Esta mañana, Emma Coronel, esposa de Joaquín el Chapo Guzmán, se declaró culpable por los cargos que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le imputó ante la Corte Federal en Washington D.C.
Los delitos criminales a los cuales se enfrentaba son: participación en una sociación delictiva para el tráfico de cocaína, metanfetaminas, heroína y marihuana, lavado de dinero y manejo de empresas relacionadas con el Cártel de Sinaloa.
Por estas acusasiones, la ciudadana mexico-estadunidense podría enfrentar una péna máxima de cadena perpetua (por el tráfico de drogas) y una mínima sentencia de 10 años en prisión, además de una severa multa económica que ronda en los 10 millones de dólares.
La sentencia se dará a conocer el próximo 15 de septiembre, en tanto, Coronel Aispuro estará recluida en una prisión de Alexandría, en Virginia, Estados Unidos.
Emma Coronel fue detenida el pasado 23 de febrero en el aeropuerto intercacional de Dulles en Virginia, Estados Unidos; ese mismo día se le decretó prisión preventiva sin fianza.
Posteriormente, el 19 de marzo, Coronel Aispuro renunció a su derecho a una audiencia preliminar. En ese entonces, se declaró no culpable del único cargo del que se imputaba: asociación delictuosa para distribuir cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana en Estados Unidos.
Poco después se difundió que el arresto de la exreina de belleza era, en realidad, parte un acuerdo de culpabilidad que supuestamente había planteado a cambio de una condena no tan severa; tal cual lo hicieron sus conocidos del Cártel de Sinaloa.
Según fuentes federales consultadas por New York Post, Coronel Aispuro se estaba preparando para delatar a los líderes del Cártel de Sinaloa, incluidos sus propios hijastros, los llamados Chapitos: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo Guzmán, y Ovidio Guzmán López, todos hijos del famoso líder y fundador.
Sin embargo, uno de los abogados, Jeffrey Lichtman, aseguró que esa declaración fue diseñada por los propios agentes federales para “matar a la esposa del Chapo y a sus hijas”.
“Es absolutamente la cosa más despreciable, y probablemente la peor conducta fiscal que haya visto en el gobierno desde más de 30 años (...) Seamos claros en esto. Ella tiene dos niñas de 9 años que están siendo expuestas, y hacer ese tipo de afirmaciones con tanta ligereza implica un riesgo muy alto para sus vidas”, declaró para The Other Side of Midnight de WABC Radio.
Por ello, Lichtman aclaró que la esposa del exlider del Cártel de Sinaloa no cooperaría con el gobierno de EE.UU. y descartó que tuviera interés de participar en el programa de testigos protegidos del país norteamericano.
Incluso, el pasado 5 de junio, otra de las abogadas de la joven, Mariel Colon, declaró a Univisión Noticias que su cliente temía por su vida y la de sus hijas gemelas tras la difusión de la noticia sobre su entrega a la justicia para ser testigo cooperante.
La vida de Emma Coronel Aispuro comenzó como tantas otras en el Triángulo Dorado del narcotráfico, pero su relación con uno de los máximos líderes del Cártel de Sinaloa la llevarían a un mundo de poder, lujos y desgracia, misma que ahora tiene a su padre y hermanos tras las rejas, al igual que ella.
Pese a que nació y vivió en California, Estados Unidos, creció en la sierra de Canelas, Durango, donde la gente siembra más amapola y marihuana que maíz o frijol. Hasta antes de conocerlo, a finales de 2006, Emma Coronel ha dicho que no entendía la prominencia de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
Luego de casarse con el Chapo, ella dejó Canelas y se mudó a Culiacán, donde su esposo le permitió que terminara la preparatoria e ingresara a la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Más allá de eso, el nombre de la tercera esposa del cabecilla no trascendía en los años sangrientos de la guerra entre cárteles y la batalla del gobierno de Felipe Calderón. Pero en agosto de 2011 se supo que había dado a luz a un par de gemelas en EEUU, a quienes bautizaron como María Joaquina y Emali Guadalupe.
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