“Si no hay pruebas legales, señores, no pueden crucificar a otro ser humano”, así fue la respuesta del conferencista Ricardo Ponce tras las acusaciones que la youtuber, Maire Wink, hizo en su contra por presuntamente crear una secta sexual en la cual manipula a mujeres para abusar sexualmente de ellas.
El autodenominado “creador de la autosanación” respondió ante los señalamientos, mediante un video de Youtube, en el cual rechazó haber cometido los delitos y descartó los rumores sobre su supuesta fuga del país.
“Aquí estoy en México y no me he ido. (...) Ningún ser humano debería crucificar a otro ser humano. Mucho menos en redes sociales y mucho menos sin ninguna prueba legal. Hay personas y medios de comunicación que pretenden crear controversia sin ningún fundamento legal. ”, mencionó.
Aseguró que la polémica iniciada por la youtuber fue producto de una reacción violenta originada tras, supuestamente, no lograr la sanación que su retiro y su mensaje buscan obtener en la vida de quienes asisten a ello.
“¿Qué hay detrás de todo esto? Está muy claro, sé que mi mensaje genera muchas emociones; que toca fibras muy sensibles. Y hace todo eso simplemente para que puedas sanar tu vida. Cuando no se genera esta sanación, lo que se crea es una reacción violenta y eso es lo que pasó en este caso.”, afirmó.
Sin embargo, subrayó que no brindaría más detalles sobre el caso ni la situación legal “hasta que todo quede aclarado” para evitar que la polémica y “los chismes” de la situación aumenten.
“No entraré en más detalles porque no pretendo crear más polémica y no más chismes. Eso no va conmigo. (...) Basándome en todo esto, no voy a dar declaraciones sobre el tema legal hasta que todo quede aclarado”, recalcó.
El pasado 30 de mayo, la youtuber Maire Wink denunció públicamente a Ponce a través de un video de Youtube, en cual relató su experiencia en uno de los retiros que el conferencista brinda, señalándolos como las sedes de una secta sexual.
“Caí en lo que yo considero un culto sexual disfrazado de sanación espiritual”, comenzó su relato.
Agregó sentirse responsable de las personas que pudieron haber sido víctimas de él, luego que lo recomendara a través de sus historias de Instagram sin tener conocimiento de lo que había detrás de sus conferencias.
Por ello, dijo que también había iniciado un proceso legal en la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales de Quintana Roo y alentó a otras posibles víctimas a denunciar a Ricardo, ya sea mediante la vía legal o en redes sociales con el hashtag #RicardoPonceabusador.
Fue así que, unos días después, la Fiscalía General del Estado aseguró y cateo el hotel Akalki, en Bacalar, donde el coach solía ofrecer el curso al que asistían decenas de personas con el objetivo de, supuestamente, “liberar sus emociones”.
Posteriormente, la exnovia de Ponce, Valentina Camacho, también declaró en contra del conferencista y confirmó, en un noticiero de Telemundo, que las denuncias son ciertas porque ella fue testigo de la incomodidad que se vivía en las sesiones, percatándose así que todo era “sexual”.
“Si bien, somos responsables porque al final nadie nos puso una pistola para estar con él, sí hay una total manipulación, porque él se aprovecha de tu dolor y, a través de eso, él empieza a envolverte hasta llegar al punto en el que lo único que quiere es acostarse contigo”, dijo.
No obstante, a pesar de todos estos sucesos, Ricardo Ponce aseguró en su video-respuesta que no detendrá sus actividades de autosanación y agradeció a las personas que lo han apoyado.
“Muchísimas gracias a los millones de valientes que en todo momento me apoyaron; que pudieron ver más allá de esa duda que se creó en mi persona; que pudieron ver al ser humano y que me expresaron todo su amor. La autosanación nunca va a parar, el contenido va a seguir, todo sigue exactamente igual”, afirmó.
A ello, convocó a quienes simpatizaron con su caso a “levantar la voz” en contra de los señalamientos que, de acuerdo a su testimonio, carecen de pruebas legales.
“Hoy soy yo. Mañana le puede pasar a tu hijo, a tu papá, a tu abuelo, a alguien cercano. Si no hay pruebas legales, señores, no pueden crucificar a otro ser humano. Es hora de levantar la voz. Es hora de que nos escuchen. Pero, sobre todo, siempre con todo el amor”, finalizó.
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