Víctor González Torres, de 74 años, es un empresario y político mexicano, consagrado como un antiguo aspirante presidencial independiente para los comicios electorales del año 2006, en donde buscaba competir con los candidatos Felipe Calderón Hinojosa, Roberto Madrazo, Patricia Mercado Castro, Roberto Campa Cifrán y Andrés Manuel López Obrador (AMLO), actual presidente de México.
González se licenció como Contador Público por parte de la Universidad Iberoamericana y en el año 1997 inauguró uno de los primeros establecimientos que revolucionarían el mercado de la industria farmacéutica en México: Grupo Por Un País Mejor, que engloba a Farmacias de Similares, Análisis Clínicos del Dr. Simi, Laboratorios Best y Transportes Farmacéuticos Similares. La decisión del empresario surgió a raíz de que su compañía Laboratorios Best perdió a su mejor cliente, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
A partir de entonces, el empresario logró consolidar lo que años más tarde se convirtió en una nueva categoría de medicamentos genéricos que fueran accesibles para los sectores de la población más vulnerables. De acuerdo con Forbes, revista especializada en economía y finanzas, para el año 2002 el negocio del empresario ya alcanzaba los 2 mil establecimientos en territorio nacional, mientras que un año más tarde, abriría sucursales en países como Guatemala y Chile, concretando así su internacionalización.
La revista documentó que, hasta el año 2016 la compañía ya contaba con más de 5 mil establecimientos y que la cadena llegó a vender en ese entonces 2 mil 615 millones de dólares de los 6 mil 707 millones de dólares del mercado total. Sin embargo, antes de que la empresa se convirtiera en un referente en materia farmacéutica, el magnate atravesó por una mala racha en 1994, cuando su laboratorio perdía a su cliente más importante, su padre acababa de fallecer, su matrimonio tambaleaba y sus adicciones terminaron por internarlo en un centro de rehabilitación, así lo indicó la revista Expansión.
Una de las estrategias aplicadas por la compañía consistió en producir medicinas para el mercado a bajos costos, ya que, según información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha asegurado que la cobertura de servicios de salud en México es la más baja de sus países miembros.
Sin embargo, esta reestructuración en el mercado tuvo una repercusión en las ventas de las farmacéuticas transnacionales, lo que fue consecuencia de una serie de ataques en su contra que lo acusaron de vender productos de mala calidad y también provocó la intervención de las autoridades para la regulación de medicamentos genéricos para asegurar su bioequivalencia y biodisponibilidad.
En este sentido, empresas farmacéuticas trasnacionales cuestionaron la calidad y la falta de controles de los medicamentos comercializados en la empresa del Víctor González y, desde el año 1998 iniciaron denuncias y demandas en su contra a través de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
En 2010, el empresario protagonizó una polémica en la que la Cámara de Diputados aprobó la llamada “Ley Simi”, una reforma a la Ley del IMSS, presentada por miembros del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que permitió a la institución gubernamental entregar vales canjeables por medicamentos a la compañía de González Torres cuando hubiera desabasto. Sin embargo, algunos diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido del Trabajo (PT) apuntaron que esta medida era el inicio de la privatización de los servicios de salud y protección social de los mexicanos.
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