Luego de los encharcamientos y otros daños causados por las fuertes lluvias que reportó la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil en gran parte del país, el pronóstico de lluvias permanecerá.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su más reciente comunicado a la población, se prevén:
° Lluvias con acumulados torrenciales en Oaxaca y Veracruz; intensas en Chiapas, Puebla y Tabasco.
° Lluvias muy fuertes en Campeche, Colima, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Quintana Roo y Tlaxcala.
° Lluvias fuertes en la Ciudad de México, Querétaro, San Luis Potosí y Yucatán; chubascos en Durango, Guanajuato, Sinaloa y Tamaulipas.
° Lluvias aisladas en Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Zacatecas.
Además, se espera viento con rachas de 60 a 70 km/h y tolvaneras en el norte de Chihuahua, Coahuila y Sonora; así como rachas de 50 a 60 km/h en Aguascalientes, Baja California, Campeche, Durango, el Golfo de California, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
Lo anterior, apuntaron, será generado por el fuerte ingreso de humedad que favorecen las dos zonas de baja presión, una en el Océano Pacífico y la otra en el suroeste del Golfo de México.
Además, especificaron que ambas zonas tienen alto potencial de desarrollo ciclónico en los próximos días, y se combinan con un canal de baja presión extendido a lo largo de la Sierra Madre Occidental y con inestabilidad atmosférica superior.
Al amanecer del lunes, se estiman temperaturas mínimas de 0 a 5 grados Celsius y posibles heladas en zonas montañosas de Chihuahua, Durango y Estado de México.
Mientras tanto, las altas temperaturas se mantendrán en el noroeste, occidente, norte y noreste del país, con valores de 40 a 45 grados Celsius en Baja California y Sonora, y de 35 a 40 grados Celsius en Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa y Tamaulipas.
Para mantenerte informado sobre las condiciones meteorológicas en las próximas horas, puedes hacerlo a través de la página de Conagua, así como del SMN, además de Facebook, Twitter y la app ConaguaClima.
Alerta en la Ciudad de México
Por su parte, la Ciudad de México lanzó una alerta amarilla en las alcaldías Azcapotzalco, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza.
Las recomendaciones de Protección Civil son portar paraguas o impermeable, utilizar el líquido para otras tareas como regar las plantas, así como evitar verter grasas o basura en el drenaje.
Además, se podrían presentar diversos escenarios de peligro como encharcamientos, corrientes de agua sobre las calles y avenidas, así como caída de ramas, árboles y lonas.
Desarrollo ciclónico y ciclones tropicales en México
Por otra parte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que cerca de las 19:00 horas, una zona de baja presión sobre el suroeste del Golfo de México se localizó aproximadamente a 130 kilómetros (km) al este-noreste de Nautla, Veracruz. Éste tiene un 20% de probabilidad para desarrollo ciclónico en el pronóstico a 48 horas.
Además, se generó una zona de baja presión frente a la costa oriental de Estados Unidos de América, aproximadamente a mil 550 km al nor-noreste de las costas de Quintana Roo, con un 10% de probabilidad de desarrollo ciclónico en el pronóstico 48 horas, aunque especificaron que no afectará al territorio nacional.
Y en el Océano Pacífico, se desarrolló una zona de inestabilidad al oeste de Lázaro Cárdenas, Michoacán, mismo que presentó un 30% de posibilidad de intensificarse a ciclón tropical en el pronóstico a 5 días; éste se ubica a 2 km al sur de Punta San Telmo, Michoacán.
Por último, revelaron que la tormenta tropical Carlos fue localizada a aproximadamente 2,105 km al oeste-suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur; sin embargo, por su distancia, no genera efectos en el territorio mexicano.
Al respecto, advirtieron que las lluvias podrían provocar deslaves, incremento en los niveles de ríos y arroyos, y desbordamientos e inundaciones en zonas bajas.
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