Luego de cinco días bajo fuego, el Ejército y la Guardia Nacional volverán a resguardar Guajes de Ayala, pues durante la mañana de este 11 de junio habrían comprobado el asedio de la Familia Michoacana al enfrentarlos en la sierra de Coyuca de Catalán, Guerrero.
Javier Hernández Peña Loza, comisario ejidal, dio cuenta de agresiones al personal militar en dos acciones distintas. La primera balacera se registró alrededor de las 10:00 horas en las inmediaciones de Víctor Espino. Después, entre las 12:15 horas, hubo otra refriega de mayor intensidad, según reportó el habitante en dos transmisiones en vivo vía Facebook.
“Le exijo que ponga atención a lo que está pasando, precisamente el día de hoy y que le exija, le pida cuentas al gobernador de lo que ha sucedido todos estos días”, solicitó Hernández Peña Loza al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien estuvo de gira por Guerrero.
“Ha sido muy grave lo que ha estado sucediendo, se ha minimizado, han dicho que no ha pasado nada, es lamentable”.
El comisario ejidal agregó que no había pruebas más contundentes que las transmisiones en directo, con el sonido de las ráfagas de fondo. Pues el pasado nueve de junio, la Secretaría de Seguridad de Guerrero comunicó que hubo sobrevuelos por la zona y no se avistaron indicios de enfrentamientos.
Para ese entonces ya habían transcurrido tres días de denuncias en redes sociales, donde se escuchaba el asedio de la Familia Michoacana.
Pese al clima de narcoviolencia, Javier Hernández Peña Loza agregó que sus vecinos estaban en buenas condiciones y solo permeaba el nerviosismo y el miedo de mujeres, ancianos y niños. Acusó que minimizar las agresiones correspondía con una especie de protección al grupo criminal por parte de funcionarios estatales.
Supuestamente, como resultado del enfrentamiento, hubo dos agentes heridos. Infobae México consultó a la Secretaría de la Defensa Nacional, pero no se obtuvo respuesta. Mientras que la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero enfatizó que no hubo intercambio alguno de disparos entre fuerzas federales y presuntos criminales.
Alrededor de las 15:47 horas, las autoridades estatales informaron que el Ejército, la Guardia Nacional y Policía guerrerense mantenían vigilancia en la sierra de Coyuca de Catalán.
“El Secretario de Seguridad Pública Estatal, David Portillo Menchaca, junto con personal del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Secretaría de Salud y de la Secretaría General de Gobierno realizaron sobrevuelos de reconocimiento y recorridos pie tierra en comunidades del municipio de Coyuca de Catalán, en la región de Tierra Caliente”, destacó el comunicado.
La institución destacó que elementos federales y locales permanecerán en el área para resguardar a las comunidades, entre ellas, la del Pescado. En esta última localidad entregaron apoyo alimentario por parte del DIF Guerrero, que se llevó vía aérea; además se inició con atención psicológica a los habitantes.
Durante el pasado miércoles, mujeres, ancianos y niños se mantenían refugiados en la clínica del Ejido Guayes de Ayala, con el miedo latente ser aniquilados por la Familia Michoacana.
En un video compartido en redes se observaron poco más de 20 menores de edad sentados sobre el piso, algunos más pequeños lloraban y sus madres indicaron que ya no encontraban cómo contener la exasperación, mientras las balaceras se oían de fondo y advertían que cada vez se acercaban.
“Nos tienen rodeados a todos, nos tienen rodeados, ¿qué es lo que necesitan?, escuchen, el gobierno necesitaba pruebas, las pruebas las hay, no lleguen cuando ya haya muertos, ¿ya para qué? Necesitamos la ayuda ahorita”, reclamó una mujer, pero hasta ese momento solo había sobrevolado un helicóptero.
A partir de ese recorrido, reportaron que no vieron ninguna balacera. Pero acordaron un despliegue operativo por tierra que habría arribado hasta las 12:00 horas del 10 de junio. Cuatro días más tarde de que hubiesen trascendido las denuncias.
De acuerdo con reportes locales, la comunidad era resguardada por un destacamento de la Guardia Nacional y Policía Estatal, pero este grupo se retiro entre la noche del 3 y madrugada del 4 de junio pasados.
Los habitantes denunciaron que fueron abandonados sin ninguna justificación y por la mañana del lunes reciente comenzó el asedio.
Presuntamente, los agresores arribaron desde Ciudad Altamirano hasta el rancho de Las Truchas, pero al medio día del lunes siete de junio ya habían llegado a las inmediaciones del Pescado. Entonces comenzó el cerco y hombres de esta última localidad y de Guajes de Ayala habrían acudido al enfrentamiento.
Cabe destacar que el 25 de febrero pasado, la Familia Michoacana ya había intentado una incursión en la misma zona. En aquella ocasión fue desplazada la mitad de los habitantes, pero finalmente, el grupo delincuencial no logró hacerse con el control del territorio debido a la resistencia local. Fue así como se exigieron condiciones de seguridad.
En estas nuevas acciones, las autoridades no respondieron cuánto tiempo habrán de quedarse. El gobernador Héctor Astudillo justificó que las Fuerzas Armadas se encontraban resguardando el proceso electoral, de ahí su reacción tardía.
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