Entre los temas tratados en su visita, la vicepresidenta Kamala Harris expresó su preocupación al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre el creciente tráfico de fentanilo que ha causado una crisis de salud pública en Estados Unidos.
El opioide sintético ha dejado decenas de víctimas mortales por sobredosis y organizaciones del crimen transnacional como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), son los principales proveedores, de acuerdo con datos de la Administración del Control de Drogas (DEA).
Los decomisos han ido en aumento en México, al igual que en el vecino del norte, pero faltan medidas regulatorias que vigilen la ruta de precursores químicos utilizados para la elaboración del fentanilo en el país presidido por AMLO.
Esta droga es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 80 y 100 veces más potente. Los grupos criminales mezclan fentanilo con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA para incrementar el efecto y generar más ganancias.
Como analgésico recetado puede disminuir el dolor, pero también puede generar adicciones o sobredosis debido a su potencia y cantidad consumida; por ejemplo, 33 kilogramos de la droga, podrían causar la muerte de más de 10 millones de personas, según la DEA.
Al respecto, la Secretaría de Marina (Semar) adelantó el pasado 21 de mayo que ya trabaja en reformas relacionadas con la exportación de materiales para sintetizar el opioide, pues esta dependencia fue facultada para el control y vigilancia de puertos y aduanas durante la actual administración lopezobradorista.
Rafael Ojeda Durán, titular de la Semar, aseguró que las nuevas disposiciones serán revisadas con exhaustividad para evitar su improcedencia constitucional y podrían estar listas a mediados de julio próximo.
De enero al 21 de mayo de este 2021, las Fuerzas Armadas han incautado 822 kilogramos de fentanilo, 107 de ellos desde en abril. Casi una tonelada en apenas cuatro meses.
Durante todo el 2019, las autoridades mexicanas aseguraron 222 kilos de este narcótico; para 2020, esa cantidad se disparó en 486% al incautar mil 301 kilogramos, es decir, poco más de una tonelada.
En su frontera suroeste, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP), Patrulla Fronteriza y la Oficina de Operaciones de Campo contabilizan dos mil 768.274 kilogramos de fentanilo decomisado para el año fiscal 2021, el cual se extiende del 1 de octubre de 2020 al 30 de septiembre de este año.
Lo anterior significa más del triple que todo el año fiscal 2018 (863.63 kg), más del doble que en el periodo de 2019 (1,193.40 kg) y superior a los niveles del lapso 2020 (2,061.124 kg), cuando aún faltan cinco meses para concluir el conteo.
Horacio Duarte, director de aduanas, informó a finales de abril pasado que los decomisos relacionados con el tráfico de fentanilo se incrementaron 1000% en el primer trimestre del 2021 en los puertos de Manzanillo, Colima, Ensenada, Baja California, y Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Infobae ha revelado los nombres de al menos 64 empresas chinas que enviaron materia prima para la síntesis de fentanilo y llegaron a manos de cárteles en México.
Además de esta preocupación, Kamala Harris y López Obrador acordaron mantener un diálogo de seguridad a nivel de gabinete para discutir una visión compartida para la seguridad.
“Las organizaciones criminales transnacionales no reconocen fronteras. Representan una amenaza para todos los pueblos y requieren una respuesta conjunta.
“Estados Unidos y México están comprometidos a trabajar juntos para reducir los homicidios y las muertes relacionadas con las drogas en ambos lados de la frontera y contrarrestar las fuerzas ilícitas que los impulsan”, destacó un comunicado de la Casa Blanca.
Autoridades mexicanas se han visto coaccionadas por dos factores para atender la producción de fentanilo; por un lado, la presión de EEUU y, por otra parte, que las ganancias ilícitas permiten un empoderamiento de los grupos criminales.
Tanto el CJNG como el Cártel de Sinaloa pueden adquirir más armas de grueso calibre, reclutar a sicarios, corromper funcionarios y operar con impunidad cada vez que aumentan sus capacidades monetarias.
En la crisis del fentanilo, EEUU sabe que la tasa de muertes por sobredosis en su territorio aumentó entre 2007 y 2017 de 36 mil 10 a 70 mil 237.
Tan solo en 2018, 67 mil 637 estadounidenses fallecieron por adicciones. Al menos dos terceras partes de esos fallecimientos fueron impulsados por el fentanilo, cuyas fatalidades por sobredosis aumentaron 10% en 2017.
El 26 de octubre de 2017, el gobierno norteamericano de Donald Trump declaró una emergencia nacional de salud pública por incrementos en muertes por sobredosis de opioides, principalmente, por fentanilo. A partir de esa fecha, las autoridades de EEUU emprendieron una agenda vigorosa para combatir el narcótico.
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