Las elecciones en México marcaron un antes y un después en la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Durante la campaña electoral, la prensa internacional cobró un papel importante, pues sus constantes críticas al ejecutivo mermaron en la opinión pública más de una vez.
Ahora, una vez pasados los comicios. Varios de los diarios más importantes del mundo dieron a conocer las altas y bajas que el gobierno tuvo gracias a la votaciones. Uno de los más radicales fue el publicado por el Wall Street Journal, donde se pudo leer que los votantes “lanzaron un duro castigo” a la coalición de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El pasado 6 de junio, el partido en el poder habría perdió dos tercios de la Cámara de Diputados, lo que implica un debilitamiento de López Obrador y de sus “ambiciones de una ‘cuarta transformación’ radical en México”.
Desde este punto de vista, el presidente López Obrador confió que su buena aprobación para las elecciones pasaría por encima de “su mal manejo del Covid-19 y una economía que no ha crecido en dos años”.
Sin embargo, el WSJ aseguró que las elecciones revelaron que “la clase política los ha decepcionado a menudo, pero la votación del domingo sugiere que todavía prefieren el pluralismo y la democracia a la vuelta al gobierno de un hombre fuerte”.
Por su parte, The Economist, mismo diario que llamo “falso mesías” al ejecutivo mexicano, publicó que las elecciones fueron un ejercicio en el que “los votantes controlaron el poder de Andrés Manuel López Obrador”.
Sobre todo, el diario especializado en finanzas recalcó que los resultados “son un claro golpe a las ambiciones del presidente”, quién ahora tendría que negociar con otros partidos para aprobar leyes.
Este debilitamiento, aseguraron, provendría de la clase media, misma que habría apoyado a López Obrador en 2018. “Sus promesas de hacer a México más rico, más seguro y menos corrupto no se han cumplido”, escribieron. “Los resultados del domingo proporcionarán un freno adicional a esos esfuerzos”.
El Washington Post, por su parte, también recalcó que las negociaciones obligatorias que ahora deberá hacer el presidente de México. Pues, “aunque Morena estaba lista para agregar al menos siete gubernaturas en todo el país a sus seis anteriores, parecía estar enfrentando serios reveses en la influyente Ciudad de México, que había sido una base electoral clave para el presidente”.
Especialistas consultados por el medio aseguraron que López Obrador sigue siendo “un presidente de teflón”, pues aun existen muchos mexicanos que no lo culpan por las tragedias del país.
El diario aseguró que el presidente ha perdido su encanto. En mitad de su sexenio “el presidente no ha demostrado ser el izquierdista radical que temían algunos de sus oponentes. López Obrador ha reducido drásticamente la burocracia, ha ampliado el papel de las fuerzas armadas y ha presionado por una presencia gubernamental más fuerte en el sector energético”.
Así terminaron las elecciones, aunque Morena no logró llevarse todo como en otras ocasiones, el presidente López Obrador se dijo “feliz, feliz, feliz” con los resultados y aseguró que hubo una campaña sucia para intentar hacerlo caer. “No pudieron”, dijo en su conferencia matutina.
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