidad”, según manifestó Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México.
Ligia Ceballos Franco nació en Madrid el 29 de mayo de 1968 con el nombre de María Diana Ortiz Ramírez, fue entregada en prohijamiento a un matrimonio mexicano que se la llevó a su país, inscribiéndola como hija natural, nacida en México.
La única información que consta sobre su filiación son los nombres supuestos de sus padres, Marta y Rafael.
Según el padre adoptivo de Ligia, ya fallecido, y otros múltiples testimonios recogidos directamente por Amnistía Internacional, este matrimonio recurrió a las autoridades eclesiásticas del estado de Yucatán porque no podían tener hijos de forma natural.
Según testimonios de los familiares, el matrimonio buscaba una niña blanca, de rasgos europeos y habría pagado 50,000 pesetas por la adopción, concluyó AI.
“Mis padres me confirmaron que fui adoptada en España al nacer”, contó el pasado 27 de marzo en entrevista con Efe la mujer, que hoy reside en Estados Unidos. EFE
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