Las autoridades que siguen de cerca el caso del activista y líder de la comunidad Yaqui, Tomás Rojo, descartaron la línea de investigación que apuntaba a que su desaparición se debía a la “presión electoral” de las pasadas elecciones y en su lugar señalaron al crimen organizado.
En días pasados miembros de la etnia mencionaron al periódico La Jornada que las hipótesis que tenían sobre la desaparición del líder social eran respecto a su participación en el pasado proceso de elecciones y/o a una persecución orquestada por el crimen organizado con motivo de no perder su influencia en la zona.
La carpeta de investigación abierta señala que la última vez que tuvieron contacto con Tomás Rojo fue alrededor de las 05:00 horas del pasado 27 de mayo, cuando salió de su casa, en la comunidad de Vícam, para realizar una caminata.
“Aquí está claro que la delincuencia organizada se ha inmiscuido en los intereses de la etnia, saben que en nuestra tierra no entran la policía o la Guardia Nacional con los mismos derechos que en cualquier lugar, aquí viene y quieren controlar”, dijeron al medio. “Luis Urbano era gente de Tomás y fue asesinado a balazos ¡qué sospechoso! ¿no?”.
En 2020 diversos expertos señalaron que en Sonora eran 12 los grupos delictivos que operaban y tenían presencia en el territorio: el Cártel de los Beltrán Leyva, Cártel de Sinaloa, Cártel del pacífico, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel Meza Flores, La línea, Los Jaguares, Los Mazatlecos, Poderosa Nueva Línea; además de Los Memos, Los Menos y Los Salazar (brazos armados del Cártel de Sinaloa).
Posteriormente a la lista también se sumó el Cártel de Caborca, dirigido por el ex miembro del legendario Cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero.
La semana pasada Luis Urbano Domínguez Mendoza, activista defensor de los recursos naturales de la tribu Yaqui, fue asesinado a balazos cuando salía de un banco en Ciudad Obregón, municipio de Cajeme, en el estado de Sonora.
Domínguez Mendoza tenía 35 años de edad, era un luchador político y social que defendía los recursos naturales de la tribu Yaqui. Desde el 2012 comenzó a luchar por el agua y las tierras yaquis.
En 2015, Domínguez Mendoza, del pueblo Cócorit, participó en la Caravana nacional por la defensa del agua, el territorio, el trabajo y la vida. En ese año, durante una visita a la Ciudad de México, dijo: “Lo que vi en este recorrido es que nos siguen pisoteando, maltratando; miles estamos a punto de caer en la marginación, y la pobreza se agudizará por las reformas estructurales”.
En 2019 participó en el documental “Laberinto Yo’eme”, donde se relatan los despojos de las aguas del río Yaqui y sus terrenos.
“Luis se preocupó siempre por el bienestar de su amada tribu Yaqui y nunca dudó en defenderla. Descansa en paz amigo, pediremos justicia y nunca olvidaremos tu luz”, escribió en sus redes sociales el director del film, Sergi Pedro Ros.
Según la Fiscalía de Sonora, ya hay una carpeta de investigación sobre el ataque armado en contra del activista, sin embargo, aún no hay ningún sospechoso detenido ni se han reportado avances de las indagatorias.
Cabe recordar que en el año de 2010, Rojo Valencia encabezó la “guerra por el agua” dentro de Sonora. Este hecho es llamado así porque el gobierno estatal anunció la construcción del Acueducto Independencia, que tendría como finalidad llevar agua desde la cuenca del Río Yaqui hacia la capital Hermosillo.
A pesar de todos los esfuerzos, la obra pública se terminó en 2013 y actualmente abastece a más de 300,000 personas. Asimismo, debido a la rebelión, Rojo fue acusado de diversos delitos.
La principal demanda de los activistas y del pueblo Yaqui era recibir abasto suficiente para los ocho pueblos que lo habitan, pues nunca se les garantizó a pesar de que el agua era extraída del Río Yaqui para ser trasladada a las dos ciudades más habitadas de Sonora: Hermosillo y Ciudad Obregón.
México es uno de los peores países para ser activista medioambiental. Durante el 2020 fueron asesinados 18 defensores, según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA). El total de agresiones, por otro lado, fue de 90.
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